Neuquén se hace fuerte en la producción de variedades de lechuga

En temporada alta se abastece a casi la totalidad de la demanda regional. Cultivan las clases manteca, francesa y repollada. Acertar en la fertilización es clave.

En la región hay producción de verduras para “hacerse una ensalada”. Es que la lechuga y tomate son los que dominan la producción hortícola.

Del total de cultivos de hortalizas en la Confluencia el de lechuga representa el 30 por ciento. Laureano Janko, un productor de Centenario, tiene actualmente tres hectáreas destinadas para esta hortaliza de hoja. Su principal lucha es contra los pulgones y trips.

“Un cuñado en Vista Alegre me invitó a trabajar la verdura. Empezamos y ya de desde entonces me dedique de lleno este tipo de cultivo”, dijo. Esa fue su puntapié inicial para iniciar hace seis años en la actividad hortícola en el Alto Valle.

Janko llegó al país desde Bolivia hace diez años. “Es un conocimiento que viene de familia, desde chico”, expresó.

Manteca, repollada y francesa conforman el combo de variedades de su producción de lechuga.

Es habitual que en este momento del año trabaje con una pala en mano y descalzo entre los surcos, para conducir el agua de manera que llegue bien a todas las plantas.

Antes de ingresar a la parcela se saca las botas y las deja a un costado. El respeto a la tierra y a su producción se percibe en cada una de sus tareas.

Diferenció dos momentos en el año muy distintos. Entre agosto y mayo, dijo, es el más intenso en cuanto a tareas. Otro entre junio y agosto, al que consideró un periodo más tranquilo.

En una panorámica por el sitio se detecta que algunos de los bordos están con plantines y otros con cultivos que parecen ya estar listos o próximos para cosecharse.

Posee cinco hectáreas de producción. Del total tres corresponden al cultivo de lechuga. “ Es la que más me gusta”, confesó.

En el resto del terreno hay plantación de cebolla de verdeo, cilantro, rúcula, berenjena, acelga, morrón, y tomate cherry, platense y perita.

Marcó que con lo que se produce en esta chacra ubicada en el área rural Nueva España, frente a la escuela 124, viven tres familias. Sostuvo que el costo de producción es alto.

En una parte de la parcela habían plantines de lechuga que fueron transplantados hace una semana. El productor indicó que los compra en un vivero de Plottier. En dos meses crecerán y estarán listas para su cosecha. Una tarea manual que se hace ”con un cuchillo y tirando”, describió.

Laureano se levanta muy temprano para llevar su cosecha al mercado concentrador. Va alrededor de las tres de la mañana y según los días de semana varía la cantidad que lleva. Los lunes y viernes es cuando vende más cantidad, alrededor de 60 jaulas que pesan entre 7 y 8 kilos. El resto ronda las 25.

Otra de las tareas es la fertilización, en donde emplea guano de gallina y urea. También presta mucha atención al control de plagas y enfermedades. “El pulgón verde ataca mucho. Hay que curar toda la semana. Es el problema principal. También está el trips”. Contó que comparte las tareas junto a su papá, su hermano, y su cuñada.

Se utilizan tierras que antes se destinaban a la fruticultura

Del Centro Pyme-Adeneu informaron que unas 600 hectáreas del departamento Confluencia de Neuquén son destinadas a la producción hortícola, a partir de las cuales se obtienen alrededor de 30.000.000 kilos.

Se estima que la plantación de lechuga equivale al 30% de la producción global de hortalizas y dentro del grupo de verduras de hoja representa el 80 %.

Carlos Rivas, coordinador del Programa Hortícola de Centro Pyme-Adeneu, comentó que este tipo de cultivos viene en aumento y remarcó la importancia que se realice localmente.

“No dependés de la entrada de Mendoza. No es lo mismo traer una lechuga de Mendoza que traerla de Centenario o Vista Alegre, porque yo la estoy cortando a las 5 de la tarde y ya la estoy vendiendo a las 5 de la mañana. Es más fresca. La otra se corta a las tarde pero tiene todo un tiempo de traslado”, manifestó.

Indicó que el Alto Valle es una zona muy apta para este cultivo porque es seca y marcó que su cultivo se afianza cada vez más en la zona.

Mencionó que debe considerarse para su producción tener protección contra el sol como medias sombras, hacer rotación de cultivos, y respetar la aplicación de productos fitosanitarios habilitados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Rivas enfatizó que “la horticultura permite que muchas de las tierras que se dejan de usar para fruticultura pasen a trabajarse con estos cultivo”.

Remarcó el concepto porque “hay que destacar este factor por la importancia que tiene preservar la zona agrícola”.

Desde el organismo se brinda asesoramiento a 150 productores hortícolas, quienes en su mayoría comercializan su producción a través del Mercado Concentrador del Neuquén.

Durante 2017 fueron otorgados más de un 1.8 millones de pesos al sector a través de fondos de Centro Pyme-Adeneu, del Consejo Federal de Inversiones a cargo de la Secretaría del Copade y de Fundación YPF. Fueron beneficiados unos 43 productores, quienes realizaron inversiones en tecnología de riego y de cultivos bajo cubierta.

De la superficie total de producción en la zona utilizada para cultivos hortícolas, el tomate encabeza la lista. Siguen la lechuga, pimiento y berenjena.

En números

Datos

De la superficie total de producción en la zona utilizada para cultivos hortícolas, el tomate encabeza la lista. Siguen la lechuga, pimiento y berenjena.
600 ha
es el total de la superficie destinada a los cultivos hortícolas en el departamento Confluencia.
80%
de la producción de cultivos de hoja en la zona corresponde a lechuga, de diversas clases.
90%
es la proporción de cultivo
de hoja local que ingresa y se comercializa en el mercado concentrador, durante la temporada alta.

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