Un arco y un policía, los porteros de Neuquén

Estuvo en el puente carretero hasta la década del 70. Fue derribado porque las grandes maquinarias no podían pasar.

Si se cruzaba el puente de los nueve arcos desde Cipolletti aparecía, a unos 100 metros, un arco que decía “Bienvenido a Neuquén” y si se hacía el camino contrario el deseo de “Buen Viaje”.

Fue una política nacional que impulsó la construcción de arcos hechos de hierro y cemento que tenían una altura de cinco metros y un ancho que permitía, por su hueco, pasar los dos carriles de la ruta y las banquinas.

“Era la foto turística de entonces”, dicen los vecinos que en sus fotos familiares observan a sus padres o abuelos yendo o viniendo de Neuquén con los vehículos de entonces circular bajo el arco. Era similar al que se encuentra ahora en la calle Toschi de ingreso a Cipolletti. El de Neuquén se construyó en la ruta porque aludía a la Provincia.

La Policía había instalado una garita donde el guardia se protegía del sol o del viento. El uniformado tenía “la posta” porque asesoraba al turista sobre cómo seguir por las rutas y hasta podía funcionar como una suerte de whatsapp prehistórico pero muy efectivo respecto a si determinado auto ya había pasado o todavía no.

Se lo derribó antes de la década del 70. Y es aquí donde la historia nuevamente vuelve a tomar por caminos diferetes.

Algunos dicen que fue la empresa Agua y Energía cuando trajo equipos para hacer funcionar la Central Térmica Alto Valle ubicada en las inmediaciones del puente y que no podían pasar por el arco luego de arribar a la estación del tren. Otras fuentes dicen que fue la empresa que construyó la represa de Arroyito que necesitaba el campo libre para hacer circular las turbinas que se instalaron en la compensadora de El Chocón.

Sobre la margen derecha de la ruta el arco terminaba en el dintel del techo de la casa donde ahora funciona el cuerpo de guardafaunas y que ofició como lugar físico de la policía de tránsito. La construcción quedó en medio de la rotonda de la ruta que divide el tránsito de los dos puentes carreteros.

Una sola luz

El arco tenía en su eje un cable donde colgaba una luz que servía de señalización a quienes ingresaban o salían de la provincia por la sencilla razón de que la ruta no tuvo iluminación pública hasta después del mundial de 1978. Se recuerda que ese año se la iluminó en ocasión de la visita del presidente de la Nación a la ciudad.

En otras ciudades el arco se lo asocia a triunfos de grandes batallas que derivaron en la consolidación de ciudades. En Neuquén fue una antorcha que supo iluminar a quienes ingresaban para saber dónde podían ir, era el sitio de los recados para hacer saber trayectos a otros y, con una política de control, la policía utilizaba para contar con información.

Datos

Los arcos fueron hechos de hierro y cemento con una altura de cinco metros y un ancho que permitía, por su hueco, cruzar los dos carriles de la ruta.
Tan buena memoria tenía la persona que controlaba el tránsito que podía decir si un auto había pasado o no.

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