Un plan para frenar inundaciones

Con un programa de cinco años hasta 2021 que contempla realizar obras en el corto, mediano y largo plazo, con la participación los gobiernos nacional, provincial y municipal y de los propietarios de las grandes edificaciones, entre ellas los hipermercados, el Colegio de Ingenieros de Neuquén se involucró en la problemática de las inundaciones que ha sufrió Neuquén capital el 7 de abril de 2014 y en 24 de octubre pasado.

“Pareciera que nadie defiende la necesidad ‘imprescindible’ de hacer esta obras y que el tema económico sea un limitante. Los responsables deberán buscar el espacio en los presupuestos para que estas tareas no se demoren”, dijo el presidente de colegio, Marcelo Fernández Dotzel.

Señaló que ya hicieron llegar al municipio sus propuestas y que en los próximos días lo pondrán a consideración de los ámbitos oficiales que lo requieran, a nivel provincial y nacional.

El rol principal se lo adjudican a los gobiernos y aluden a la necesidad que cada tarea sea priorizada y coordinada técnicamente por todas las jurisdicciones, particularmente entre el municipio y la provincia. Otro punto sustancial está dirigido a la asignación de las partidas.

Entre las acciones inmediatas destacan los trabajos de escurrimiento del agua a través de los canales y desagües pluvioaluvionales, secundarios y troncales, asegurando su limpieza y se la asignan al municipio. Pero en el caso de los arroyos Durán y Villa María dicen, debe intervenir la Provincia.

Proponen construir -en sitios a evaluar- descargadores o aliviadores hacia el Limay en el Villa María, con el fin de que evacue más rápidamente mayor cantidad de agua y evitando que circule por toda su extensión.

Respecto al tramo de la ruta 22, entre Linares y el barrio Bouquet Roldán, señalan que cumpliendo las anteriores se solucionaría bastante, pero evalúan que deben buscarse otras alternativas.

A mediano plazo proponen construir defensas en las cuencas altas que morigeren la velocidad de la correntada. Refieren que el asfaltado de calles y predios disminuyó la capacidad de absorción.

Los reservorios -que por un tiempo contienen el líquido- también deberían hacerlo los administradores de grandes edificaciones, como híper y complejos de departamentos y oficinas, por el gran volumen de agua que derivan al entramado urbano al impermeabilizar los predios.

A largo plazo proponen reforestar zonas aledañas al casco de la ciudad y la meseta y actualizar el Plan Maestro de Desagües Pluvioaluvionales, que si bien destacan fue técnicamente bien sostenido al elaborarse en 2002, requiere una revisión ante los cambios producidos, incluidos los climáticos.

La necesidad de poner fin a las excepciones

Reformular el Plan Urbano Ambiental es según los ingenieros fundamental para diseñar nuevas estrategias en procura de morigerar el impacto de las inundaciones.

Es esencial que se contemple la conservación y ampliación de las áreas con suelo absorbente, restricciones efectivas a las construcciones que obstaculicen u obstruyan la red de drenaje natural, evitando su incumplimiento sobre la base de excepciones al ordenamiento en vigencia.

“Parque Industrial, la ruta 7, el barrio Nueva España, en Rincón de los Sauces y otras ciudades tienen similares problemas”

Marcelo Fernández Dotzel, presidente del Colegio de Ingenieros de Neuquén.

Dispararon el alerta