Veredas en el centro, una deuda pendiente

Existen dos ordenanzas que obligan a reparar y mantenerlas, pero no se cumplen. Los plazos se vencieron pero las obras no llegaron. Circular a pie por la capital es casi una odisea.

Pese a dos ordenanzas vigentes que regulan el buen estado de las veredas, transitar a pie por la ciudad es un trastorno, sobre todo para personas con dificultades físicas. Rampas rotas, baldosas flojas o ausentes, pozos y aceras ocupadas con cartelería, cestos o escombros son una constante en la capital que el intendente Horacio Quiroga sueña en convertir en la ciudad del millón de habitantes.

Las iniciativas fueron sancionadas hace al menos tres años atrás por el Concejo Deliberante para resolver este problema, sin embargo aun no se cumple completamente. La norma 10.301 crea el Plan de Consolidación de las veredas de la ciudad y la eliminación de las barreras arquitectónicas que tendrá como objetivo la readecuación, rediseño y construcción de las veredas en el ejido de la ciudad. “Establecese como primera etapa el sector comprendido entre la calles Doctor Ramón y Leloir al norte, Teodoro Planas y Félix San Martín al sur, Leguizamón y Jujuy al oeste y Bahía Blanca y Entre Ríos al este”, dice el artículo tercero de la ordenanza sancionada en 2015.

La intención fue buena, pero nada o poco se hizo por parte del Ejecutivo aun cuando ya contaba con otra ordenanza sancionada un año antes que lo autorizaba a utilizar fondos de la Ley 2.615 de renegociación de los contratos petroleros para subvencionar el costo de construcción y reparación de veredas.

“El órgano Ejecutivo deberá iniciar las obras en cuestión en un plazo no mayor a 90 días corridos de la publicación de la presente”, establecía la norma. Fue sancionada en el 4 de diciembre de 2014 y pocos días después se promulgó y publicó en el Boletín Oficial.

Paralelamente, el intendente Quiroga había lanzado un programa para ponerle punto final al mal estado de las veredas de la ciudad. El primer paso fue intimar a los frentistas a remodelar sus aceras de acuerdo a la normativa vigente. Segundo paso, todo aquel vecino que demostrara fehacientemente que no estaba en condiciones económicas para afrontar el costo de la construcción o reparación, el Estado municipal podría condonarle por un plazo determinado el pago de tributos municipales para que junte el dinero para “hermosear” su frente.

Años después, en cualquier punto de la ciudad los peatones se encuentran con veredas en mal estado o inexistentes.

En números

En paralelo el intendente Horacio Quiroga lanzó un programa para regularizar las zonas en mal estado, pero nunca se llegó a aplicar en su totalidad.

Datos

10.301
es el número de la ordenanza del Plan de Consolidación de las veredas de la ciudad. Debía ordenar y ejecutar obras
que no se hicieron.
En paralelo el intendente Horacio Quiroga lanzó un programa para regularizar las zonas en mal estado, pero nunca se llegó a aplicar en su totalidad.

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