Viandas y comida callejera, una opción que crece en la capital

El Municipio busca ampliar los controles para una actividad que los desborda. Recomiendan evitar la compra de alimentos sin controles sanitarios.

En la alimentación de los neuquinos hay una opción económica que cada vez crece más: la venta ambulante. La novedad de este sector es la ampliación de la oferta al paso y, principalmente, por pedido. Muchos de estos vendedores ofrecen sus productos en oficinas públicas y en ámbitos de alta concurrencia como la Universidad. La ordenanza que regula la venta ambulante en la capital neuquina quedó desactualizada.

Pamela Ojeda, tiene 30 años y se dedica a vender viandas hace ocho meses. El menú que ofrece es variado y el valor de la bandeja de comida es de 50 pesos. Aseguró que la venta ambulante “fue una salida laboral que resultó bien”.

“ Yo me levanto a las seis de la mañana a cocinar. Desde las 12 hasta las 13:30 salgo con mi carro a repartir. Ya para las seis de la tarde tengo que ver que voy a cocinar al otro día e ir a hacer todas las compras”, relató Ojeda sobre su jornada.

Al mediodía ofrece viandas en las oficinas públicas y tiene un grupo estable de clientes. “Tengo clientes fijos que compran lo que les lleves. Con otros me manejo por Whatsapp. Me mandan mensajes durante la mañana, yo le digo el menú que tengo en el día y ellos me dicen lo que quieren. Así que así lo voy haciendo por pedidos”, detalló.

Un clásico, el pan relleno

Darío, es un vendedor que integra un grupo que se dedica a vender panes rellenos desde el 2009. “Al principio éramos un grupo de cinco personas que empezamos con la venta de panes rellenos. Éramos estudiantes. En el momento que empezamos el objetivo era bancarnos los estudios y después fuimos viendo que nos daba para vivir de esto y seguir estudiando. Yo no estoy estudiando ahora, pero el resto de los chicos que están en el grupo sí. Nuestros orígenes son universitarios”, contó.

Actualmente cuatro personas integran el grupo. Su principales puntos de venta son la Universidad del Comahue, un instituto terciario y el balneario del Río Grande, durante el verano.

Al ser consultado por qué los neuquinos eligen emprender en esta actividad opinó que “ la crisis ha llevado a más gente a buscar estas formas de economía”.

La venta callejera en baja

Según el último informe realizado por el Observatorio Económico de la Cámara de Comercio de Neuquén (Acipan) los puestos de la tradicional venta callejera cayeron un 17% en el bajo neuquino.

El estudio señala que del total de puestos callejeros detectados en el segundo trimestre de este año un 56,2% se ubicaron en las calles Sarmiento (25,7%), Mitre (21%) y en la Avenida Olascoaga (9,5%). En cuanto a los rubros indica que el 72 % de la venta callejera se concentra en tres rubros: Óptica, fotografía, relojería y joyería; Indumentaria y calzado; y Alimentos y bebidas. Igualmente, el relevamiento contempla los puestos de venta callejera que están fijos y no aquellos que son ambulantes.

En números

Una opción económica para los universitarios

Otro de los lugares donde puede observarse la venta ambulante de alimentos es en la Universidad Nacional del Comahue (UNC). Desde las 11 hasta las 14 un grupo de vendedores ofrece viandas a lo largo del pasillo interno de la universidad. Pese a contar con un comedor con un bono de un valor accesible es frecuente observar durante el transcurso del mediodía largas filas frente a los puestos de los vendedores ambulantes.

Ofrecen panes rellenos, ensaladas y sándwich. Los precios rondan entre 40 y 50 pesos.

Datos

$ 50
es el costo que tiene una vianda casera. Almorzar en
un restaurante no baja de
100 pesos por persona.

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