Con la mira puesta en los nueve concejales

Opinión

mario rojas

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Con el resultado de ayer, no cabe duda que el intendente Horacio Quiroga salió fortalecido por haber apostado al presidente del Concejo Deliberante, David Schlereth, y haber logrado encumbrarlo. Dentro de diez días comenzarán las campañas para concejales de la ciudad y el jefe comunal apuesta, de mínima, a que su otro pollo, Guillermo Monzani, recupere las cuatro bancas que se vencen del espacio Cambiemos.

Para lograr un escaño en el edificio de la calle Leloir 370 se necesitará superar los 14 mil votos. El dato se maneja porque de los 200.225 ciudadanos que pueden votar, un 40% de la población de la provincia.

Quiroga tuvo anoche la certeza contundente que la elección de la fecha del 22 de octubre para las elecciones municipales era lo mejor que podía haber hecho. Unir la bandera nacional de Mauricio Macri a la necesidad de colocar escaños en el Concejo en el fin de su gestión, son los dos objetivos que se jugará el mismo día y a la misma hora.

En la fotografía que se tomó ayer del voto en la ciudad de Neuquén, se repitió la diferencia entre el este y el oeste. En el primero se impuso con claridad Cambiemos con una buena cosecha de Unidad Ciudadana, y en el oeste la mayoría de los votos fueron a Alma Sapag.

De los 9 concejales que terminan su mandato, 4 son de Cambiemos, tres del MPN, uno del Frente Neuquino y la cambiante del Frente Renovador. Tener el legislativo comunal en contra es una de las grandes debilidades de Quiroga quien no pudo imponer el Defensor del Pueblo y tampoco el del síndico. Pierde también cuando le revocan los vetos casi semanales. La duda es si el voto nacional se podrá municipalizar.