Allen: investigan la muerte de un indigente

Se habría ahogado al intentar refrescarse. Lo encontraron en un canal de riego que atraviesa la zona urbana. Se trata de Eduardo Pichuman, de 34 años. Tenía problemas de alcoholismo.

Un hombre fue hallado muerto en un canal chico que atraviesa la zona urbana de Allen. Se trata de un indigente que se habría ahogado al intentar refrescarse, de acuerdo a las explicaciones que brindó la policía.

El cuerpo fue detectado ayer alrededor de las 16:00 a pocos metros de la intersección de la Avenida Roca y la calle Primeros Pobladores, en las aguas de un canal que se extiende de este a oeste en la localidad.

El subcomisario Escobar, de la Unidad Sexta, indicó que la víctima fue identificada mediante datos que se recabaron en el lugar ya que no tenía entre sus ropas ninguna documentación personal. Se trata de Eduardo Pichuman, de 34 años de edad, un hombre indigente y tenía problemas de alcoholismo.

Según los testimonios que recabó la policía, Pichuman había estado bebiendo alcohol etílico junto a otros sujetos que se encuentran en la misma situación de calle. Al mediodía, cuando sus compañeros se fueron a comer, Pichuman habría manifestado que se iba a refrescar en el canalito que está ubicado a la vuelta de una edificación abandonada que suele frecuentar el grupo de indigentes.

“El hombre no regresó y lo encontraron semisumergido en el canalito”, dijo el subcomisario Escobar. El jefe policial agregó que el cadáver presentaba un golpe en el rostro. Por ese motivo la causa fue caratulada como muerte dudosa, aunque se presume que accidentalmente podría haberse resbalado o golpeado al zambullirse.

Los bomberos del cuartel local, efectivos de la Sexta y de Criminalística, trabajaron en el lugar del hallazgo del cuerpo.

Viven donde pueden

mientras los corren

Van de un lado a otro sin destino fijo y viven cada día expuestos a los riesgos de la calle. Desde hace años se los ve en la ciudad (el paredón del club Alto Valle, una obra de la calle Neuquén, o la casa abandonada de Roca y Primeros Pobladores).

Cuando los “corren” de algún lugar, buscan otro sitio y así pasan las horas, tomando alcohol y durmiendo donde sea.

Mal alimentados y atrapados por la dura dependencia del consumo.

Para la mirada de quienes podrían sacarlos de esa situación de vulnerabilidad extrema son “borrachitos” que no quieren recuperarse e intentar un camino distinto.

Un hombre fue hallado muerto en un canal chico que atraviesa la zona urbana de Allen. Se trata de un indigente que se habría ahogado al intentar refrescarse, de acuerdo a las explicaciones que brindó la policía.

El cuerpo fue detectado ayer alrededor de las 16:00 a pocos metros de la intersección de la Avenida Roca y la calle Primeros Pobladores, en las aguas de un canal que se extiende de este a oeste en la localidad.

El subcomisario Escobar, de la Unidad Sexta, indicó que la víctima fue identificada mediante datos que se recabaron en el lugar ya que no tenía entre sus ropas ninguna documentación personal. Se trata de Eduardo Pichuman, de 34 años de edad, un hombre indigente y tenía problemas de alcoholismo.

Según los testimonios que recabó la policía, Pichuman había estado bebiendo alcohol etílico junto a otros sujetos que se encuentran en la misma situación de calle. Al mediodía, cuando sus compañeros se fueron a comer, Pichuman habría manifestado que se iba a refrescar en el canalito que está ubicado a la vuelta de una edificación abandonada que suele frecuentar el grupo de indigentes.

“El hombre no regresó y lo encontraron semisumergido en el canalito”, dijo el subcomisario Escobar. El jefe policial agregó que el cadáver presentaba un golpe en el rostro. Por ese motivo la causa fue caratulada como muerte dudosa, aunque se presume que accidentalmente podría haberse resbalado o golpeado al zambullirse.

Los bomberos del cuartel local, efectivos de la Sexta y de Criminalística, trabajaron en el lugar del hallazgo del cuerpo.

Viven donde pueden

mientras los corren

Van de un lado a otro sin destino fijo y viven cada día expuestos a los riesgos de la calle. Desde hace años se los ve en la ciudad (el paredón del club Alto Valle, una obra de la calle Neuquén, o la casa abandonada de Roca y Primeros Pobladores).

Cuando los “corren” de algún lugar, buscan otro sitio y así pasan las horas, tomando alcohol y durmiendo donde sea.

Mal alimentados y atrapados por la dura dependencia del consumo.

Para la mirada de quienes podrían sacarlos de esa situación de vulnerabilidad extrema son “borrachitos” que no quieren recuperarse e intentar un camino distinto.


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