La duda, clave para que absolvieran a la médica por la muerte de una joven

El juez José Colabelli absolvió en primera instancia a Estrella Perramón, médica del hospital de El Maitén, acusada de mala praxis tras la muerte de una adolescente de 17 años, a quien había practicado un aborto no punible en diciembre de 2015.

No obstante, la declaró “responsable penal por el delito de lesiones culposas, condenándola a la pena de un mes de prisión en suspenso y un año de suspensión para el ejercicio de la medicina, más accesorias legales, 50% de las costas y reglas de conducta”.

Para el magistrado, “la duda” comenzó luego de la declaración de otra medica (dijo que “daba la impresión de que no había embrión”), y en su sentencia valoró que “para que haya aborto tiene que haber vida, si no la hay tampoco hubo aborto y se la debe absolver por ese delito”.

“Me dio la pauta de no vincularla directamente con la muerte, porque Keyla cuando fue operada salió del quirófano y no fue internada en cuidados intensivos sino que fue a la sala general y ahí es donde se desencadenó todo un desequilibrio hemodinámico” que desencadenó el deceso en el hospital de Esquel, subrayó Colabelli.

La sentencia será revisada ahora por un tribunal de alzada, conforme las apelaciones que presentarán tanto la defensa de la acusada como la querella.

Por su parte, el abogado de la médica, Edgardo Manosalva, dijo ayer que durante el juicio “fue muy clara” la confrontación entre abortistas y no abortistas.

“Para toda la región fue un debate alucinante, un evento cultural donde estuvieron en juego otras cuestiones, como la posibilidad de que las mujeres que viven en esta comarca puedan acceder a abortar legalmente y en condiciones de gratuidad, sanitarias acordes y en la salud pública. De lo contrario, lo van a hacer igual y en condiciones clandestinas”, remarcó.

A su criterio, hay una falencia “no es solamente de la justicia, sino también el sistema médico. Sabemos que después de este lamentable suceso, en El Maitén ya no se hacen más abortos a menores que no vayan acompañadas por sus padres. Se están restringiendo derechos a las mujeres” insistió.

El 1 de diciembre de 2015 la adolescente de 17 años fue sometida a un aborto no punible en el Hospital Suzbonal de El Maitén pero a los 4 días regresó con fuertes dolores y esa dolencia fue tratada como una gastroenteritis. La chica, hija de peones rurales, murió. Por el hecho fue denunciada, imputada y juzgada la médica María Estrella Perramón.

Deficiencias en

la investigación

“Hubo deficiencias en la investigación”, opinó el abogado defensor Edgardo Manosalva. “Todos los peritos coincidieron en que faltaron estudios anatomopatológicos, toxicológicos, de médula o sea, ya que estamos hablando de una chica que horas antes de su muerte tenía 52 mil glóbulos blancos y pasa a 112 mil, una anomalía que nos marca quizás una leucemia. La fiscalía desenterró 17 días después el cuerpo de la paciente, cuando por protocolo la autopsia debiera ser dentro de las 72 horas”, remarcó.

Las respuestas sobre la muerte “hay que buscarlas en la investigación. La fiscalía y la querella tuvieron enfrente a las tocoginecólogas que atendieron a la paciente, al cirujano que la operó dos veces en Esquel, a los terapistas, a los enfermeros, a todos los médicos de El Maitén, y jamás preguntaron sobre otras posibles causas”.

La sentencia será revisada por un tribunal de alzada, conforme las apelaciones que presentarán tanto la defensa de la acusada como la querella.