“La gran estafa” también tiene su versión en Lamarque

Se cumplieron 20 años del mayor robo que se recuerde en la pequeña localidad de Valle Medio. Una empleada de contaduría del Municipio fue acusada de quedarse con dos millones de dólares durante 16 años y luego fugarse. La causa prescribió.

El día de su despedida, luego de décadas de trabajo en la municipalidad de Lamarque, hubo muchas lágrimas, discursos y palabras emotivas. Iris Fernández, se jubilaba y sus compañeros decidieron hacerle una fiesta. Pero, poco tiempo después se descubrió la estafa más grande que se tenga memoria a un Municipio de la zona del Valle Medio, y se la acusó a ella como principal responsable de la maniobra. Pasaron desde ese momento poco más de 20 años y la causa prescribió sin que nadie haya pagado por ese delito. Tampoco el Municipio pudo recuperar un solo peso de los millones que perdió.

A fines de 1997, funcionarios municipales de Lamarque, alertados por los rumores de empleados que mencionaban que en el sector de contaduría sucedían “cosas raras”, descubrieron que habían sido sistemáticamente engañados por una maniobra que se había desarrollado durante años en el área donde se manejaba el dinero municipal.

En diciembre de ese año la justicia inició la causa instructiva que demandaría dos años de investigación. Sólo una de las cuatro personas que en su momento aparecían como más comprometidas, quedó como sospechosa e imputada: Iris Fernández. Pero cuando fueron a detenerla, la policía no la encontró en su domicilio. Se había fugado.

Desde ese día, el 25 de agosto del 99, y hasta ahora, Iris Fernández no dejó rastros y nadie volvió a saber de ella, hasta que finalmente la causa terminó por prescribir.

En ese momento, tras un minucioso estudio contable, se supo que la defraudación que sufrió la comuna fue de 2.130.034,12 pesos, o dólares, porque cuando ocurrió el hecho reinaba la convertibilidad en el país. En la actualidad, serían unos 40 millones de pesos.

El dinero alcanzaba para dos presupuestos anuales, o lo que es más importante, para 24 masas salariales.

“Pero puede haber sido más. Porque Iris Fernández, convenció a las autoridades municipales que se quemaran los archivos anteriores al año 80. Se quemaron con muebles y todo. Se quemaron en el patio del municipio” sostuvo el exintendente radical, Ricardo Pedranti.

En esa época Pedranti, era un concejal nuevo e incluso fue contra el “consejo” de sus propios correligionarios y dio a conocer el caso a la justicia.

Durante 16 años

La manera en que este dinero fue sacado de las arcas municipales puede entrar en cualquier libro de récords.

La estafa se desarrolló sistemáticamente todos los meses durante 16 años, o al menos fue este período el que se pudo comprobar en la justicia.

Durante esos años, se menciona que desde el sector de contaduría, que estaba a cargo de Iris Fernández, se engañó a todos los que pasaron por el municipio.

La maniobra era un tanto burda pero efectiva. Consistía en no hacer figurar en las listas mensuales de pago de salarios, los adelantos que se les daba a los empleados durante el mes.

De este modo, la nómina de salarios era acreditada en forma total, pero al cobrar a los empleados se les descontaban los adelantos. El dinero sobrante de la nómina quedaba en manos de quien se imputa como responsable.

Tras las investigaciones, la justicia imputó a Fernández por 117 causas de desfalco, una por cada mes en que se comprobó la estafa.

Luego de la investigación, el juez penal de ese momento, Carlos Vila, ordenó el 25 de agosto del 99 que fuese detenida. Pero, al ir a buscarla a su casa, la mujer había desaparecido.

Desde entonces y hasta la prescripción de la causa, nunca más se vio a la mujer en forma estable en la zona. Incluso se había ordenado su detención a nivel nacional e internacional.

Sobran las preguntas en la mayor estafa que se recuerde en la historia del Valle Medio, o al menos hay aspectos que resultan inexplicables.

El contexto político, intereses cruzados, un pueblo chico donde todo tiene que ver con todo, se fundieron como terreno fértil para que finalmente la causa, una de las más importantes en materia de delito económico en la comarca, quedara finalmente sin condena y que el Municipio perdiera millones de pesos.

El impacto económico en el Municipio

Los poco más de dos millones de pesos que se llevó Fernández llevados a cálculos actuales significan algo así como 40.470.646 millones. Es que en ese momento regía la convertibilidad y los 2.130.034 de pesos son esa misma suma en dólares, si se calcula en la actualidad que el dólar esta en 19 pesos da esa escalofriante suma.

En obras se podrían hacer 10 terminales de ómnibus, la inaugurada hace poco demando una inversión total de 4 millones de pesos.

O se podrían haber hecho 40 cuadras de asfalto, si se tiene en cuenta que cada cuadra cuesta un millón de pesos. También se podrían haber construido dos o tres escuelas.

Sólo para tener en cuenta, cuando se descubrió la maniobra a fines de la década de los 90 el dinero total dos presupuestos anuales completos. Para ser más gráficos, un total de 24 masas salariales completas.

El daño que significó el desfalco no fue sólo a la comuna, fue literalmente a toda la comunidad.

Pasaron más de 20 años y la causa prescribió sin que nadie haya pagado por ese delito. Tampoco el Municipio pudo recuperar algo de los millones que se perdió.

¿Iris Fernández estuvo

otra vez en Lamarque?

Pasaron más 20 años desde que el caso salió a la luz.

Durante muchos de ellos, nadie supo del paradero de Iris Fernández y los pocos que lo sabían mantenían un silencio inquebrantable.

Pero algunos vecinos afirman que la mujer estuvo nuevamente en Lamarque.

Y aunque mantiene un perfil bajo, alejada de los lugares públicos, hace poco dicen haberla vista en una conocida panadería, donde fue duramente escrachada por algunos vecinos que no han olvidado el caso.

Pero al parecer, la mujer no vive en forma estable en Lamarque.

Dicen los vecinos que suele regresar cada tanto para cobrar la jubilación.

Su vivienda, un hermoso chalet en la calle San Martín es desde hace un tiempo, la residencia de un reconocido vecino de la ciudad.

El rastro de Iris Fernández se pierde entre las anécdotas, quienes la han visto de manera ocasional y esa huella imborrable de una causa que quedo en la nada.

Esta historia está plagada de ironías.

Cuenta Marcelo, un ex empleado municipal, que “al poco tiempo de que se descubriera todo, Iris ganó una buena cantidad de plata en la quiniela. ¿Sabés con qué número ganó? Con el 32. ¿Sabés qué es el 32 en la quiniela? El dinero. No me digas que no era el destino”.

A medida que pasaban los años, el presentimiento de los habitantes de Lamarque de que la causa quedaría impune se fue haciendo realidad.

Esta percepción de los vecinos fue abonada con certezas.

Como por ejemplo la inacción de los asesores letrados de la comuna durante ese proceso. De hecho, esta quietud legal se terminó por llevar puestos a dos asesores legales.

En lo penal, la causa llegó hasta el pedido de captura. En lo civil no hubo acciones para recuperar lo perdido.

Datos

La telaraña política

que envolvió el caso

Iris Fernández, era apreciada por propios y extraños. Aún siendo militante radical, transitó por varios gobiernos de signo peronista. De hecho, cuando se develó la maniobra, el gobierno municipal estaba a cargo del justicialista Miguel “Piche” González.

Para los principales actores políticos de la ciudad, e incluso de la provincia, que saliera a la luz la estafa, fue un cimbronazo. La primera reacción del arco político fue “no hacer olas”.

Mencionan distintas fuentes que se había llamado a una suerte de pacto para que todo quedará en silencio. Hubo por ello varias reuniones. Pero el accionar de Pedranti, más una fuerte presión de los medios de comunicación, hicieron que la justicia tomará el caso de oficio.

La investigación, más el desgaste de varios años de gobierno justicialista, hicieron que el radicalismo ganara en las elecciones municipales del 1999.

La UCR gobernó durante 8 años, y desde entonces se han sucedido los gobiernos justicialistas. “Lamarque es un pueblo peronista, y es invencible. Sólo por ese caso y el desgaste pudimos ganar”, sostuvo Pedranti al recordar el caso.

Ese entramado político que se dibujaba bajo el caso de Iris Fernández, muchas veces lo atravesaba.

En esos años, los comentarios de pasillo hacían referencia a que la mujer no actuó sola y con el dinero de su accionar llegó incluso a financiar y apoyar campañas.

Altas figuras políticas provinciales se involucraron en el caso, tanto del radicalismo que manejaba los destinos de Río Negro, como del Justicialismo a través de sus representantes nacionales.

Un funcionario judicial, que participó de manera activa del caso, en una charla “off the record” con este medio sostuvo que había recibido llamadas desde importantes despachos. En estas comunicaciones le habían mencionado que se encontraban preocupados por el avance de la causa.

Ambos actores ya no están sus funciones. Y el caso hace rato esta cerrado.

La estafa se desarrolló sistemáticamente todos los meses durante 16 años, o al menos fue este período el que se pudo comprobar en la Justicia.

Datos

Pasaron más de 20 años y la causa prescribió sin que nadie haya pagado por ese delito. Tampoco el Municipio pudo recuperar algo de los millones que se perdió.
20
Los años que pasaron desde que se descubrió la estafa.
2.130.034,12
pesos (dólares) fue lo que comprobó la Justicia que alcanzó la estafa.
2
presupuestos anuales representaba el dinero que se robó durante 16 años.
117
causas de desfalco fueron por las que se procesó a Iris Fernández.
La estafa se desarrolló sistemáticamente todos los meses durante 16 años, o al menos fue este período el que se pudo comprobar en la Justicia.

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