Tres hombres al unísono en el caso López: en esa casa no pasó nada

En su indagatoria, el ahora exlegislador tuvo que admitir lo que antes ocultaba con énfasis: que fueron con las chicas al boliche y a su casa. Pero negó sexo.

Fastidiados tras una madrugada frustrada. Así resumieron los imputados lo que ocurrió el 20 de noviembre en la casa que una jovencita y su prima señalaron como escenario de un abuso sexual.

El ahora ex legislador Rubén López, el ex futbolista Luis Abramovich y un joven pampeano declararon con idéntica traza argumental: nada pasó esa noche. Fueron con las chicas al boliche Única, de allí a la casa de López, buscaron sexo pero no encontraron preservativos. Y se fueron con la impotencia y las burlas a cuestas. Pareciera el relato de una anécdota adolescente si no fuera por la dramática secuencia denunciada por dos de las tres chicas que estuvieron allí.

De las explicaciones vertidas en las indagatorias -a las que accedió “Río Negro”– hay una importante conclusión: López mintió cuando le juró a este diario, y ratificó luego en su Facebook, que se encontraron a las chicas en el boliche, y que éstas nunca estuvieron en su casa.

Sin embargo la semana pasada, ante la Justicia, el gremialista cambió radicalmente su libreto. Admitió haber llevado en su camioneta a las jóvenes desde La Ponderosa hasta Única y luego a su vivienda, siempre junto a los otros dos hombres.

Quedó claro también que –tal como denunciaron las chicas– los seis permanecieron en la habitación de López donde hay una “cama grande”. La notable diferencia es que los hombres y una de las mozas aseguraron que se mantuvieron vestidos y sin tener sexo, mientras la denunciante y su prima hablaron de un cuadro donde “todos estaban desnudos” y en actividad sexual.

Recordemos que la denunciante describió que no se acuerda absolutamente nada desde que cenaron al término de sus labores como mozas en la Peña de Boca, en La Ponderosa, hasta que despertó en la cama mientras era abusada por López y Abramovich.

Su prima confirmó el abuso, pero dijo haber visto en esa situación a López y al pampeano. Luego, el padrino de ambas testimonió lo que le escuchó decir a su ahijada: “Ella (por la víctima) no podía mover los brazos, se la pasaban los tres como a una muñeca”. Las primas infirieron que les pusieron algo en la bebida.

En ese sentido, surge un dato relevante: el testigo pampeano aseguró haber visto que una de las chicas mezclaba (en el boliche) champaña con energizante. Esto luego de que llevaran consumidas, entre todos, tres o cuatro botellas y algo de fernet antes.

Así como la denunciante aseguró que su amnesia fue total (al punto que sólo sabe que estuvo en Única porque se lo dijeron), la prima sostuvo que ella no recuerda cómo salieron del boliche, ni cómo se fueron de la casa de López. Dijo haber visto a su familiar con “los ojos idos” y su madre le advirtió “pupilas dilatadas” cuando volvieron. Esta joven admite haber tomado otras veces pero “nunca sentirse así”. La denunciante directamente negó el consumo de droga ni de alcohol.

En cambio, ninguno de los hombres dijo en qué estado físico vieron a la denunciante. Hablaban de las chicas en forma genérica.

“¿No hay… quién busca?”

Lo que López declaró en su indagatoria fue esta secuencia:

Que él mismo organizó y contrató a las mozas (cabe recordar que siempre negó que tuviera que ver con la propiedad La Ponderosa, que se le adjudica). Incluso añadió que estaba “arriba cocinando y que se bañó, porque se enteró que estaba el gobernador (Weretilneck) y el intendente (Tortoriello)”, para quitarse el olor a ahumado.

Que se sacó fotos con Abramovich, a quien no conocía. Y como “me saqué fotos, empezó a acercarse gente” para lo mismo. Le presentaron al futbolista. A él le habló de un proyecto “en escuelitas de los barrios”. Y quedaron en seguir tratando el tema.

Que las tres chicas les pidieron que las acercaran a Cipolletti. Aceptó y fue a buscar a Abramovich y al pampeano porque tenían que irse al hotel para después tomar un avión.

Que entonces las chicas dijeron “Vamos a Única”. López preguntó al ex futbolista y al acompañante si querían. Aceptaron. Y fueron.

Que allí tomaron champaña, y que en un momento las chicas se ausentaron, volvieron, bailaron y “se pasaron de boca en boca un hielo” entre ellas y a los hombres.

Que había “una competencia de dos chicas por Abramovich (entre la que no estaba la denunciante). Charlaron con el futbolista sobre el proyecto de la escuela.

Abramovich dijo en un momento: “Vamos” y salen del boliche. Una de las chicas propone: “Tomemos algo más” y López ofrece su casa. Aceptan todos.

Llegan y, en la habitación, la denunciante “toma de la mano al muchacho de La Pampa y se saca remera y corpiño”. Entra Abramovich y lo cambia por él. López los ve a los besos, tirados en la cama, hasta que “en eso Abramovich se da vuelta y pregunta si hay forros” (SIC). “Vayan buscar”, ordena, pero López dijo que se negó. “Luis se calentó y salió de la habitación”. Así –según el legislador– terminó todo.

Se retiraron juntos en la camioneta. Primero dejaron al futbolista y a su amigo. “Las chicas les gritaban ‘cagones’, ‘arrugaron’, ‘no nos hicieron nada”. Luego dejó a las primas y finalmente a la restante.

Los testimonios de Abramovich y del tercer hombre no se apartaron de este relato.

El futbolista añadió que cuando subió a la camioneta para ir a Única “se da cuenta que estaban las chicas atrás”, que las “las tres hablaban normalmente, estaban divertidas” y que no vio a López ni a su compañero tener relaciones.

El pampeano dijo lo mismo y sólo sumó lo del energizante.

Sobre los horarios, los tres plantearon confusas percepciones. Pero se encargaron de remarcar que no estuvieron mucho tiempo en la vivienda.

Como se recordará, la tercera chica tuvo un testimonio similar, pero aseguró que fueron “en taxi” a Única y que “no recuerda” que hayan ido a la casa de López, aunque sí se acordó de detalles adentro, entre ellos “que no tuvieron relaciones”.

“A las lacras las exponemos, y quien no lo hace debería dar explicaciones a sus afiliados y a la comunidad en general. (…) Decir por qué prefieren el silencio y la pasividad”.

Rubén Belich, jefe de la CGT, furioso por el mutis de gremios en el caso López.

El exfutbolista Luis Abramovich y el otro testigo, un joven pampeano, expusieron relatos de los hechos muy similares a los declarados por López.

“Me parece bien que haya renunciado, aunque lo hizo acorralado. También me llamó la atención el silencio del oficialismo”,

dijo Marta Bizzotto, legisladora del FpV.

Datos

“A las lacras las exponemos, y quien no lo hace debería dar explicaciones a sus afiliados y a la comunidad en general. (…) Decir por qué prefieren el silencio y la pasividad”.
El exfutbolista Luis Abramovich y el otro testigo, un joven pampeano, expusieron relatos de los hechos muy similares a los declarados por López.
“Me parece bien que haya renunciado, aunque lo hizo acorralado. También me llamó la atención el silencio del oficialismo”,

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