Violento asalto a una casa en el Alto de Neuquén

Ocurrió a metros del Juzgado Federal; se llevaron dinero en efectivo y joyas.

Luis García

El dueño de casa hizo público el hecho para que la Policía tenga que ponerse a trabajar en el esclarecimiento.

NEUQUÉN (AN)- Dos delincuentes asaltaron una vivienda ubicada en uno de los sectores más vigilados de la ciudad, se alzaron con dinero en efectivo y joyas y escaparon en el auto que le robaron a un vecino, mientras desde una obra en construcción los obreros les arrojaban piedras. El asalto quedó bajo la mordaza informativa que la Policía impone sobre los hechos de relevancia, de modo que fue imposible encontrar un vocero oficial que hable sobre el tema. De todos modos “Río Negro” pudo saber que el hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la zona de Periodistas Neuquinos y Brown, en el alto de la ciudad. A media cuadra está el juzgado federal y a poco más de dos cuadras las fiscalías penales de la provincia. Ambos edificios tienen custodia permanente. El asalto lo sufrió la familia de un comerciante local, cuyo nombre se mantiene en reserva. Se desarrolló el lunes a las 9, luego de que el comerciante se fue a su trabajo y en la casa quedaron la esposa y la empleada. La dueña de la vivienda abrió el portón y aparecieron dos sujetos con armas de fuego de grueso calibre (serían revólveres calibre .38) que la obligaron a ingresar otra vez en la vivienda. Uno de los asaltantes, que aparentaba más de 30 años, daba las órdenes mientras que el otro, de más de 20, se limitaba a obedecer. Estaban preparados: llevaban guantes, pasamontañas y cuatro sogas de exactamente 80 centímetros cada una, con las cuales ataron de pies y mano a las dos mujeres. “Ya sabemos que tu marido se fue y no vuelve. Dame la plata y las joyas y nos vamos”, le ordenaron a la dueña de casa, sin ejercer violencia física pero sí verbal. La mujer les indicó que el dinero estaba en la parte superior. Los delincuentes la hicieron subir para que ella misma lo buscara. También les entregó joyas que eran un recuerdo familiar. Mientras tanto la empleada logró desatarse las manos y dando saltitos, porque tenía los pies aún atados, llegó a la calle y pidió auxilio. Cuando los ladrones lo advirtieron salieron corriendo por la parte posterior de la vivienda, treparon un paredón de cuatro metros y cayeron del otro lado, en la vereda de Brown. Justo un vecino salía en un Peugeot 307; lo obligaron a descender y escaparon en el vehículo. Los trabajadores de una obra en construcción presenciaron toda la escena y les arrojaron piedras a los delincuentes, quienes desaparecieron a toda velocidad. El comerciante dijo a “Río Negro” que quería que el hecho se haga público, porque “si no tiene trascendencia no pasa nada; de esta manera la policía se verá compelida a trabajar”.


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