El ferretero es “no culpable” y ahora se replantea su futuro

Afirmó que se quiere ir de Neuquén “porque hay mucha impunidad”. El fiscal no pudo probar que junto a su primo le dispararon al chico de 16 años.

Un jurado popular declaró no culpables a Damián Piñel (37) y su primo Reinaldo Ulloa (54), por la muerte de Jonathan Contreras (16), ocurrida el 25 de diciembre del 2014 en la Toma 7 de Mayo. El veredicto se conoció el lunes y los defensores sostuvieron que hubo deficiencias en la investigación de la fiscalía.

En el proceso judicial los dos hombres estaban imputados por los delitos de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, en concurso real con homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa, todo en calidad de coautores.

Un día después de conocer el veredicto, Piñel se encuentra invadido por varias emociones y su rostro denota cierto alivio. Es un hombre delgado y alto, tiene las manos curtidas por su trabajo y un carácter apacible. Pronuncia pocas palabras y solo se limita a decir que ahora tiene “un problema menos”. “No tengo la presión de que voy a perder 20 o 25 años de mi vida”, aseguró.

Por delante le queda “acomodar las ideas y ver como voy a seguir. Fueron dos años de mi vida que perdí dando vueltas para acá y para allá”, se lamentó.

El hombre relata que los tormentos en su vida iniciaron a mediados del año 2014, que fue víctima de un hostigamiento permanente de la denominada banda de “los Champú” y que llegó a estar “79 días preso en mi casa, no podía salir a comprar por miedo a que me maten”.

Su vida terminó de dar un giro el 25 de diciembre de ese año, cuando se vio involucrado en el enfrentamiento donde perdió la vida Contreras. “Ese día perdí todo, mi casa mi familia, perdí un capital que llevaba ocho años trabajando”. Hoy quiere irse de Neuquén, tiene su casa en venta y dice que está “buscando otro lugar , porque tengo miedo y en Neuquén hay mucha impunidad”.

Su abogado particular, Michel Rischmann, explicó que en el juicio hubo muchas inconsistencias de la fiscalía, que quedaron expuestas con las pericias y los resultados de la autopsia de Contreras.

La reconstrucción del episodio ubica a Piñel sobre la ferretería de su propiedad y a una extensa distancia, de donde fue herido Contreras: “según la planimetría -Piñel- estaba a 90 metros de distancia y 9,4 metros de altura por encima de donde estaban los menores. La autopsia de Contreras, dice el disparo le entra por entre medio de la cuarta y quinta costilla en linea recta y que habría sido a menos de un metro. Si Piñel hubiera efectuado ese disparo, la bala hubiera ingresado desde arriba hacia abajo, jamás en linea recta”, acotó Rischmann.

El abogado entendió que “a lo largo del debate el jurado entendió que muchos de los testigos oculares mintieron, tuvieron contradicciones entre lo que declararon ante el fiscal y lo que declararon en el juicio. Personal policial también mintió. La gente entendió que la investigación de la causa fue mal efectuada y que no había elementos para condenarlos”, concluyó.

El juicio comenzó el 19 de septiembre y finalizó este lunes con los alegatos de las partes en horas de la mañana y el veredicto absolutorio por la tarde.

El caso

Los hechos que se juzgaron ocurrieron el 25 de diciembre de 2014 a las 20 en la calle Racedo al final del barrio Cuenca XV en donde tras un enfrentamiento verbal y una balacera, Jonathan Contreras, de 16 años, recibió un disparo que le dio de lleno en el corazón. En tanto que el otro joven con el que estaba, Jonathan Oviedo, recibió un disparo en el abdomen que le afectó el intestino pero pudo sobrevivir y se recuperó.

Un jurado popular determinó que no había pruebas suficientes para condenar a los dos hombres. La familia de Piñel recibió varias amenazas y quiere irse de Neuquén.

“Fue indescriptible la sensación de escuchar al jurado, porque perdí todo. Lo único que te queda es la libertad y te la quieren quitar”.

Damián Piñel fue absuelto por un jurado popular por el delito de homicidio.

Datos

El juicio comenzó el 19 de septiembre y finalizó este lunes con los alegatos de las partes en horas de la mañana y el veredicto absolutorio por la tarde.
“Fue indescriptible la sensación de escuchar al jurado, porque perdí todo. Lo único que te queda es la libertad y te la quieren quitar”.

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