Néstor Nicora, titular del INTA: “El problema sanitario es una cuestión central por resolver en el Valle”

Néstor Nicora se muestra como un hombre cauto, pero con ideas muy claras a la hora de expresar los objetivos que busca al frente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Asumió el cargo unos días después que el presidente Mauricio Macri juró como presidente de la Nación. Es un veterinario que conoce a fondo la institución. Fue su vicepresidente en dos gestiones distintas; la de Carlos Cheppi (2004 al 2008) y Carlos Paz (2008 al 2009). Conoce los problemas que afectan al sector del norte de la Patagonia y expuso sus propuestas para muchos de ellos. Interpreta que la crisis sanitaria del valle frutícola de Río Negro y Neuquén es clave para poder volver a poner de pie al sistema. No estuvo ausente la autocrítica sobre lo actuado hasta la fecha en la crisis, pero hizo hincapié en que sin la participación activa del sector privado difícilmente se pueda llegar a los objetivos sanitarios deseados.

A continuación se detalla parte de la conversación mantenida con el funcionario.

P- ¿Está conforme con lo actuado por el INTA?

R- En un país como el nuestro, tenemos una visión de que cuando algo no anda se cambia todo. Pero el INTA no tiene esta historia, es un claro ejemplo de cómo se construye una política de Estado. Es una institución que nunca perdió su rumbo pese a los vaivenes políticos y económicos del país en estas últimas décadas.

P- ¿Existieron algunas quejas sobre el bajo presupuesto que tiene para este año?

R- En valores reales estamos solo en un 0,4% menos que 2016. O sea que no hemos perdido capacidad de trabajo.

P- ¿Alcanza con eso?

R- Ningún recurso es suficiente para llevar adelante políticas públicas. Lo que hay que tener en claro es consolidar calidad en el gasto y administrarlo de la mejor manera posible. El INTA ha crecido mucho en estos últimos años con esta idea.

P- ¿En personal también crecieron?

R- No tanto. Creo que en los últimos cuatro años se incorporaron alrededor de 120 personas. Hoy la planta total del INTA, permanente, transitoria y contratos, llegamos a las 7.300 personas. Unas 4.000 son profesionales, y unas 2.000 con posgrados y grados superiores. Pero cuando hablo de crecimiento hago alusión que hoy tenemos 53 estaciones experimentales, 5 institutos de investigación para las pequeñas agricultura familiar.

P- ¿Por qué hay desconexión con el sector privado?

R- Yo creo que mucho se debe a que algunos no toman conciencia del rol empresarial, que es fuerte en cualquier actividad. Pero el INTA tiene los mecanismos para que el sector privado se siente en la mesa de discusión para definir programas de desarrollo.

P- ¿Porque el divorcio?

R- En principio no sé cómo está la región al norte de la Patagonia. Pero no debería ser así. Yo soy un facilitador y promotor del vínculo con el sector privado.

P- ¿Cualquier acuerdo es bueno?

R- Lo que hay que tener en claro son los objetivos que perseguimos, porque se corre el riesgo en una institución pública que sale a la búsqueda de financiamiento internacional que los objetivos institucionales fijados terminen siendo orientados sólo a un sector del conjunto. Y nosotros somos una institución que básicamente producimos bienes públicos. Eso no quiere decir que si el INTA se vincula con una empresa en un programa de mejoramiento genético y producen una nueva variedad, que en convenio es el INTA quien la inscribe y la patenta, la empresa que ha puesto dinero no tenga su beneficio. El arroz más comercializado en todo Sudamérica llega de esta manera, a través del INTA en Entre Ríos.

P- ¿Cómo están con el parque automotor del organismo?

R- Con un problema ya que entre los 3.000 vehículos hay un promedio de unos 200.000 kilómetros. Es un tema complicado porque el auto es una herramienta para el extensionista. El inconveniente central es que hay un marco legal que señala que el Estado tiene que comprar automóviles a través de leasing y a nosotros nos complica porque esa figura no es considerada inversión y yo no lo puedo sacar de mi presupuesto esa partida, lo tengo que sacar por las partidas de funcionamiento y ahí está el problema. Estamos haciendo trámites para tratar de destrabar este tema. Nosotros como Estado no tenemos ningún tipo de beneficio con el leasing, sí el sector privado.

P- ¿Está al tanto de la crisis frutícola del Valle?

R- La conocemos, y el problema sanitario aparece como una cuestión central por resolver. Ahí creo que hay que cambiar de paradigma, ya que tienen que involucrarse todos en este tema. Yo estoy más ligado al sector ganadero y los costos del programa contra la aftosa lo termino absorbiendo el productor agropecuario; se organizó, se lo puso al hombro y lo saco adelante el problema. De alguna manera uno no percibe que haya una voluntad en otros sectores para resolver problemas estructurales sanitarios de esta misma manera. Para el caso del Valle tengo entendido que el ministerio ya instruyó al Senasa para que comience a a trabajar sobre una salida al tema.

P- ¿El INTA se hace alguna autocrítica sobre la crisis en la que está sumergida la fruticultura?

R- Cuando analizamos la crisis de la fruticultura, claramente nos damos cuenta que muchos fueron los factores que nos llevaron a este punto. El tema de la falta de nuevas variedades fue uno de ellos. Nosotros deberíamos hacer una análisis interno en nuestra institución, pero no solo para dar respuesta de aquí en adelante a esta demanda de tecnología sino también de qué nivel de responsabilidades tuvimos en la actual crisis y como nos acomodamos para que esto no vuelva a suceder. Por eso nosotros estamos apuntando a un área con una fuerte visión prospectiva porque ya no se puede trabajar sin ella. En este sentido, queremos dejar una visión de mediano y largo plazo en todas las actividades.

Perfil

del funcionario

Datos

Médico veterinario de la Universidad Nacional del Nordeste en 1979. En 1992 egresó del Centro de Estudios e Investigaciones para la Dirigencia Agropecuaria (Ceida), y realizó el curso de asesor de los grupos CREA.
Desde 1990 hasta 1996, fue director de Ganadería de Formosa. Luego, entre 1996 y 2006 se desempeñó como Ministro de la Producción de la misma provincia. Durante el periodo 2004-2009 ejerció la vicepresidencia del INTA. De 2010 hasta 2015 fue presidente de la Sociedad Rural de Pilcomayo y de la Fundación de Sociedades Rurales Formoseñas.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios