Incendio en tribunales: procesaron a los siete imputados

El juez Ignacio Gandolfi procesó a los siete imputados por el incendio de los tribunales de Viedma, ordenando la prisión de preventiva de seis -entre ellos, del abogado Ignacio Galiano- al entender que existen “elementos precisos y coincidentes”, y “puebas suficientes” de sus responsabilidades en el “atentado” al Poder Judicial.

Ese ataque se produjo en la madrugada del 26 de julio del año pasado, destruyendo el juzgado penal N° 4, a cargo de Carlos Mussi.

Gandolfi consideró como “coautores” del hecho a los hermanos Fabricio e Ivan Colman, Ricardo Iván Becerra y Roberto Morales Paz, y también incluyó en esa participación al abogado Galiano por su rol de “mentor intelectual”. En cambio, procesó por encubrimiento al policía Gustavo Salinas (agravado por su condición de “funcionario público”) y a la abogada Daniela Vivas, a ésta no se le dictó prisión preventiva entonces seguirá en libertad. El juez le otorgó la eximición de prisión el jueves pasado después de una ampliación de indagatoria.

En su resolución de 82 páginas, Gandolfi evalúa las imputaciones de la fiscal Itziar Soly y repasa las diferentes pruebas, esencialmente decenas de desgrabaciones de escuchas telefónicas entre los imputados.

Luego, el juez considera la “existencia de pruebas suficientes en grado de sospecha de que los imputados tienen responsabilidad en el atentado”, a pesar que reconoce que las medidas “todavía no se agotaron” y quedan “elementos de prueba” por producirse en etapas posteriores.

Pondera “los daños materiales del Poder Judicial” y “adiciona el daño inmaterial y simbólico inconmensurable que el incentio trajo aparejado”. Resaltó encontrarse “frente a un atentado que no tiene antecedentes ni parangón en la historia” de Río Negro

Considera que sus “autores idearon y dirigieron su accionar, intentando con el fuego desencadene poderes destructivos capaces de producir un peligro concreto”, y “consecuentemente daños directos en el juzgado” y “los bienes que se encontraban”.

Afirma que “hay elementos suficientes para presumir que el incenfio fue el medio empleado para obtener otro resultado, que consistió en la destrucción de las instalaciones judiciales”

Asignó la participación a los dos hermanos Colman, Becerra, Morales Paz y Galiano, acusándolos a los cuatro primeros en la concreción del hecho mientras que al abogado lo consideró como “mentor intelectual. Todos ellos -agregó- tomaron parte en la planificación y puesta en ejecución del mismo. Cada uno de los coautores tiene en sus manos el dominio del hecho, a traves de su función específica en le ejecución del suceso total porque como el plan concreto incluye su aporte, si el no hace su parte, el hecho fracasa”. Concluye que “existe coautoría entre sus autores materiales y su autor intelectual”.