Los “extremos” de la capital neuquina comparten reclamos

Radiografía de la agenda común de Confluencia, Valentina Norte Rural, Río Grande y Colonia Rural Nueva Esperanza. Reclaman acciones conjuntas de Municipio y gobierno provincial.

Los extremos de Neuquén Capital se unen en sus necesidades. Alejados del centro, los barrios ubicados en los puntos cardinales piden que su agenda sea atendida por las autoridades municipales y el gobierno provincial. Seguridad, obras para mejorar los servicios públicos y pavimento en las calles troncales, unen la voz de los representantes vecinales. También exigen mayor trabajo en conjunto entre los gobiernos.

En un año electoral, los presidentes de las comisiones vecinales saben que recibirán muchas promesas y esperan que algunas se cumplan.

“Tenemos sectores que necesitan el compromiso municipal de cumplir lo que prometen”, dijo Luciano Montecinos, presidente de la comisión de Confluencia, uno de los barrios más poblados del este de la ciudad. Indicó que la zona “cumplió 92 años y no tiene un cordón cuneta como la gente, además de asfalto en sus calles troncales”.

Pidió por la construcción de un colegio secundario ya que no cuentan con uno propio y tienen más de 25.000 habitantes.

El asentamiento más al oeste de la capital neuquina es Valentina Norte Rural. El titular de la comisión vecinal, Armando López, comentó que “principalmente necesitamos una comisaría. Por la inseguridad los vecinos nos terminamos defendiendo solos”.

También señaló que esperan con ansias la construcción de la Colectora Cloacal del Oeste II, la cual estaría lista en dos años.

Hacia el norte, Colonia Nueva Rural Esperanza vive sin agua potable de red y espera por la inversión de 55 millones de pesos que les lleve el servicio. “Hace poco, obtuvimos el agua para el riego. Desde hace 15 años nos llega en camiones, que día por medio entrega 2.500 litros por vivienda” explicó Ever Urrutia, vicepresidente vecinal, este trabajo tiene costo anual de 50 millones de pesos, que destina la municipalidad.

La superficie del barrio, es de 708 hectáreas y viven alrededor de 800 familias que trabajan la tierra, cuentan con producción avícola y porcina. “Las dimensiones del barrio hace complejo todo. Con una comisaría propia y policías fijos que nos conozcan podríamos sanear uno de los temas mas graves”, precisó Urrutia y agregó que “es común que alguien ande con un cuchillo en la cintura. Si lo ves en la avenida Argentina te asombras, pero acá es normal”.

A la lista de pedidos, Urrutia le sumó la necesidad de asfaltar las calles troncales del barrio, por donde circulan los ramales de los colectivos.

En los limites con el río Limay, la realidad es distinta, pero también tiene sus listado de reclamos. “Nosotros teníamos un barrio tranquilo, el progreso nos superó, no nos molesta, pero tenemos problemas con el ruido, la falta de control en la venta de alcohol y las picadas de autos”, confesó Álvaro Quintana, de la vecinal Río Grande.

“Tenemos una plaza que regamos y cuidamos los vecinos. De vez en cuando aparece la municipalidad. No tiene luz, ni riego”, aseguró Quintana que además destacó: “mucho de lo que tenemos lo hicimos a pulmón entre todos”.

Por ultimo, el presidente vecinal adelantó que se encuentra pidiendo por la apertura de la calle San Luis, para mejorar el tránsito y evitar accidentes.

Voces coordinadas

Más diálogo municipal

La falta de comunicación con la municipalidad de Neuquén, es otra preocupaciones de los presidentes vecinales. Esperan que en un corto plazo se mejoren las relaciones y la presencia del Ejecutivo en sus barrios.

“Con la municipalidad tenemos conversaciones de sordos. Pedimos un regador y nunca llegó”, respondió Urrutia Colonia Nueva Esperanza Rural y afirmó que “el municipio está ausente en Colonia”. En sintonía con Urrutia, el presidente de la vecinal Río Grande, Álvaro Quintana admitió que son atendidos por las autoridades, pero no reciben respuestas. “Por el reclamo de la calle San Luis, nos atendió Fabián García, de Movilidad Urbana, pero nunca mas nos llamaron”. “Estamos esperando que cumplan. Además, que cambien la forma. Por ejemplo, asfaltar desde el barrio hacia el centro y no al revés”, dijo Luciano Montecinos.

“No se controla, y
eso nos trae problemas. Controlando un poco vamos a poder estar todos más tranquilos”.

Álvaro Quintana, presidente de la comisión vecinal de Río Grande.

“La Municipalidad
en Colonia Rural Nueva Esperanza
es inexistente. No hacen ni mal ni
bien. Es que no hacen”.

Ever Urrutia, vicepresidente de
Nueva Esperanza.

“Venimos trabajando en una política social, de diálogo, contención, y en cambiar la imagen
de la policía en
el barrio”.

Luciano Montecinos, presidente de la comisión vecinal Confluencia.

“Tenemos un diálogo fluido, pero trabajado con la Municipalidad. Insistimos y vamos hasta que nos atienden”.

Armando López, titular de la vecinal en Valentina Norte Rural.

Datos

“No se controla, y
eso nos trae problemas. Controlando un poco vamos a poder estar todos más tranquilos”.
“La Municipalidad
en Colonia Rural Nueva Esperanza
es inexistente. No hacen ni mal ni
bien. Es que no hacen”.
“Venimos trabajando en una política social, de diálogo, contención, y en cambiar la imagen
de la policía en
el barrio”.
“Tenemos un diálogo fluido, pero trabajado con la Municipalidad. Insistimos y vamos hasta que nos atienden”.

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