Panorama complicado para las tierras rurales

De un tiempo a esta parte, el paisaje que supo ser autóctono en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, comenzó a transformarse lentamente. Quizá hasta imperceptiblemente para la mayoría. Lo cierto es que quizá, los cambios que ha sufrido la geografía de la zona, hagan que las cosas ya nunca vuelvan a ser como eran.

El dato crucial, es la crisis que ha experimentado la actividad frutícola durante la última década. Diferentes decisiones de política económica, tanto durante el gobierno anterior como en el actual, combinadas a condiciones desfavorables en el mercado internacional, y con el acelerado crecimiento de la actividad petrolera, han decretado que la fruticultura se encuentre hoy en franco retroceso en la región que supo ser ícono de la actividad a nivel nacional y global.

El resultado, es que cientos de hectáreas de tierra que históricamente fueron dedicadas a la fruta, deban buscar hoy otro propósito. Los propietarios de las chacras que salen de producción, necesitan reconvertir la producción en otro tipo de cultivo, mudarse a la ganadería, o vender (en ciertas ocasiónes “mal vender”) sus tierras.

En muchos casos el panorama es desolador. En otros, los productores logran cierto grado de diversificación o de integración vertical dentro de la fruticultura, y tienen la capacidad de esperar a que las condiciones cambien. Mientras tanto, el valor de la tierra se desplomó hasta un 50% durante los últimos dos años.

El ingeniero agrónomo Ricardo Epifanio es un experto en relación a la dinámica del mercado de tierras rurales, y en diálogo con Clasificados Río Negro, explicó cuál es la situación actual del sector y las perspectivas para el mediano plazo.

PREGUNTA: ¿Cuál es la situación actual de la fruticultura?

RESPUESTA: Hasta el año 2015, podemos decir que siempre hubo en la fruticultura ganadores y perdedores. Pero el último año del gobierno anterior, y los dos años que lleva el actual gobierno, han sido muy malos para la actividad. No solamente hay un problema de calidad de la producción, sino que además está cada vez más concentrada la comercialización. Ello se agrava por los altos costos que se registran en pesos, y por el atraso del tipo de cambio. En este momento, los únicos que se salvan son los que tienen una producción superior a los 45.000 Kg por hectárea de buenas variedades, los que están integrados verticalmente, o los que se han dedicado a la fruta orgánica, que han tenido buenos años. El resto del sector está en retroceso. Y un último agravante es la desaparición de los grandes compradores de fruta. Así, los productores que no son parte de una cadena integrada, se quedan con la fruta en la planta.

P: ¿Cómo es el panorama en cuanto a las tierras?

R: Hay una gran oferta de chacras, lo cual de por sí, ha hecho bajar los precios de la tierra. Y hay un nuevo fenómeno en las chacras que es la aparición de la ganadería. A raíz de la barrera sanitaria hay un precio diferencial en la carne, y la rentabilidad es mayor aun que en la pampa húmeda. Con el agregado de que en tierras bajo riego, en lugar de un animal por hectárea, se puede colocar cuatro animales por hectárea, con lo cual aumenta notablemente el rinde de la tierra. Es por ese motivo que el precio de las tierras en blanco, no ha bajado tanto.

P: ¿Cuáles son las perspectivas?

R: Para la próxima campaña se produce un fenómeno muy interesante. Es lo que habitualmente se denomina bisagra. Habrá una separación muy marcada entre dos actores. Por un lado los productores que no llegan a los canales finales de venta, que no tienen las mejores variedades y no logran un buen rinde, con lo cual sus tierras valdrán cada vez menos. Por el otro, los jugadores que tienen espalda para esperar un cambio en las condiciones de mercado. Se estima que solo estarán productivas el 50% de las 46.000 hectáreas que en algún momento hubo.

P: ¿Esa bisagra influirá en el mercado de la tierra?

R: Sin dudas. Para los actores que se queden, también habrá un cambio en las reglas de juego, ante la ausencia de los grandes compradores de fruta. Eso llevará a que quienes permanezcan en la actividad, entren al mercado de la tierra a conseguir muy selectivamente aquellas chacras que tengan las especies y variedades que necesitan. O sea que las chacras en buen estado, y que cuentan con la infraestructura que los actores que se quedan están buscando, pueden cotizarse más alto que el resto.

P: ¿Cuál es el precio promedio de una hectárea?

R: En el año 2008, hemos vendido chacras en muy buen estado a u$s 35.000 la hectárea. Hoy esa misma chacra vale u$s 18.000 la hectárea. Pero si se trata de una chacra que le interesa al que quiere completar su estructura para ser él mismo el exportador de su fruta, ese jugador está dispuesto a pagar un poco más. Más que nunca, el precio estará muy influido por las características que tenga tanto el comprador como el vendedor de la tierra.

P: Es un panorama difícil…

R: Es muy complicado. Porque no solo queda dentro de la actividad la mitad de los actores, sino que de esa mitad, solo un porcentaje es comprador. Con lo cual, hay chacras que no tienen valor de venta. En un futuro no lejano, la mitad del Alto Valle va a quedar ocioso. Y la gente que vive del sector, también va tener dificultades.

P: ¿La pata inmobiliaria influye en el mercado de tierra rural?

R: Eso es un mito. No todas las chacras son aptas para un loteo. Hay algunas que están en una muy buena ubicación, y pese a no entrar dentro de la reglamentación municipal, son muy atractivas. Pero el negocio de los loteos ya no es lo que era. En General Roca hay actualmente 68 loteos. Es una oferta muy grande y hay una reglamentación muy firme acerca de los lugares que se habilitan para lotear. Sí es cierto, que toda chacra ubicada en un radio de 20 km a la redonda del casco urbano de la ciudad de Neuquén, puede obtener un diferencial de precio.

P: ¿Cómo influye el auge de la actividad petrolera y la creciente incursión de los pozos en las chacras?

R: Todos quieren salvarse individualmente con la llegada de un pozo a la chacra. Pero la realidad es que en Allen hay 70 pozos, y ello representa solo 70 hectáreas, frente a las 46.000 hectáreas con posibilidades de regar que hay en todo el Alto Valle. Lo que sí sucede, es que la convivencia es difícil, a raíz de la enorme diferencia de rentabilidad de una actividad y la otra, y por las características invasivas de la actividad petrolera, en cuanto a la utilización de los espacios, los caminos y el medio ambiente.

Datos

Epifanio. “La situación de la tierra rural es muy complicada”

La retirada de los grandes compradores de fruta, obliga a los productores a integrarse verticalmente para lograr subsistir.

Las oportunidades de precio solo están atadas a la búsqueda de ciertas variedades de fruta o a la buena ubicación que pueda tener la chacra.

Datos

El retroceso de los precios en el mercado de las tierras rurales durante los últimos tres años.
50%
Los dólares que se paga hoy por una chacra con buenas variedades e infraestructura.
18.000
El radio que rodea al casco urbano de la ciudad de Neuquén en el que las tierras rurales pueden obtener cierto diferencial de precios.
20 km
La retirada de los grandes compradores de fruta, obliga a los productores a integrarse verticalmente para lograr subsistir.
Las oportunidades de precio solo están atadas a la búsqueda de ciertas variedades de fruta o a la buena ubicación que pueda tener la chacra.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios