Una decisión fundamental: ¿planta baja o dos pisos?

El diccionario de la lengua española define la “subjetividad” como las propiedades de las percepciones, argumentos y lenguaje basadas en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidas por los intereses y deseos particulares del mismo. “Sobre gustos no hay nada escrito” sería la traducción de la abuela. Una verdad que se aplica a un sinfín de aspectos en la vida cotidiana.

Efectivamente, muchas de las decisiones que se deben tomar a la hora de construir una vivienda se relacionan solo con el gusto, el diseño y la estética elegidos. Otras en cambio tienen que ver con la factibilidad o las restricciones que presenta el lote o la normativa.

Hay una de estas elecciones, que se toma al momento de proyectar y que afectará la configuración de la vivienda de forma definitiva: ¿Casa de una sola planta o de dos pisos? No hay una receta unívoca y pesa en gran medida el gusto de cada familia, las necesidades del grupo familiar que habitará la casa, y las posibilidades de cada bolsillo. Aun así, es muy valioso hacer un breve check list de ventajas y desventajas antes de tomar una decisión final en la mesa de proyecto.

¿Hacen falta dos plantas?

Una pregunta sencilla cuya respuesta suele ser terminante. En verdad, si los requerimientos de espacio del núcleo familiar lo permiten, resolver toda la casa en planta baja, puede simplificar en grande el proyecto y hacer que se reduzcan costos y tiempos de obra. Por el contrario, si el metraje de construcción necesario es elevado, intentar que todo entre en una sola planta tal vez atente contra la disponibilidad de otro tipo de espacios como patio, jardín o cochera.

El equilibrio es crucial

La medida estándar de un lote en cualquiera de los nuevos barrios de la región, es de 10 x 30 metros. Si lo que necesita el grupo familiar es una construcción con una superficie mayor a los 100 m2, proyectar una sola planta puede ser difícil, teniendo en cuenta los retiros necesarios tanto por la normativa como por las medianeras con los lotes vecinos. Si en cambio el lote es de dimensiones amplias (existen barrios donde los terrenos tienen 500 y hasta 1.000 m2), la configuración en planta baja ofrece muchas ventajas al evitar las escaleras, mejorar la funcionalidad y la integración con el verde de los espacios abiertos. En cualquiera de los casos, lo más importante es el equilibrio entre el metraje construido, y la superficie libre que se deja para otros usos.

La normativa

Otro elemento determinante, especialmente en el caso de los lotes pequeños, son los aspectos legales. Cada municipio tiene especificaciones propias en relación a la ocupación de los espacios. En este sentido, hay que considerar los retiros frontales y laterales que exige la ordenanza. Otras dos medidas importantes son el Factor de Ocupación del Suelo (FOS) y el Factor de Ocupación Total (FOT). El FOS va de 0 a 1 e indica cual es la proporción del terreno que se puede ocupar. Un FOS igual a 1 indica que se puede ocupar el 100%. El FOT en cambio, es la cantidad total de m2 que se pueden construir y la referencia es el tamaño del terreno. Un FOT de 4, implica que se puede construir el equivalente a 4 veces la superficie del terreno. La decisión entre planta baja y dos pisos, sin lugar a dudas estará determinada por lo permitido en la normativa de cada ciudad.

El uso de los espacios

Cuando en una vivienda conviven personas de diferentes edades y con diferentes ámbitos de relación social, suele ser muy importante delimitar correctamente los espacios de uso común de aquellos que son de uso privado. Esta es una ventaja muy importante que ofrece la casa en dos plantas. En esa configuración, la escalera se convierte en la frontera natural entre el ámbito público de la casa y aquel que está reservado solo para la familia o las personas de suma confianza.

El placer de la vista

No hay dudas de que así como “cada familia es un mundo”, cada proyecto está indefectiblemente afectado por cuestiones propias y particulares que lo diferencian de otro similar. El contexto geográfico en que se ubicará la casa, es uno de ellos. Cuando el paisaje que rodea la casa es un elemento a considerar (por ejemplo si se construye en un barrio sobre las bardas o en la cordillera), la vista es muy importante. En ese caso, considerar una casa en dos pisos puede ampliar el panorama visual, y abrir la posibilidad de incluir balcones, dando un valor extra a la vivienda.

La funcionalidad ante todo

Muchas veces, el estilo atenta contra la funcionalidad. Sin dudas, esto último es lo que más valorará la familia al momento de habitar la casa. Es bueno considerar ventajas y desventajas. La planta baja permite la circulación por toda la casa sin necesidad de subir y bajar escaleras. Ello puede ser importante, ante la presencia de niños. No solo por el peligro de accidentes. Si hace falta atender los niños a la noche, o buscar un vaso de agua, no hace falta bajar las escaleras.

Los dos pisos también tienen sus ventajas. A la ya mencionada separación en los usos de los espacios, se suma la posibilidad de restringir ciertos movimientos familiares al primer piso. Una modalidad muy usada en la actualidad, es colocar el lavadero en la planta alta, evitando que la ropa sucia visite la planta baja y “escondiendo” el desorden doméstico de los espacios de uso público.

Pensar en las etapas

Probablemente la respuesta a la necesidad de elegir entre planta baja y dos pisos, pueda resumirse en una sola palabra: etapas. Los costos de iniciar una obra grande y concluirla de una sola vez, son inalcanzables para el bolsillo de muchos. Pero eso no significa resignar el proyecto total. Lo más prudente es planificar y establecer metas. Una planta baja que atienda las necesidades mínimas al principio, dejando todo listo para ir en altura a futuro.

Dos pisos. Especial para lotes de dimensiones pequeñas.

Planta baja o dos pisos

Las claves

La planta baja convive mejor con el verde y hace foco en la funcionalidad, permitiendo una circulación más fluida por la vivienda.

Edificar en dos plantas posibilita delimitar bien los espacios y al mismo tiempo equivale a un mejor aprovechamiento total del lote donde se emplaza la casa.

Datos

Lo primero a considerar es cuál es la configuración de espacios que mejor responde a las necesidades del grupo familiar que habitará la casa.
El equilibrio entre lugares abiertos y espaciosos con abundancia de verde y ambientes cerrados es fundamental.
La normativa establece claramente cuál es la proporción de terreno que se puede usar y la máxima superficie que se puede construir.
La planta alta puede ser una buena forma de delimitar de forma natural los espacios de uso social con aquellos de uso privado, restringiendo el acceso a la intimidad de la familia.
La planta baja gana en funcionalidad, facilitando la circulación y la integración de los espacios con las zonas verdes.
Planificar la obra en etapas puede servir para empezar por planta baja, proyectando la planta alta a futuro.
La planta baja convive mejor con el verde y hace foco en la funcionalidad, permitiendo una circulación más fluida por la vivienda.
Edificar en dos plantas posibilita delimitar bien los espacios y al mismo tiempo equivale a un mejor aprovechamiento total del lote donde se emplaza la casa.

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios