Adversidades meteorológicas

Las condiciones meteorológicas son consideradas adversidades cuando producen daños sobre la calidad y cantidad de la producción. Las pérdidas económicas pueden ser muy importantes.

En la temporada en curso las temperaturas invernales de los meses de junio y julio fríos y un mes de agosto con días cálidos, provocaron un desarrollo fenológico anticipado para la mayoría de los frutales, en todos los valles frutícolas de Patagonia norte. Ante estas condiciones los tejidos presentaron mayor sensibilidad a las heladas del mes de septiembre.

Durante la primera semana del mes se registraron siete heladas con temperaturas que alcanzaron los 7,5ºC bajo cero. Estas condiciones provocaron daños de hasta un 90% en los frutales de carozo que se encontraban en plena floración, dado que los métodos de control activo en muchos casos no fueron suficientes. Hacia fines de septiembre dos heladas de 2ºC bajo cero afectaron también a las peras y manzanas en igual etapa de floración y frutos cuajados. Los productores que no contaban con equipos de control activo de heladas tuvieron daños superiores al 40%.

Para el mes de octubre la vedette climática pasó a ser la lluvia. Esta variable afecta directamente sobre el desarrollo de enfermedades fúngicas como sarna en perales y manzanos y bacteriosis para el caso específico de nogales y vid. Hasta el día 18 de octubre se dio un acumulado medio para el Alto Valle de 40mm en las localidades de C. Cordero, Cinco Saltos, C. Guerrico, Villa Regina.

En el mes de noviembre se esperan algunas tormentas eléctricas y un ascenso paulatino de temperaturas que anticipan un verano muy caluroso.

Ante estas condiciones, una de las causas de pérdida de calidad a tener en cuenta es el quemado por sol o asoleado de frutos. Para atenuar estos efectos climáticos es necesario hacer un uso oportuno y eficiente de las tecnologías apropiadas como equipos de control de heladas, manejo sanitario y productos atenuantes del estrés por sol, entre otros.

La variabilidad climática interanual explica el 80% de las pérdidas de productividad a nivel mundial. El nivel tecnológico del sector productivo puede atenuar estos valores.

Al mismo tiempo, la crisis frutícola pone en jaque a muchos productores por la descapitalización que han sufrido y la falta de adopción tecnológica.

“Es necesario declarar zona de desastre y que el Poder Ejecutivo asista a la provincia para paliar los efectos de la helada”

Magdalena Odarda,

senadora por Río Negro

(CC-Ari).

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