Los García: Agro, arte y turismo

La resiliencia es la capacidad que tiene una persona, un grupo de personas o una organización, de recuperarse frente a la adversidad, para seguir proyectando el futuro. Es esa capacidad tiene mucho que ver con la historia de Los García, un emprendimiento familiar, dedicado al agroturismo, emplazado a la vera de la Ruta 22, a pocos kilómetros de Plottier.

“Siempre digo que somos productores aprendices, porque siempre hay algo más que aprender” inicia la charla Verónica, la socia propietaria del lugar. Ese camino de aprendizaje se inició hace 20 años junto a su compañero Marcelo, y en el trayecto, sus tres hijos Juan Felipe, Maitén y Agustín, terminaron incorporándose, y trabajan hoy codo a codo con sus padres.

El emprendimiento comenzó como parte del programa Jóvenes Emprendedores de la Provincia de Neuquén, para promover la producción hortícola. Pero los vaivenes de la actividad, llevaron a la familia a reconvertir el negocio. “Fuimos aprendiendo ‘qué’ producir. Nos iniciamos como productores de hortalizas, y hace más de diez años, por una cuestión económica, de negocios, y también de suelo, nos mudamos a la producción de fruta fina”, explica Verónica.

La ubicación es clave. En todo el radio alrededor de Los García, existen plantaciones de frutas finas, lo que permite el acompañamiento mutuo. Marcelo es el encargado de la comercialización. Si bien el periodo de cosecha de la fruta fina es corto, se vende congelado durante todo el año, a particulares, almacenes y supermercados. Los cinco integrantes de la familia García, están dedicados tiempo completo a un proyecto que busca generar una desconexión de la vida cotidiana, cargada de malas noticias y estrés. Quizá sea por ello, que pese a la crisis económica, Los García no ha sentido la caída de la demanda.

Pero la propuesta actual del establecimiento, va mucho más allá de la producción y venta de frutas finas. Desde hace siete años, iniciaron la producción de dulces y conservas, las cuales en principio se vendían entre gente amiga. Hoy ya producen 3.000 frascos al año. La elaboración es completamente artesanal, así como el envasado y el etiquetado. La marca de dulces no está presente en los supermercados. Su destino son las reposterías, panaderías, hoteles y restó de la zona.

Las delicias de Los García pueden disfrutarse también en el propio establecimiento. Una pequeña y pintoresca casa de té, acoge a los visitantes, con una propuesta que combina el paisaje, el silencio, la visita a las plantaciones de mora, la degustación de dulces y el arte. “Necesitábamos encontrar la forma de generar otros ingresos. Y siempre motivada por los amigos que me pedían que cocine, fuimos agregando algunas mesitas, recibiendo a los clientes, y terminó siendo un éxito”. El lugar está abierto para merendar viernes, sábado y domingo, y los sábados también se puede desayunar. Allí también se realizan espectáculos musicales gratuitos, siempre por la tarde.

La iniciativa agroturística se completa con las visitas guiadas para colegios. Las charlas se pautan de acuerdo a los contenidos que los alumnos están estudiando. En general, se muestra el circuito productivo, que incluye desde conocer las herramientas y ver el lugar de donde se toma el agua, hasta mostrar como nace una planta y como se obtiene el producto terminado. “A los chicos les encanta hacer dulce, así que organizamos una elaboración en el patio, y luego cada uno se lleva el frasquito que se elaboró en grupo”, cuenta Verónica. Cuando las visitas son en el mes de marzo, los chicos incluso pueden cosechar la fruta que luego utilizarán para hacer el dulce.

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