El dólar cede terreno y afecta a la producción

Pulso Económico

La divisa estadounidense

cerró la semana en el mercado local por debajo de los $ 16, y así se mantiene en los mismos valores que hace un año atrás.

Está claro que la apreciación del peso le hace perder competitividad cambiaria a los bienes y servicios producidos en el país, y eso se siente hoy en el mercado.

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En febrero del año pasado, un inversor extranjero ingresó un millón de dólares al país asesorado por los buenos rendimientos que se proyectaban, con distintos instrumentos, sobre la moneda local.

No le fue para nada mal. La semana pasada tomo la decisión de salir de su posición en pesos e ir a comprar dólares con el resultado de la inversión realizada. Desde la ventanilla del banco le entregaron 1.382.000 dólares. El hombre volvió a su país de origen con cerca de 400.000 dólares de ganancia en sólo doce meses y sin hacer ningún tipo de esfuerzo para ello. Consiguió tasas de ganancia diez veces superiores de la media obtenida en cualquier parte del globo.

¿Magia? No, sencillamente vendió su millón de dólares en febrero de 2016 en la plaza local, colocó una parte de esos pesos en Lebac (que le ofrecieron un rendimiento anual del 34% promedio), otra en las diez principales acciones del Merval (52%) y el restante en bonos en pesos (30%). El combo de estas tres herramientas le dio una rentabilidad promedio del 38%. Hasta ahí todo normal para un argentino medio que convive con una inflación similar a esos porcentajes. La clave de esta ganancia está en que el intrépido extranjero compró los dólares al mismo precio en pesos que hace un año atrás. No hay alternativa en el mundo que dé una tasa de rentabilidad del 38% anual en dólares.

Por ejemplo, el 29 de febrero de 2016 la divisa se negociaba en $ 15,90 para la venta, precio algo más alto que el que se ofertó en las ruedas de la semana que pasó con valores cercanos a $ 15,70. Estos precios en el mercado para los inversores son “baratos”, pero para algunos sectores de la economía son preocupantes. Es así como en la city se refuerza la idea de que el dólar está atrasado.

Cuando el gobierno nacional habla de la lluvia de dólares que está llegando al país, muchos de ellos están sólo para hacer este tipo de negocios.

¿Qué posibilidades tiene Vaca Muerta, la fruticultura o la industria argentina en general de recibir dólares para la producción, si el sistema financiero argentino está convalidando semejante tasa de retorno para la inversión? Muy pocas, sin dudas.

Cuando estudiamos la joven historia de nuestro país, claramente se observa que el dólar ha seguido los ciclos de la economía como cualquier otro bien, generando distorsiones en los precios relativos que luego terminan corrigiéndose en forma abrupta, como es el caso de las grandes devaluaciones sufridas por nuestra moneda.

La llegada del gobierno de Mauricio Macri al poder generó cierto alivio en los sistemas productivos ya que se prometió, desde las nuevas estructuras del Ejecutivo, ordenar las variables macroeconómicas del país para permitir el crecimiento y desarrollo genuino de la producción. El peso se depreció en sólo días de 9 a 14 unidades por dólar y esto permitió recomponer parte de la distorsión de precios relativos que venía sufriendo la actividad productiva.

Pero la divisa estadounidense cerró la semana por debajo de los $ 16 y así se mantiene en los mismos valores que hace un año atrás. Los salarios promedio crecieron un 30%, los servicios públicos para el sector en más del 300% y los insumos para la cadena productiva en un promedio del 50% en estos mismos doce meses.

Los exportadores muestran preocupación al respecto debido a que los costos internos, con una inflación que aún no se logró controlar, siguen aumentando en porcentajes muy superiores a los que lo hace la moneda norteamericana. Es decir, los costos en dólares suben a una tasa promedio del 35% anual y eso no se puede trasladar a los precios internacionales en destino, como sí se hace en el mercado interno, que es, en definitiva, lo que termina alimentando el proceso inflacionario.

Las estadísticas oficiales muestran, en este sentido, que hoy el país se encuentra nuevamente con problemas para exportar, en gran parte, por las distorsiones generadas en su tipo de cambio. Y el potencial que tiene es enorme, teniendo en cuenta la baja participación que existe del comercio externo en su producto bruto. (Ver infograma adjunto)

Está claro que la apreciación del peso le hace perder competitividad cambiaria a los bienes y servicios producidos en el país, como revelaron los datos del balance cambiario del mes de enero publicados el martes por el Banco Central (BCRA), donde se destacó la salida de u$s 1.300 millones por turismo.

Sin embargo, el Índice de Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (Itcrm) que elabora la autoridad monetaria se mantiene en niveles similares a pesar de la suba del peso, y esto es gracias a que el real brasileño se aprecia aún más que nuestra moneda pero, frente a todos los otros socios comerciales, el peso se apreció fuerte.

¿Cambios en el segundo semestre?

Si bien existe la voluntad política desde el gobierno central de no dejar apreciar al dólar en el mercado local, buscando mantener así la tendencia que lleva la inflación, para la última parte del año son varios los analistas que esperan que la moneda norteamericana comience a acelerar la suba. Existen algunos factores que le dan sustento a esto, y entre ellos se encuentran las próximas elecciones legislativas.

Desde el punto de la demanda, los inversores por lo general en estas épocas se vuelven algo más conservadores y algunos deciden reposicionar sus activos en moneda dura. Por otro lado muchas empresas adelantan algunas operaciones en un contexto donde el dólar está barato para comprar y repatriar, compensando así balances.

Desde el lado de la oferta, también existen señales para el segundo semestre del año. El fin del blanqueo de capitales más el menor nivel de liquidaciones de divisas por parte del campo, en especial todo aquello que proviene del complejo oleaginoso, hace prever una menor presión de la divisa en el mercado a partir de junio.

Según estimaciones del mercado, en el Rofex se prevé un dólar para diciembre en torno a $ 18,30. Sin embargo, distintas consultoras privadas estiman uno cercano a $ 17,50 para la venta.

Datos clave

Datos

La divisa estadounidense
cerró la semana en el mercado local por debajo de los $ 16, y así se mantiene en los mismos valores que hace un año atrás.
Está claro que la apreciación del peso le hace perder competitividad cambiaria a los bienes y servicios producidos en el país, y eso se siente hoy en el mercado.
son los millones de dólares que terminaron saliendo del país por los turistas que en enero vacacionaron en el exterior.
1.300
fue la ganancia anual en dólares de un inversor que apostó a la moneda local.
38%

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