“El gran desafío de la economía argentina es bajar el déficit fiscal”

La economista y consultora María Castiglioni advirtió que la situación fiscal es el desafío más importante que enfrenta el gobierno en este momento en cuanto a las variables macroeconómicas y consideró que el nivel de déficit debe empezar a reducirse para tener una economía mucho más saneada y con perspectivas de crecimiento sostenido.

En diálogo con “Río Negro”, Castiglioni realizó una evaluación positiva de muchos aspectos que resolvió el gobierno en el 2016, en especial en cuanto a la salida del cepo cambiario, el acuerdo con los holdouts, la normalización de la economía en general y la baja de la inflación en el último trimestre del año.

“Indudablemente, el punto más preocupante fue que la recesión se prolongó más de lo esperado. Hubo caída de la actividad y el consumo, pero creemos que en el 2017 habrá una recuperación de la economía del orden del 3,0 al 3,5%”, agregó.

P– ¿Cuál es la evaluación que hace de la evolución macroeconómica del año pasado?

R– Creo que fue muy importante, porque se empezó a normalizar la economía. Lo único que queda como trascendente en cuanto a eso es ir corrigiendo paulatinamente los precios relativos de las tarifas. Se hizo fuerte en el 2016 pero estamos lejos de los precios que deberían tener.

P– ¿Cuáles fueron las medidas más trascendentes?

R– Bueno, la salida del cepo, la normalización del mercado cambiario, se logró liberar el comercio exterior, recreación de los mecanismos de defensa de la competencia, el acuerdo con los holdouts y la salida del default, con un broche de oro del juez (Thomas) Griesa donde estableció un fallo para los últimos holdouts diciendo que se terminó este capítulo. Poder acceder a los mercados, al financiamiento, con un tipo de cambio además que pegó, un ingreso de divisas importante, aumento de reservas del Banco Central, pese a que muchas empresas transfirieron utilidades y el cierre de 2016 con el blanqueo de capitales, lo cual hizo que se pudieran cumplir con las metas fiscales y además habrá demanda de títulos argentinos e incremento de las inversiones inmobiliarias.

P– Ese cuadro que usted está describiendo son los efectos positivos. Pero la actividad económica cayó mucho, ¿no?

R– Sí, el panorama que describía es en cuanto a la parte financiera. Sin dudas que el tema del nivel de actividad y consumo estuvo muy complicado y el tema inflación finalmente el año terminó por debajo de lo que se venía en los últimos meses. Igualmente, es un número altísimo. A nosotros nos dio 38%, a la ciudad de Buenos Aires un poco más de 40%. Lo rescatable fue que la inflación en el segundo semestre fue menor de la que el Gobierno esperaba, ya que consideraban que en el último trimestre del año diera 1,5% mensual y terminó por debajo de eso. Eso es bueno, aunque todavía quedan muchas dudas si se va a poder cumplir con la meta para el año 2017 que es bastante ambiciosa, ya que fija un máximo de 17%, pero no estamos tan lejos.

P– ¿Qué es lo más complejo?

R– Sin dudas es el de la actividad económica. Se extendió más le recesión de lo que se podía calcular, por un conjunto de factores.

P– ¿Cuáles fueron esos factores?

R– Uno de ellos fue la crisis de Brasil, que también fue más fuerte de lo que se esperaba. Y otro tema fue lo que tardó en arrancar la obra pública y eso explica la gran caída que hubo en la construcción que cerró el año con un retroceso fuerte. Si uno mira los datos de empleo sin dudas que gran parte de la caída del mismo se explica por la baja de la construcción.

P– También cayó el empleo privado no?

R– No cayó tanto. Mantuvo el ritmo descendente que se observó en 2014 y 2015 y en estos últimos meses se está notando una lenta recuperación, quizás muy lenta, pero lo positivo que algo está empezando a recuperar. La cifra de desempleo no es tan grave, en el tercer trimestre dio 8,5%, debería ser más bajo, pero no es un número es demasiado elevado.

P– ¿La situación fiscal?

R– Es complicada desde hace mucho tiempo y en 2016 entre la baja de impuestos, como la eliminación de retenciones, la devolución del IVA a los jubilados de haber mínimo, la modificación del piso del mínimo no imponible en Ganancias, y otras medidas adoptadas a nivel social da el número que es parecido a lo que se ahorro el Gobierno en cuanto a la suba de las tarifas de servicios públicos y en un contexto donde el cuadro recesivo llevó a que el déficit fiscal sea más o menos lo mismo que el de 2015. Este déficit no se puede mantener. Este es el problema de fondo de la economía argentina. Me parece que lo importante es tomar un sendero de reducción paulatina de estos desequilibrios. Esta es la clave.

P– ¿Es mucho más complicada la situación de déficit que de inflación?

R– En realidad hay una vinculación entre los dos temas, porque hasta qué punto el Banco Central puede bajar la inflación con un déficit tan grande. Sería ideal que el déficit fuera mucho menor.

P– ¿Para este año qué se puede ver en materia de inflación y de actividad económica?

R– Bueno, con respecto a la actividad vemos que los números de noviembre y diciembre muestran una paulatina recuperación mensual. Algunos sectores que están en números positivos y otros no tanto. Se notó una mejora en la construcción y la producción automotriz. Por otro lado la inflación para este año nuestra estimación del 18%, siempre y cuando el Gobierno y los sindicatos logren una pauta de incrementos en las negociaciones colectivas de alrededor del 20% anual.

Perfil

María Castiglioni