“La reducción generalizada de costos laborales no genera más inversión”

Claudio Lozano, economista

Es economista, fue uno de los fundadores de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y diputado nacional entre 2007 y 2011. Claudio Lozano tiene una mirada profundamente crítica acerca de la realidad económica y social. Cree en la imperiosa necesidad de las reformas, pero critica crudamente las medidas adoptadas el último mes.

PREGUNTA: ¿Cuál es su balance de los dos primeros años de Cambiemos en el poder?

RESPUESTA: Creo que más allá de la aureola de modernidad con la que pretende presentarse en sociedad la experiencia de Cambiemos, las políticas que han puesto en marcha en el campo económico y social, son viejísimas. Políticas que ya han dado malos resultados, no sólo en nuestro país sino en otros lugares del mundo. Se basan en un enfoque equivocado, que consiste en creer que todos los problemas que aquejan a nuestra economía y la falta de competitividad tienen que ver con los elevados costos laborales. En ese marco, las únicas dos líneas de acción que se proponen para una estructura econímica absolutamente desequilibrada como la argentina son la reducción del costo laboral y la reducción de la presencia del estado en el funcionamiento de la economía.

P: ¿Cómo se soluciona la competitividad, siendo que Brasil ya realizó una reforma similar?

R: Los problemas de productividad se solucionan con inversión. Y la falta de inversión no se relaciona con los costos laborales. Se relaciona con el atesoramiento capitales de los argentinos en el exterior, que supera los u$s 300.000 millones, y también con el comportamiento del capital extranjero, que remite al exterior la totalidad de las ganancias que obtiene. Es más, los capitales más importantes en Argentina tienen la capacidad de generar rentas extraordinarias sin necesidad de invertir. Ya sea por la posición oligopólica, por el control de los recursos naturales, como en el caso del petróleo, o porque acceden a la bicicleta financiera. Eso es lo que hay que discutir para hablar de productividad, no los costos laborales.

P: ¿No cree que la reducción del costo laboral genere empleo?

R: Así como está planteado, lo único que se logra es ampliar la masa de ganancias. Bajar las contribuciones patronales y la carga impositiva de forma generalizada a todas las empresas, ello no genera ningún proceso de inversión. Distinto sería si se aplicara un criterio selectivo en el que se reduzcan contribuciones de la mano de compromisos concretos de inversión futura.

P: ¿Considera que era necesaria la reforma previsional?

R: Es imprescindible replantear la lógica del funcionamiento previsional de la Argentina. El gobierno anterior no resolvió el problema de viabilidad del sistema previsional. Pero resolverlo no implica meterle la mano en el bolsillo a los jubilados, y menos aun desfinanciar el sistema previsional, que es lo que este gobierno viene haciendo desde que asumió. Ese desfinanciamiento se profundiza aun más con la reforma tributaria, que implica una reducción progresiva de las contribuciones patronales.

P: ¿Acuerda con la pertinencia de la reforma fiscal?

R: La reforma fiscal implica en conjunto, nación y provincias, resignar en total más de $ 400.000 millones, lo que amplía aún más el déficit fiscal, y obliga al estado a una lógica de ajuste permanente del gasto. Pero como frente a semejante reducción en la recaudación ninguna baja en el gasto es suficiente, se recurre al creciente endeudamiento. Las inconsistencias del modelo en vigencia, tanto en el campo fiscal como en el externo, son absolutas, en un marco de alta conflictividad social.

P: ¿Qué opina de la deuda?

R: El endeudamiento está tomando características exponenciales. En dos años se ha tomado deuda por u$s 90.000 millones y ya se pidió autorización para tomar $ 46.000 millones más este año. Es una enormidad. Más si se considera que hay una absoluta incapacidad de pago.

P: ¿Cree que el esquema será un problema en lo inmediato?

R: El problema del gobierno es que desde que asumió ha resignado recursos. Si se resigna recaudación es lógico que busque compensarse con ajuste del gasto. Pero el ajuste no alcanza. Porque la deuda ya no es la solución al déficit, sino que es la partida más importante del gasto público. Todo lo que se reduce por un lado con ajuste del gasto sube por el otro por el pago de intereses. Todo lo que se ahorra empeorando las condiciones de vida de población en general vía despidos o tarifazos se vuelve a cargar al gasto por los intereses. Esa es la razón por la que en el presupuesto se habla de déficit primario, que no considera el pago de intereses.

P: ¿Es posible que el financiamiento se termine?

R: Absolutamente. Pero eso no es una idea mía, es simplemente una constatación histórica. Lo sucedido durante el debate de la reforma previsional es una muestra. Este tipo de políticas desatan escenarios de alta conflictividad social, y al mismo tiempo agudizan las inconsistencias que terminan luego en crisis externas. Tanto la crisis social, como el enorme volumen de la deuda, son factores que abren dudas en el exterior para seguir financiando.

P: ¿Qué opina de la política antiinflacionaria?

R: Más allá del enfoque ideológico, las metas de inflación tienen detrás la intención de articular el sistema financiero local con el sistema financiero internacional, y la administración del tipo de cambio, a fin de garantizar monumentales rentas en dólares. En términos de resolver el problema de la inflación, las metas no aportan nada.

Perfil

Claudio Lozano

Pulso Entrevista

Datos

Claudio Lozano tiene 61 años y es economista (Universidad del Salvador).
Fue uno de los fundadores de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) en 1991, ante la falta de representatividad de la CGT.
Fue diputado nacional en dos mandatos consecutivos entre el 2007 y el 2015.
Actualmente es dirigente del partido Unidad Popular y Coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).


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