“Las decisiones de política económica nunca son inocentes”

La discusión acerca del rumbo económico actual y sobre las reformas en marcha, no tiene descanso durante el verano. El economista Mariano Kestelboim dialogó con Pulso y desde un punto de vista crítico, señaló las tensiones del modelo económico elegido por el gobierno.

PREGUNTA- ¿Qué opina del rumbo económico actual?

RESPUESTA- Es un modelo económico excesivamente dependiente del endeudamiento externo. El déficit de cuenta corriente finalizó 2017 en 5% del Producto Bruto (PBI). En perspectiva histórica, es el valor más alto desde el año 1981. En pocas palabras, estamos viviendo del ahorro externo. En los próximos años será necesario comenzar a pagar el capital y los intereses de la deuda que se ha ido tomando. Pero además, el nivel de gasto interno en relación a las exportaciones argentinas, es demasiado alto. Es un modelo que más temprano que tarde, va a terminar mal. Es así, porque el país no tiene la capacidad de transformar tan rápidamente su estructura de producción como para compensar el desequilibrio macroeconómico.

P- El gobierno aduce que el gasto es inflexible a la baja y lo atribuye a la herencia ¿cree que la política de hoy era la única opción ó había otro camino posible?

R- Este camino es claramente una elección del gobierno. El gobierno anterior se financiaba con deuda interna y este gobierno decidió hacerlo con deuda externa. Antes se restringía incluso hasta el absurdo la entrada de bienes desde el exterior, y ahora por el contrario se estimulan las importaciones. Es por ese motivo que a fines de 2015 el déficit de cuenta corriente era del 2,9% y hoy prácticamente se duplica ese ratio.

P- La proliferación del negocio financiero ¿es una decisión de política o una consecuencia no deseada?

R- Las decisiones de política económica no son ingenuas. Los sectores que más se benefician del modelo actual, pertenecen al mundo financiero. No casualmente los ministros del área económica son ex empleados de los grandes bancos internacionales. A mi juicio, los funcionarios siguen teniendo cierta dependencia de sus ex empleadores. Ya está visto con ex funcionarios de este gobierno que al dejar la función pública volvieron a trabajar para el sector financiero. Es evidente que hay conexión de intereses, y eso implica que muchas de las decisiones de política económica han favorecido el interés financiero internacional.

P- ¿A que se refiere concretamente?

R- En particular, las colocaciones de deuda externa han favorecido a los bancos internacionales, y se han establecido tasas de interés locales excesivamente por encima de las expectativas de inflación del propio gobierno. La justificación fue y es, combatir el proceso inflacionario. Pero a mi juicio es una decisión errada, ya que la inflación de 2017 fue muy similar a la de la ultima etapa del kirchnerismo.

P- ¿Qué otra herramienta podría haber usado el gobierno contra la inflación?

R- Pudo haberse usado la tasa de encajes sobre los depósitos a la vista en los bancos. Pero eso hubiese repercutido negativamente sobre el negocio financiero. En el marco de la teoría monetarista, el impacto sobre el nivel de inflación de un aumento de la tasa de encajes o de un aumento de la tasa de interés, es muy similar. La diferencia es que en un caso se favorece al sector financiero y en otro se lo perjudica.

P- ¿Y qué hay de la pata fiscal?

R- Otro ejemplo de como los intereses influyeron en las decisiones. Salvo en el caso de la soja, no hubo discriminación entre actores a la hora de quitar retenciones a la exportación. Sin embargo si hubo discriminación al momento de quitar subsidios. Así como se intentó resguardar a los sectores de menos recursos con las tarifas, debió contemplarse que los grandes grupos económicos estaban en condiciones de seguir pagando retenciones.

P- ¿Qué opina de las reformas que se han planteado?

R- En la reforma previsional claramente hay una redistribución regresiva del ingreso. Los jubilados recibirán en marzo una actualización del 5,7% contra una inflación acumulada del 13% desde el último aumento. En cuanto a la reforma laboral, creo que debería tenerse en cuenta las particularidades de las empresa. No es lo mismo una empresa que factura un millón de pesos al año, que una que factura cien millones. Tampoco es lo mismo una empresa textil que debe competir a nivel internacional, que una empresa de servicios de telefonía celular que opera a nivel interno en un mercado oligopólico. Los sectores transables debieran tener un tratamiento preferente en la reforma, para dotar a la economía de mayor competitividad. Es la discusión que debería darse.

Perfil

Mariano Kestelboim

Datos

Mariano Kestelboim es licenciado en Economía (UBA) y Periodista (TEA).
Es coordinador del Departamento de Desarrollo Industrial del Capítulo Buenos Aires de la Sociedad Internacional para el Desarrollo.
Se desempeña como consultor de empresas y cámaras industriales y es profesor en la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav).

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