El presidente Mauricio Macri se reunió esta semana con los gobernadores para avanzar en la discusión del manejo de los fondos públicos. Les presentó el proyecto “Compromiso Federal para la Modernización del Estado” con la intención de mejorar la eficiencia del sector estatal.

Desde el gobierno nacional explicaron que el documento contiene un “compromiso de capacitación y de acceso a los cargos por concurso, reingeniería de los trámites públicos, gobierno abierto, inclusión por resultado y, uno de los puntos más importantes, gestión por resultado”.

Esto último implica la nacionalización de los “tableros de control” que se hicieron famosos en la administración pública de los 90 y que volvieron con fuerza de la mano del tridente conformado por Marcos Peña, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.

El mensaje de la administración central a los gobernadores apunta a reducir sus desequilibrios presupuestarios.

Los mandatarios estaban al tanto de estas presiones y, aunque se observaron sonrisas en las fotos al finalizar el evento, creció el malestar por los efectos que genera en las provincias las menores transferencias de recursos y las presiones para corregir sus desequilibrios.

“Hay incompatibilidad entre lo que nos están exigiendo y las posibilidades que tenemos para hacerlo”, se quejó esta semana un importante funcionario del riñón del gobernador Gutiérrez al conversar sobre el tema.

Los ajustes que pide el presidente s son muy difíciles de aplicar teniendo en cuenta el tamaño al que se llevó el Estado neuquino y lo que representa hoy para la economía de la provincia.

Las criticas también apuntaron a que Macri exige sin tapujos la corrección de los desvíos presupuestarios en las provincias cuando la Nación tiene un déficit de 6 puntos del PBI.

La gestión por resultados es un método que, de funcionar, permitirá, entre otras cosas, tener un mayor control del gasto político, una herramienta clave para los gobernadores en los años electorales. Quien cumpla con los objetivos, tendrá premio (mayores transferencias).

Desde la flexibilización del Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal, Ley sancionada en agosto de 2004, se perdió el objetivo de establecer reglas generales de comportamiento fiscal y dotar de una mayor transparencia a la gestión pública provincial.

La Ley estaba muy bien diseñada y velaba para que las provincias mantengan sus equilibrios fiscales, clave en el desarrollo económico. También ponía límites al endeudamiento. Pero como otros tantos ejemplos, son los mismos políticos, buscando atajos por los efectos de una mala gestión, los que terminan por no cumplir las Leyes.

Aunque se observaron sonrisas en las fotos con Macri, creció el malestar entre los gobernadores tras
el pedido para “racionalizar el gasto”.

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Aunque se observaron sonrisas en las fotos con Macri, creció el malestar entre los gobernadores tras
el pedido para “racionalizar el gasto”.

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