Una picadura con alto impacto

En esta época del año se comienza a observar en vuelo a la avispa chaqueta amarilla. Vespula germanica y Vespula vulgaris, son especies exóticas que habitan la Patagonia desde la década del ‘80. Éste insecto invasor se estableció en los últimos años en distintas partes del mundo, sin haber sido posible su erradicación. La “chaqueta amarilla” es una avispa social con gran flexibilidad para adaptarse a diferentes ambientes, condición que favorece su éxito. Se trata de un insecto depredador oportunista y carroñero que varía su dieta a lo largo de la temporada de actividad. En primavera y otoño su alimentación se centra en hidratos de carbono y es frecuente verlas pecoreando flores y frutas. En los meses de verano, la colonia demanda principalmente proteínas por lo que se las observa alimentándose de otros insectos o de carne expuesta para el consumo en actividades al aire libre.

Las colonias, generalmente subterráneas, están conformadas por una reina, miles de obreras o hembras trabajadoras y algunos zánganos, refiriendo a los machos. En la Patagonia realizan ciclos anuales, observándose en abril-mayo la muerte de la colonia, sobreviviendo para la temporada siguiente las nuevas reinas. Una colonia exitosa puede producir entre 500 y 600 nuevas reinas para la siguiente temporada.

Dado su hábito alimenticio, su flexibilidad comportamental y sus sitios de nidificación, son un problema serio cada verano. Existen diferentes estrategias que se pueden implementar para disminuir su interferencia en nuestras actividades. En la primavera es importante matar manualmente a las reinas (todos los individuos que observamos son reinas); eliminar una reina significa tener miles de obreras menos volando. A fines de la primavera e inicio del verano se deben destruir todos los nidos que se encuentren; estos se observan como un orificio en el suelo del que entran y salen avispas en forma permanente. Para ello, se coloca hormiguicida en polvo en la entrada del nido el cual es ingresado por las obreras al mismo. Otra opción es taponar la entrada al nido con un género embebido en combustible, el vapor que emana el producto será suficiente para eliminar a las avispas que se encuentren dentro.

Hasta el momento no existen intenciones de erradicar a esta especie de la Patagonia. Para poder lograr la erradicación de insectos plaga que generan pérdidas económicas en los ambientes que invaden, son necesarias políticas públicas a gran escala con fondos disponibles para tal fin. El primer paso para lograr este objetivo es demostrar cuál es el costo económico asociado a la presencia de la plaga en la región.

En esta línea, investigadores del INTA de Bariloche llevan adelante desde hace dos años, estudios para evaluar el impacto de la chaqueta amarilla en diversas actividades económicas y sobre el ecosistema, apuntando a contar con un valor de pérdida a diferentes niveles. Un reciente informe de Chile indica que ese país tiene una pérdida de u$s 21 millones anuales por la presencia de la chaqueta amarilla. Si se invierte solo u$s 70 mil por año en control e investigación, el perjuicio es 300 veces menor.

El Grupo de Ecología de Poblaciones de Insectos de la EEA de INTA Bariloche, se dedica a investigar en profundidad diferentes aspectos ecológicos de esta avispa invasora. El conocimiento de la biología y ecología de una plaga es fundamental para establecer planes o estrategias de control de especies problema. Las investigaciones del grupo acerca de la chaqueta amarilla, siguen dos líneas principales. Una basada en las obreras, su comportamiento de alimentación y cooperación. Otra centrada en los reproductivos explorando la conducta de apareamiento y fecundación.

Dato

“Desde INTA se busca demostrar cuál es la pérdida que genera la chaqueta amarilla en diversas actividades productivas”.

Dra. Maité Masciocchi, investigadora de Conicet, INTA – EEA Bariloche