Vinos de autor del Valle Inferior

Con el acompañamiento de instituciones se apunta a un sello local para elaboradores de vino artesanal . El producto es distinguido por su calidad y proceso de elaboración.

A partir de una producción de vinos caseros y artesanales orientada a los mercados de proximidad, dos emprendimientos familiares ubicados en Viedma y Guardia Mitre, apuestan a fortalecerse en el rubro vitivinícola con la oferta de un producto de calidad.

Dos de estas familias de pequeños y medianos productores, que agregan valor a la uva en su lugar de origen y conforman el grupo de “Bodegueros Artesanales de la Patagonia Marítima” fueron galardonados con menciones especiales en la octava edición del Salón de Alimentos y Vinos organizada por el Centro Pyme Adeneu, del Ministerio de Producción de Neuquén el pasado fin de semana.

Uno de los emprendimientos de elaboración de vino artesanal, “Viñas de Lucía”, está ubicado en el Valle Inferior del Río Negro – IDEVI, lo componen tres hermanos y elabora 12 mil litros por año. Posee tres hectáreas en producción y una hectárea y media más actualmente en conducción, implantadas con Malbec, Cabernet Sauvignon y Syrah. Con la fortaleza puesta en las dos primeras variedades realizan comercialización principalmente en la feria local de Viedma y a través de la promoción de conocidos que lo adquieren en damajuanas. La botella de este tipo de vinos es ofrecida a un valor entre los 80 y 90 pesos mientras que en góndola un vino similar se vende entre 140 y 160 pesos.

Detalla uno de sus referentes, Juan Millamán que el viñedo es aún nuevo, tiene 12 años, se está aprendiendo y la experiencia posterior apunta a la producción en barricas. Comenta que la idea es crecer con el tiempo en calidad y experiencia para que la unidad mínima de producción les permita tener un sueldo. La bodega familiar incorporó un laboratorio con prestaciones básicas de análisis y la máquina despalilladora industrial, observando la necesidad de otras mejoras tecnológicas, como por ejemplo contar con más tanques de acero inoxidable. Explica que se iniciaron con un enólogo contratado en forma privada y en posteriormente se continuó con el acompañamiento del programa de Cambio Rural llegando hasta el mes de mayo.

“Viñas de Lucía” a lo largo de cinco años ha obtenido premiaciones con medallas de plata y bronce, y este año obtuvo mención especial con un vino rosado dulce Syrah, producto que surgió a partir de un pedido de los consumidores de la marca que requerían un vino más claro y de sabor más abocado.

“Familia Herrero” es otro emprendimiento de vino casero y como relata Daniel Herrero, el mismo nace cuando su padre se jubila y regresa a Guardia Mitre comenzando con una bodega familiar que hacía vino chacolí, característico en la zona; un vino normalmente blanco, que se produce originariamente en las regiones del País Vasco, Cantabria y Burgos, y en algunos lugares de Chile.

En el año 98 se ponen las primeras 600 plantas de los varietales Bonarda y Ugni Blanc, en un cuarto de hectárea logrando un vino dulce a partir de uva muy madura. Lo que se inició como producción para consumo familiar fue transformándose en un emprendimiento que hoy comercializa desde la misma chacra, toda su producción. En el año 2005 comenzó la venta de vino, plantando en el año 2008, ejemplares de Cabernet y en el 2011 una hectárea de Malbec. Hoy elaboran aproximadamente unos 4000 litros de las variedades Cabernet, Malbec y Bonarda con muy buena demanda. Con apoyo del programa Cambio Rural este emprendedor se inició en el embotellamiento, materia en la que se está afianzando ya que antes vendía solo en damajuanas de cinco litros. Este es el tercer año que participa en la Expo IDEVI para promocionar a su vino y al lugar de su procedencia que es Guardia Mitre. Este año se presentó por primera vez en el evento organizado en Neuquén obteniendo una distinción con Malbec.

Las dos iniciativas familiares tienen cuidados procesos de elaboración desde la materia prima hasta el producto final, sin utilización de conservantes u otros agregados y certificación y reconocimiento del Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Desde el cultivo de las viñas estos productores son acompañados por el INTA; con el programa nacional Cambio Rural adquirieron tecnologías como tanques y bombas y se propició su participación en espacios como Caminos y Sabores en el predio de La Rural de Buenos Aires, otras ferias y capacitaciones en comercialización.

Detallan los productores que la necesidad del sector es contar con la asistencia de un enólogo que hoy, para estas bodegas pequeñas, sin el paraguas de Cambio Rural se complica.

A partir de la interacción del INTA, las universidades de Río Negro y del Comahue en el espacio productivo del Valle Inferior se piensa en lograr un sello local para estos elaboradores a fin de poder mostrar este aspecto diferencial de una producción genuina y alejada de los procesos industriales.

Dato

“Es destacable el esfuerzo de estos productores, de la mañana a la noche, haciendo desde la plantación hasta la venta en la feria”

Lic. Edgardo Tejeda

EEA Valle Inferior

INTA

Rural Pulso

Datos

12.000
Los litros de vino que son elaborados por productores caseros y artesanales cada año.
“Es destacable el esfuerzo de estos productores, de la mañana a la noche, haciendo desde la plantación hasta la venta en la feria”

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