Análisis: Perspectivas del empleo en la región

Rodolfo CanoSsini*

rcanossini@randstad.com.ar

Datos

Es conocida, pero igualmente sorprende, la dependencia que tiene el empleo de la región respecto de la actividad hidrocarburífera. A modo de ejemplo podemos citar lo que ocurría sobre fines de 2015, cuando con plena actividad petrolera, el conglomerado Neuquén-Plottier contaba con el índice de desempleo más bajo de su historia: 2,9%. En el otro extremo, al cierre de 2016 ese indicador fue el más alto de la Patagonia: 6,7%, ambos datos extraídos de mediciones del Indec.
Según las autoridades de las asociaciones sindicales petroleras de la región, se han perdido en los últimos meses más de 1.000 posiciones directas en el rubro, con su consecuencia en las tareas satélites y de servicios indirectos. Se adiciona a esto el impacto en el consumo regional, implicando caídas en puestos de metalmecánica, comercio y construcción. Por su parte, la actividad frutihortícola de la región no tuvo este verano una actividad que pudiese amortigua resta caída, producto de una sensible menor demanda respecto de años anteriores.
Como consultora de RRHH, nuestra actividad está atada indisolublemente a la evolución de la economía en general y del empleo en particular, por lo cual no nos han sido ajenos los vaivenes mencionados. Hemos tenido una menor demanda en los últimos meses en puestos de base, aunque se ha mantenido el requerimiento de profesionales, técnicos, posiciones comerciales y administrativas, sin llegar a los picos de demanda de 2015.
Estacionalmente la actividad laboral regional tiende a disminuir en invierno, comenzando esta declinación sobre fines de marzo o principios de abril, situación que hasta ahora no ha ocurrido. Hasta ahora vemos que se compensan las bajas de posiciones incorporadas para cubrimiento de vacaciones o tareas estacionales, con ingresos que han generado diversas empresas de servicios petroleros que han debido incorporar personal por la firma de nuevos contratos de explotación, especialmente por el incremento en la actividad gasífera. En paralelo, la reducción de las horas totales trabajadas por posición, en alrededor de un 10%, repercute en forma directa en la caída del salario real de bolsillo de los trabajadores, ya que las empresas extreman las medidas para evitar el impacto del sobrecosto de las horas adicionales.
Las fuertes inversiones anunciadas, especialmente para extracción de gas y que según manifiestan las empresas productoras se mantendrán en ascenso en la próxima década, harían que en unos pocos años (2019/2020) se vuelva a vivir en la región una situación de pleno empleo con intensa demanda de posiciones de alta especialización. De la mano de esta previsión, en tanto no se tomen medidas adecuadas en forma preventiva, es de esperar que vuelva a repetirse la falta de mano de obra calificada por la que pasamos años anteriores, obligándonos nuevamente a cubrir las posiciones con profesionales de fuera de la región, o incluso del país.
Si bien el escenario de la demanda laboral en 2017 se muestra prudente, sin estridencias, se observa que lentamente ha comenzado un repunte de la actividad. Con un optimismo moderado para este año, confiamos que habrá un sostenimiento de los puestos de trabajo y un mayor crecimiento de la actividad en el segundo semestre, sentando las bases de un futuro más que prometedor que nos deparará nuestra región en los próximos años.
*Gerente de Randstad Argentina Región Sur

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