Trabajadores “fans” con un elevado compromiso

¿Por qué los recursos humanos necesitan promoción?

Los expertos concluyen que las organizaciones que logran un elevado nivel de compromiso por parte de sus trabajadores obtienen mejores resultados. “Tener empleados fans es clave para tener clientes fans”, afirma Sonia de Mier, directora de comunicación de Great Place to Work de España.

El problema, añade, “viene cuando la realidad de una empresa no coincide con la percepción que tienen de ella sus empleados”. En ese marco, comunicar las políticas de recursos humanos y sus procesos es clave para fomentar el sentimiento de pertenencia de la plantilla.

Aziz Zaghnane, director de Talent Management & Outplacement, cree que los profesionales de recursos humanos saben que los empleados son sus clientes internos. “Cuánto más creativos y alentadores sean los mensajes que les hagan llegar, mejor será la respuesta que obtengan de ellos”, asegura Zaghnane.

Guerra de talentos

La encarnizada guerra de talento que existe hoy entre las empresas se libra en territorios marketinianos.

“Ser considerado un empleador preferente se convierte en una necesidad en un mundo global en el que muchas empresas compiten por el mismo talento”, comentó la profesora Mier.

Para lograrlo, las organizaciones despliegan una serie de estrategias que persiguen potenciar su marca de empleador y hacerse más atractivos ante quienes buscan de nuevas oportunidades laborales.

Programas recomendados, embajadores de marca, clasificaciones o certificaciones, son escaparates que ayudan a posicionar la cultura organizacional de la empresa. Una visibilidad que aumenta sus posibilidades de llevarse a los mejores empleados. Además, un potente “marca de empleador” sirve también como eficaz antídoto ante posibles cantos de sirena de otras empresas hacia los trabajadores clave.

Entra entonces en escena el llamado “salario emocional”, que engloba las oportunidades de desarrollo profesional y el ambiente de trabajo

Que más hacer

Andrés Ramírez, docente y máster ‘honoris causa’ en esta especialidad del CESA, está convencido de que las empresas pueden hacer mucho más por la felicidad de sus empleados.

Generar opciones de crecimiento, desarrollo y permitirles tener cierto nivel de autonomía son factores fundamentales para llegar a ser una empresa feliz.

“El compromiso con la felicidad debe venir de la alta gerencia, debe ser un compromiso, una cultura y una política de la empresa. Debemos procurar conectar a los empleados con los valores de la empresa y hacerlos sentir parte de ella, pero también debemos tener la madurez de aprender de ellos y sacar su mejor potencial”, afirma el docente.


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