Auxilio para consorcios de riego: los empleados pasarán al Estado

El pedido de máxima de las organizaciones de productores era que la Provincia se haga cargo del servicio, pero eso no será posible. En cambio, el Ejecutivo asumirá el compromiso salarial y administrará la cartera de deudores, que alcanza los 70 millones.

La Provincia diseña un plan de rescate de los consorcios de riego administrados por los productores. El gobernador Alberto Weretilneck adelantó que el Estado asumiría el pago al personal dependiente de esas organizaciones y además administrará la cartera de deudores, que ronda los 70 millones.

En el último tiempo, las autoridades de los consorcios se reiteraron en sus pedidos de auxilio a la provincia. Puntualmente, su principal solicitud se concentró en que el Estado rionegrino recupere la administración del riego, más allá del requerimiento de aportes.

Weretilneck –que se juntó la semana pasada con los productores– desestimó totalmente esa posibilidad de absorción estatal.

En cambio, el mandatario admitió la dificultad de los consorcios, por lo cual planteó alternativas de rescate.

Primero, que “sus empleados –un centenar– los solvente la provincia, enmarcado en el convenio de ARSE (esta sociedad del Estado opera los canales principales, incluyendo todas sus instalaciones hidráulicas)”. Segundo, las deudas de los productores con los consorcios pasarán a la Agencia Recaudadora, considerando que ese organismo dispondrá de mejores herramientas para su recuperación. Esa cartera rondaría los 70 millones.

Para ambas medidas, Weretilneck tiene su argumento. La principal presión de los consorcios está en los salarios, que representan del 60% a 70% de sus costos.

Esta exigencia desfinancia a esas organizaciones, que “no tienen dinero para comprar o recuperar maquinarias”.

Las deudas

La transferencia de las deudas se explica en la baja recuperación por parte de la administración de los productores ya que se “cobra un 30% de la facturación”. Ese proceso y percepción seguirá en los consorcios, pero en cambio la cartera de pasivos será cedida a la cartera tributaria rionegrina, que conduce Agustín Domingo.

En el gobierno se entiende que el manejo por parte de la Agencia modifica el esquema de cobro, a partir que lo asume un organismo ajeno al sector mientras que actualmente los conductores de los consorcios deben intimar a sus pares productores.

En los últimos balances, esas organizaciones aseguraban una caída de la recaudación de un 50% a 60% en relación al año pasado.

Explicaron esas disminuciones en la situación económica del sector, agravada por los impactos originados por el temporal de granizo y el tornado.

Sin embargo, la baja recaudación, con algunos altibajos, fue una constante en los últimos años en la mayoría de los consorcios, muchos de los cuales no fueron capaces de alcanzar siquiera el 50% de la recaudación.

Inicialmente, los consorcios se juntaron con el superintendente del Departamento Provincial de Aguas, Fernando Curetti, pero las negociaciones no prosperaron. Ahora, la discusión recayó en el gobernador, que abrió esas alternativas de auxilio para los productores.

El análisis quedará en los plazos, pues los productores administradores aseguran que no tienen demasiado tiempo mientras alertan de incumplimientos de las próximas obligaciones salariales. En cambio, fuentes gubernamentales admiten que se trabaja en las líneas fijadas por el gobernador pero, todavía, “eso está verde”.

De cualquier manera, la decisión política está tomada.

En manos de los chacareros

La zona regada de Río Negro

–administrada por consorcios– alcanza a 117.000 hectáreas, con unos 12.300 usuarios.

El Departamento Provincial de Aguas tiene a cargo su regulación y supervisión, centrada hoy en 18 consorcios de riego.

Estas figuras –según las autoridades– “constituyen la forma más eficiente de prestación del servicio, ya que es la organización de los propios usuarios del sistema”.

El Alto Valle concentra una decena de consorcios y media docena está en el Valle Medio. El resto corresponde a Catriel y el Valle Inferior.

En 1992, el sistema fue transferido del Estado nacional a la provincia, que inició un plan de cesión a los productores, alentando la conformación de consorcios. Los mismos operan y mantienen los canales secundarios, terciarios, como también, los drenes parcelarios.

Esta operación alcanza al suministro de agua a los usuarios, según los turnos correspondientes.

Mientras la coyuntura arrincona a los consorcios, el gobierno de Weretilneck plantea inversiones en riego. “Son modelos distintos”, aclara el gobernador.

En números

Datos

12.300
Usuarios tiene el sistema de riego que administran los consorcios de productores en la provincia.

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