Denuncian un cementerio de vehículos en Vialidad

Empleados de la Dirección Provincial de Vialidad denunciaron que la repartición se convirtió en un cementerio de vehículos. Varias voces internas se alzaron advirtiendo que en el interior de sus galpones, tanto en Central como en algunos distritos, numerosas máquinas, camionetas y camiones duermen una siesta eterna como consecuencia de la falta de insumos para su reparación.

Mientras tanto, remarcan, “el único camino para seguir adelante con las prestaciones es contratar a empresas privadas que terminan haciendo su negocio”.

“En el patio de Zona II podés encontrar de todo. Es un cementerio de chatarra, tenés desde camionetas hasta máquinas que se dejaron de usar porque no había dinero para la reparación. Ahí están tiradas y nunca más se pudieron utilizar”, confió un empleado de la DPV.

El malestar de buena parte de los trabajadores apunta a que, en muchos casos, los repuestos para poner nuevamente en marcha esas maquinarias no son tan costosos pero aún así no se compran. “Es increíble, a veces por no invertir 4000 pesos en insumos prefieren dejar parado un vehículo que todavía puede aportar soluciones para Vialidad”.

Apuntan a la calidad

En el medio de este panorama, surgen otros cuestionamientos que apuntan contra la calidad de las maquinarias que se incorporaron hace poco.

“En Central tienen guardada una cargadora de origen chino a la cual se le rompió la pala y como no tiene garantía no la pueden recambiar, ahora están buscando adaptar otra que pertenecía a una máquina mucho más vieja”, relató otra voz interna de la repartición.

Hace poco se instalaron equipos de GPS en la mayoría de los rodados de la DPV con el objetivo de controlar velocidad y recorridos de cada una de las unidades.

“Se llegó al extremo de equipar con estos rastreadores a camionetas que están guardadas desde hace tiempo por una rotura y no hay perspectivas de que se puedan reutilizar a corto plazo”, comentó otro trabajador.

Las quejas de un sector de los agentes también apuntan contra el tema salarial ya que, según advirtieron, “no existe un reconocimiento para el trabajo que desempeñamos”.

“Hubo promesas de mejora pero quedaron solo en eso, seguimos muy relegados”, expresaron.

Para completar el combo explosivo, el fantasma de una privatización sigue siendo motivo de preocupación y charlas puertas adentro de Vialidad, tanto en Zapala como en todos los distritos.

“Es algo que está ahí, no sabemos que va ocurrir pero nos genera una gran incertidumbre”, concluyeron.

La última inversión en equipos que hizo el Estado neuquino fue de 30 millones de pesos, que se usaron para comprar siente motoniveladoras.