Desarrollo Social ratifica que en marzo elimina 900 becas

Desarrollo Social ratificó que en marzo concluyen las becas de “capacitación” que llegan a unas 900 personas. Esta decisión se enmarca en la regularización planteada por el gobierno provincial, que comenzó con medio millar de becados -con funciones en el Estado- que pasan a contratos. El resto ya no tendrá asignación, que podrá derivar posteriormente en su eventual inclusión en otro programa, que se denominará Programa Rionegrino de Inclusión Laboral (PRIL).

El ministro, Nicolas Land, confirmó la disolución de las becas en marzo y confirmó el armado del nuevo programa, resaltando que aquella decisión “está tomada” y, más allá de los vínculos, la salida del PRIL no acompañará a la eliminación. Admite que algunos de los becados podrán reinsertarse al mismo, siempre y cuando cumplan con los objetivos del próximo diseño.

Obviamente, en el gobierno rionegrino admite que las bajas de los pagos tendrán sus costos, comenzando con las reacciones políticas. Implementada en Desarrollo Social hace dos décadas, las becas se gestaron para “capacitación en Servicio e Investigación”. Ya las gestiones radicales aprovecharon esa herramienta con criterio proselitista, algo que luego se mantuvo y se profundizó en la administración actual. Una porción además derivó en “remuneraciones” por funciones en áreas del Estado y su regularización llegará con su pase a contratos, recién acordado con ATE y UPCN, alcanzado a unos 530 becados.

Quedan otras 900 personas con esa asignación, con diferentes convenios y sus puntuales patrocinadores. El último mes de pago será marzo, que se abonará en abril.

Mientras tanto, Desarrollo Social ultima un programa para “incluir laboralmente a personas en situación de desempleo”, a partir del Programa Rionegrino de Inclusión Laboral (PRIL). Los procesos de formación y entrenamiento serán empresas, municipios, cooperativas e instituciones. El objetivo es que rionegrinos desempleados se incorporen al mercado laboral, y “facilitar a los destinatarios el acceso a ambientes de trabajo”, “posibilitar la realización de procesos de formación y entrenamiento” para el “desarrollo de conocimientos, habilidades y competencias”. Se prevé que los beneficiarios tengan una “asignación monetaria que opere de estímulo” y “paliativo de la situación atravesada”.

Los talleres “de formación y capacitación” serán de dos, tres o cuatro horas diarias, con un plazo de tres o seis meses.

El nuevo programa