Dieron lugar al amparo contra los langostinos arrojados a cielo abierto en Las Grutas

Se ordenó que las empresas denunciadas ofrezcan pruebas de su versión y que por el momento no se depositen mas residuos de este tipo en el lugar, para no generar un daño mayor.

La jueza Vanessa Kozaczuk declaró admisible el amparo colectivo por daño ambiental presentado por vecinos de Las Grutas en relación a desechos de langostinos arrojados detrás del Cerro Banderita.

La titular del Juzgado Civil, Comercial, de Minería, Sucesiones y Familia N° 9 de San Antonio Oeste, resolvió aplicar una medida cautelar y preventiva de “no innovar”, es decir que se abstengan las partes demandas de continuar arrojando desechos de crustáceos y mariscos “en toda la jurisdicción del departamento” afectado.

Si bien aún lo denunciado no se encuentra probado dentro del expediente, con esa medida se busca “evitar un daño mayor” (Art. 32 de la Ley Nacional General del Ambiente 25.675)-

Kozaczuk citó además al Municipio de San Antonio Oeste, a la Secretaría de Desarrollo Sustentable de la Provincia, a las personas físicas y empresas privadas vinculadas que trabajan en la industria pesquera, para que en 48 horas “contesten la demanda y ofrezcan prueba, de manera de resolver sobre el fondo”.

Firmas como “La Terminal Pesquera” (SAO), la planta procesadora de pescados y mariscos “Harinas SAO SRL”, “Pesquera Marítima San José”, “Empresa Pesquera Calme S.A”, entre otras, deberán responder al reclamo.

Para la decisión, la magistrada tuvo en cuenta “el derecho fundamental de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano” y “la exigencia de que las actividades productivas satisfagan las necesidades actuales sin comprometer a las generaciones futuras” (artículo 41 de la C.N.).

“En su descomposición, el olor resulta ser nauseabundo generando un impacto ambiental negativo y atrayendo insectos y roedores de distintas clases, que posiblemente afecten la salubridad e higiene de toda la población”, opinó la magistrada.

La situación viene sumando el rechazo de distintos grupos y sectores de la comunidad, que organizaron un piquete, un abrazo simbólico, un pedido de una audiencia pública, con el apoyo de alumnos del CEM 98, entre otras iniciativas.

La problemática volvió a poner el foco en la ausencia de un plan de manejo para la especie por parte de Provincia. Hace casi cinco años que la actividad comenzó a abundar en el Golfo San Matías. En el medio se registró el supuesto ofrecimiento de la familia Urcera, de la empresa TSB, de un terreno de cinco hectáreas para la disposición final de las cargas.


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