El gobierno no cumple y la deuda del Ipross supera los 153 millones

La Fiscalía de Investigaciones Administrativas busca determinar si existe un desvío de fondos luego de las retenciones a los cerca de 160.000 afiliados.

Las penurias financieras del Ipross se originan en el mismo seno familiar. Su “padre”, el Estado rionegrino, es responsable de gran parte de la millonaria deuda que la obra social remolca desde hace meses, y que complica la vida a la hora de los pagos a los prestadores.

El último informe conocido de progresión de deuda indica que Ipross arrastraba, al 13 de octubre pasado, un rojo de 153.420.955 pesos. Y meses antes, a principios de agosto, llegó a soportar un pasivo de nada menos que 277.782.143 pesos, el más alto de su historia.

Mes a mes, la obra social registra en sus balances compromisos de la Tesorería General que no sólo tardan en saldarse sino que arrastran residuos que van en peligroso aumento.

Los retrasos más evidentes se vienen produciendo desde junio, aproximadamente. Y si bien el gobierno intenta ponerse al día, es tal la magnitud de la deuda acumulada que hoy prácticamente equivale a un monto entero de aportes de sus 160.000 afiliados en un mes, es decir unos 160 millones de pesos (considerando una media mínima de 1.000 pesos per cápita).

Fuentes internas del Ipross aseguran que con el ingreso de ese dinero y cero retraso, la obra social debería tener incluso superávit ya que los gastos por pago de cápitas, prestaciones directas, medicaciones y reintegros son inferiores a esa cifra.

Como contraparte, los ingresos del Ipross tienen tres claras vertientes: los empleados de la provincia, los agentes de los municipios (ambos afiliados directos) y los jubilados. Estos últimos fondos de la Anses que, a diferencia de los provinciales y municipales, les llegan al organismo en forma directa.

Un monstruo indomable

En definitiva, la deuda se ha convertido en un monstruo difícil de dominar. Los saldos negativos por exiguos 6.000 pesos de principios de año, hoy se transformaron en pesados compromisos por 153 millones.

Hay incluso deudas que se arrastran de los ejercicios 2015 y 2016 por un total de 1.234.691. La mayor parte de ese monto corresponde a un compromiso impago de la empresa estatal Aguas Rionegrinas (Arsa) del 2016.

Más allá de las entidades del gobierno, hay otros nucleamientos como el gremio UPCN que también le adeudarían a la obra social por el coseguro. Voceros gremiales del Ipross calculan esa deuda en 13 millones de pesos.

La eterna lucha del Ipross por ponerse al día con los prestadores se complica frente a este panorama.

En agosto, el vocal gremial de Unter en la obra social, Paolo Etchepareborda, estimaba que la obra social debía en ese concepto cerca de 100 millones de pesos. Actualmente, el organismo habría mejorado su performance de pago a los colegios profesionales y las demoras no son tan elevadas.

¿Manotazos?

El azaroso destino del Ipross se asemeja al de otros organismos estatales que ven succionados provisionalmente sus recursos desde un Ejecutivo que no respeta sus condiciones de entidades autárquicas. Es el caso de Horizonte, ventilado por este diario hace un mes: las distintas reparticiones estatales le debían a la aseguradora provincial más de 122 millones de pesos en pólizas de todo tipo, sobre todo de automotor. Los mayores deudores eran la Policía, Educación, Salud, Seguridad y Agricultura.

Los monumentales endeudamientos al Ipross y a Horizonte abren el interrogante de si no existe un manotazo de fondos en el intento de cumplir con las obligaciones de Tesorería General. Si así fuera, se estaría ante un posible delito penal, ya que los fondos de aportes a la obra social tienen fin específico y no pueden ser desviados ni utilizados para otro objetivo.

Precisamente es lo que la Fiscalía de Investigaciones Administrativas busca determinar, para lo cual abrió de oficio una investigación y le sumó una denuncia que presentó por igual motivo la CTA. Este sector gremial se preguntaba dónde está el dinero de los aportes que indefectiblemente realizan los trabajadores mes a mes y pidió investigar si son usados para otros fines por el gobierno.

Por este motivo, el propio presidente del Ipross, Claudio Di Tella, fue llamado a declarar y, ante el fiscal Marcelo Ponzone, entregó documentación que confirma la pesada deuda que se arrastra sin solución de continuidad desde la provincia.

En esa ocasión -trascendió- el propio Di Tella acotó que, cuando reclamaba por la deuda al recientemente eyectado ministro de Economía Isaías Kremer, éste le respondía que los atrasos “no dependían de él”.

El Estado rionegrino hoy afronta un déficit fiscal que se proyecta para fin de este año en torno a los 2.200 millones de pesos (pese a que a fines de 2014 festejaba un superávit de 800 millones).

El gobernador Alberto Weretilneck aseguró recientemente que logró una reducción del quebranto en un 35 por ciento respecto de 2016.

Claudio Di Tella

Presidente del Ipross

Declaró en octubre ante la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Documentó constantes deudas millonarias a la obra social.

Marcelo Ponzone

Fiscal administrativo

Investiga si existe delito ante el posible desvío de fondos de los aportes de afiliados del Ipross para otros fines que no son los específicos.


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