En alerta por pasturas que no sirven

Una combinación de factores hizo que los campos que no se incendiaron en Río Colorado acumulen pasto que se secó y se pudrió. No dejó aflorar lo nuevo. Los ganaderos llevan hacienda a otro lado. Piensan en quemar lo que está inutilizado.

Los productores ganaderos de Río Colorado, los mismos que lograron salvar sus lotes de los incendios durante la temporada 2015-2016, están preocupados por la difícil situación general que se plantea en sus campos, que muestran abundantes pasturas, pero que aún así no tienen con qué alimentar a sus animales. Lo peor de todo es que la situación tiende a agravarse con el paso de los días.

Parece contradictorio que haya abundante pasto y falte el alimento para el ganado. La situación tiene su explicación. Los campos que no se quemaron tuvieron condiciones de demasiada humedad, pasto abundante y demasiado calor en un momento y frío después. Esa combinación hizo que se secara, que adquiriera un gusto desagradable que no permite que los animales lo coman y que no dejara aflorar las nuevas pasturas.

Tras un buen año para el campo, con buen nivel de precipitaciones, el volumen del forraje acumulado creció enormemente, aunque terminó por secarse por el excesivo calor, humedad y frío. El pasto se pudrió y provocó una fuerte disminución de la calidad nutritiva, que afecta la condición corporal de los vientres.

Algunos ganaderos sostienen que la única salida es quemar de manera controlada esa pastura que se secó, para que en la primavera pueda surgir el nuevo pasto con el campo recuperado. Eso sí, por la experiencia de los incendios se plantean hacerlo muy organizadamente y contemplando los tiempos para que rápidamente, si llueve suficiente, vuelvan a tener alimento para los animales.

Mientras tanto, existen productores que están sacando los terneros porque las vacas madres están muy débiles con serios riesgos de subsistencia.

“Algunos pudieron trasladarlos a otro campo, pero hay casos donde terminaron por venderlos a un bajo precio antes de perderlos”, señaló el presidente de la Rural de Río Colorado, Omar Albizúa.

Datos recogidos por este diario dan cuenta que un grupo importante de ganaderos locales que salvaron sus lotes de ser arrasado por los incendios, se encuentran en una situación difícil, porque los animales que están en esos cuadros están perdiendo peso y eso pone en riesgo el futuro de los mismos.

La agobiante situación está llevando que un grupo pueda mover la hacienda a otros campos, prestados o arrendados, aunque otros ya comienzan a llevarle comida y alimentos para poder salvarlos.

“Estamos en un serio problema. Si uno ve los campos, están llenos de pasto, pero está podrido y no sirve como alimento para la hacienda. Tenemos que darles de comer para que no se caigan”, señaló el presidente de la Rural.

“Hoy no sé si los incendios fueron malos o buenos. Pero a los que se nos quemó y pudimos sobrevivir del desastre, hoy tenemos una mejor perspectiva que en aquellos campos donde el fuego no ingresó”, señaló uno de los productores consultados.

La zona recorrida muestra que la mayoría de las gramíneas están semilladas (flechillas), que se secó en el verano entre diciembre, enero y con la humedad favoreció el crecimiento de las plantas que no fueron comidas por los animales, que se acumuló y hoy el sector se encuentra “empastado” pero seco y sin las proteínas necesarias para el vacuno.

El riesgo involucra a más de un productor por cuadro. Porque en la mayoría de los sitios que están en situación crítica el propietario tiene sus propias cabezas de ganado y a su vez alojan a más animales que fueron trasladados de otros campos durante los incendios.

Algunos productores comentaron a “Río Negro” que “hasta hace una semana en 2.000 hectáreas tenían 150 madres y 120 terneros. Y se tuvo que sacar todo lo chico y dejar a las madres solas para evitar un desastre y en pocos días, tendremos que vender algunos terneros para llevarle comida a esa vaca”.

Paradójicamente los incendios que se registraron en el departamento de Pichi Mahuida en Río Colorado arrasaron con más de 450 mil hectáreas de campos, alcanzó a más de 100 productores ganaderos, que hoy se encuentran en una mejor situación y con un futuro promisorio, con buena y nuevas pasturas.

Existen productores que están sacando los terneros de sus campos porque las vacas madres están muy débiles, con serios riesgos de subsistencia.

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Existen productores que están sacando los terneros de sus campos porque las vacas madres están muy débiles, con serios riesgos de subsistencia.

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