Informalidad y desempleo golpean al norte neuquino

Es la zona de la provincia con mayor desocupación: 9,8%. Esperan por la reactivación de la obra pública. Mientras tanto subsisten con changas. Piden declarar la emergencia.

Walter Daniel Aguirre vive en el populoso barrio Uriburu. Al momento de ser entrevistado, ayudaba a una vecina a limpiar el frente de su vivienda. Tiene 24 años, está desocupado pero no se queda con las manos cruzadas. Con una carretilla y pala en mano, el joven es reflejo de muchos chosmalenses que se encuentran sin trabajo y a la spera de una oportnunidad.

Los últimos datos de la Encuesta Provincial de Hogares revelaron que la ciudad cabecera del norte neuquino tenía, al tercer trimestre de 2016, la tasa más alta de desocupación de la provincia: 9,8%. Por fuera de la actividad estatal y la obra pública, la mayoría coincide en que escasean las chances de insertarse en el mercado de trabajo.

“Es muy difícil estar así”, reflexionó Aguirre, ayudante de albañil, quien espera que todo mejore y que “cuando vengan empresas a hacer obras en Chos Malal, se contemple la mano de obra local” porque, cuestiona, “las pocas que se ejecutan traen mano de obra especializada de afuera”.

El joven vive con su padre, que trabaja, su mamá que se ocupa de los quehaceres domésticos, y una hermana que tiene empleo. Él aspira a tener “algo estable”.

Asegura que “hay veda en la construcción” y la única alternativa viable es realizar “changas” para ayudar con la economía familiar.

En similares condiciones dijo estar Abel Gutiérrez, de 31 años, desocupado desde agosto del año pasado y a la expectativa de que “se reactive la obra pública que nos permita acceder a una fuente de trabajo”. Había sido contratado cuando se realizó el montaje en la base espacial china de Quintuco, pero una vez finalizadas las labores pasó a formar parte de los desocupados y lleva nueve meses sin trabajo estable.

Con un hijo de 8 meses y responsabilidades que cumplir, se le hace difícil no contar con trabajo, pero dice rebuscárselas “con changas”. El hombre hace trabajos metalúrgicos, es armador de hierro y tiene una camioneta Dodge para hacer fletes que es una “alternativa para salir del paso”. “No me molesta limpiar patios o realizar todo tipo de trabajos”, aseguró porque rescata que, aunque se gana poco, sirve a para pasar el día.

La informalidad, sin embargo, no es excluyente de la construcción. Una reciente inspección realizada por la delegación local del ministerio de Trabajo de la Nación en Chos Malal y Andacollo detectó un 70% de trabajadores no registrados en restaurantes, taxis y panaderías, según reveló la diputada Ayelén Gutiérrez (FpV), oriunda de la zona.

En los fundamentos de su proyecto para solicitar que la Legislatura declare la emergencia laboral en las localidades del norte neuquino, agregó que tampoco se encuentran registrados el 62% de los empleados del Mercado Concentrador.

En números

Los consultados tiene confianza que tras
la veda invernal, vuelva a resurgir la
actividad en el sector de la construcción.

Expectativas tras el invierno

Este grupo es uno de los que mayores niveles de falta de empleo registra según los últimos datos que relevó la Provincia.

Jóvenes, los más afectados

Datos

70%
de los empleados en panaderías, restaurantes y taxis no estaban registrados según el ministerio de Trabajo de Nación.
6,6%
es la subocupación que tiene
la localidad cabecera de la región según la Encuesta Provincial de Hogares.

Temas

Chos Malal

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