La cosecha de cerezas ocupará este año a 3.100 obreros en el Valle Medio

La zona del Valle Medio concentra el 80% de lo que se produce en toda la provincia. Los Estados Unidos, Canadá y Europa son los principales destinos.

La cosecha de cerezas, que cada día cobra mayor importancia en el Valle Medio, demandará alrededor de 3.100 trabajadores esta temporada, porque hay buena producción pronosticada y porque el grueso de la producción tiene destino externo y exige mucho cuidado en la recolección.

La cifra representa un crecimiento de mano de obra del 50% respecto del año anterior.

Si bien la temporada de cosecha es corta, puede llegar a los 50 días en total, resulta muy redituable para los obreros.

Todo se enmarca en inversiones puestas en marcha por la actividad privada, que vio en la región del Valle Medio un excelente lugar para producir. Esta zona concentra hoy el 80% del total de la oferta de cerezas de la provincia. Desde la comuna de Chimpay se detalló que existen 10 productores chicos, además de Ceco que tiene unas 70 hectáreas en producción, la firma Miele 35 hectáreas y las 170 restantes de Cerezas Argentinas.

Las empresas están trabajando hace tiempo para ampliar los promedios de producción. Según datos del sector privado, actualmente por hectárea los promedios están entre 12 ó 15 mil kilos en una temporada buena. Aunque también existen notables diferencias por variedad.

En la zona se producen variedades tempranas como: Santina, Royal Dawn, Chelan y Brooks, medias (Stella, Bing y Van) y tardías: Kordia, Regina, Lapins y Sweetheart en menor escala, permitiendo extender el período de cosecha desde principios de noviembre hasta diciembre.

La ventaja de poder levantar la producción antes de las fiestas de fin de año hace que se pueda establecer como fruta primicia en mercados internacionales logrando de este modo excelentes precios y colocación.

Las condiciones agro-ecológicas del Valle Medio sumadas a la demanda externa creciente de este tipo de frutas hacen prever una futura apuesta por más hectáreas en el corto plazo, sobre todo de pequeños y grandes productores.

La cereza dejó de ser desde hace rato un cultivo secundario para ocupar hoy un lugar de importancia en la matriz productiva regional. Las buenas cosechas, las ventajas que tiene la zona para su producción y el poder salir con distintas variedades al mercado en un momento del año donde no hay competencia, hacen que el combo sea más que atractivo, y sobre todo redituable, para los productores de cerezas, desde los más pequeños hasta los más grandes.

“El año pasado para esta fecha teníamos 200 trabajadores hoy ya tenemos 800 trabajando y 200 más para compensar ausentismos”, sostuvo el ingeniero agrónomo Agustín Jaureguiberri, quien es el encargado de Cerezas Argentinas en Chimpay, un gigante de la producción del fruto rojo que compró la planta de empaque de Salentein, y que tiene 170 hectáreas en plena producción con una decena de variedades con distintos tiempos de maduración.

Para la zona, se calcula que este año la ocupación en el pico de trabajo superara las 3.100 personas, un impacto importante, dado que desde lo salarial, aunque la temporada es corta y ronda los 45 ó 50 días, también es muy redituable. La empresa Cerezas Argentinas, se instaló en Chimpay en el 2006, y es modelo para la comarca.

Jaureguiberri recibió a este medio en la planta de empaque de Chimpay, en los primeros días de cosecha y empaque, cuando se viven jornadas febriles e intensas.

“Hasta ahora tuvimos una temporada desde lo climático muy buena, mucho mejor que las anteriores cuatro. Muy buenas temperaturas en la época de floración. Desde ese lugar estuvo muy buena la primavera, después se planchó un poco y se retrasó el inicio de la cosecha. Pero en producción estamos completos, yo diría que en el Alto Valle y el Valle Medio está completa como hacía rato que no estaba”, sostuvo.

Agregó que “productivamente es un muy buen año, con muchos kilos. Económicamente el mercado, en esta época del año, en el arranque es muy bueno. Salimos en un tiempo donde no hay cereza en el mundo. Nosotros exportamos a la mayoría de los mercados que están abiertos: Estados Unidos, Canadá, Europa Continental”.

Sostuvo que “la relación costo-beneficio es buena. Los costos internos vienen aumentando, es cierto. Tiene un alto impacto la mano de obra en el costo de la cereza. 70 ó 75 por ciento del costo se lo lleva la mano de obra, se cosecha a mano. Y el trabajo en el empaque, más allá de tener máquinas calibradoras y clasificadoras automáticas, también sigue siendo trabajo manual”.

En cuanto a precios, sostuvo que “los valores son muy variables, dependiendo la fecha de ingreso al mercado hasta el calibre de la fruta, hay mucha variación. De acuerdo a si la fruta es 22-24 mm, que es lo más chico que se comercializa o más 30 mm. Estas variaciones pueden ser hasta del 200 por ciento. De este modo la fruta puede valer 5 dólares por kilo si es chica o 10 dólares si es grande. Entonces es difícil determinar hoy esto. Siempre el mercado temprano es mejor. Siempre está dispuesto a pagar más”.

“Nosotros tenemos 170 hectáreas y vamos a cosechar 2 mil toneladas”, agregó.

“La zona tiene muchas ventajas para la producción de cerezas de alta calidad: el clima semidesértico, que implica una amplitud térmica que favorece a los frutos. El acceso agua de calidad y la disponibilidad de tierras, son algunas de ellas”, sostuvo un joven ingeniero agrónomo al ser consultado sobre por qué ha ido creciendo la apuesta por la cereza en la zona. No se descarta el desembarco de más empresas o que las que ya están instaladas en la zona sumen más hectáreas.

Mientras tanto, la Cámara que nuclea a las empresas productoras y exportadoras de Cerezas tiene tres o cuatro puntos importantes a tratar: El primero es el protocolo con China.

“El protocolo con China se está negociando, nosotros estamos agremiados en una Cámara –CAPCI- y se está negociando, se están haciendo esfuerzos para tratar de sacar el protocolo. Hay alguna posibilidad que haya una inspección este año. La idea es que se termine rápido el protocolo para exportar directo a China. Es un mercado de 1.200 millones de personas que les gusta mucho la cereza y entramos en una época donde se consume mucha de esta fruta.

La fruta de la región es la primera en llegar a los mercados internacionales y eso le sirve para quedarse con clientes dispuestos a pagar mejores precios.

Poco tiempo para

llegar a la góndola

La cereza es una especie de poco tiempo de conservación. Es una ventaja para la fruta que se produce en la zona, salir al mercado mundial cuando no hay productos frescos de otros países.

De este modo, lo normal es que se coseche, se procese en uno o dos días, y se mande al mercado de manera inmediata. Así, desde la cosecha hasta que esté en góndola puede tardar 4 ó 5 días y un poco más en mercados externos.

En promedio, de lo producido, el 20 por ciento va a mercado interno y el 80 a exportación.

Uno de los aspectos que está en análisis en la actividad es la posibilidad de contar con el sello de origen patagónico, que le daría un plus a la cereza.

Es lo que se destina de la producción de la región al mercado internacional. El resto se comercializa en el país.

80%

Datos

La fruta de la región es la primera en llegar a los mercados internacionales y eso le sirve para quedarse con clientes dispuestos a pagar mejores precios.
Uno de los aspectos que está en análisis en la actividad es la posibilidad de contar con el sello de origen patagónico, que le daría un plus a la cereza.

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