Los artesanos del vidrio que reducen la producción para subsistir en Huincul

En la única fábrica de vidrios de la Patagonia norte, emplazada en Plaza Huincul, se pelea día a día para sobrevivir. El incremento en el valor del gas los obligó a tomar medidas de emergencia y a aplicar al máximo el ingenio.

Los trabajos se volvieron más artesanales y se realizan sólo durante dos semanas. En el siguiente medio mes el horno se deja al mínimo necesario para que no se dañe, pero no se cocina.

De esa forma lograron reducir casi a la mitad el consumo de gas natural, de modo tal que el impacto del tarifazo no los obligue a cerrar.

Cristalería Huincul es un emprendimiento familiar asentado en los viejos talleres de YPF, en el barrio Central, en donde los Luján trabajan desde hace casi dos décadas el vidrio.

“Pospueblada”, es el término con el que le gusta definir a Misael Luján a la fábrica que ahora lleva adelante y que en esos años comenzó su padre Rubén.

En la fábrica se puede hacer “de todo” con vidrio. Sin embargo, los embates económicos son fuertes, y en este caso el tarifazo en el gas natural dispuesto por el gobierno nacional hizo resentir la producción e incluso obligó a reducir el personal.

Desde octubre del año pasado, cuando se envió desde Enargas el nuevo cuadro tarifario, que es aplicado por la subdistribuidora Tecnogas Patagónica S.A, los problemas se multiplicaron.

Las facturas llegaron con costos tan elevados que fue imposible de afrontarlos porque, Luján explica que tampoco se puede trasladar todo el aumento a los productos.

El primer gran salto lo tuvieron el año pasado cuando pasaron de pagar 15 centavos por el metro cúbico de gas –sin impuestos– a 2,37 pesos.

Desde entonces hubo nuevas modificaciones en el cuadro tarifario, como marchas y contramarchas, que hicieron que en seis meses la fábrica recibiera tres valores distintos.

Se pasó así de 2,37 pesos el metro cúbico, a 1,88 y finalmente 0,718. “Este último es el valor más acorde que llegó. Es igual, un 500% de aumento”, indicó Luján. Y explicó que “sería una tarifa razonable pero para nosotros sigue siendo injusta”.

El titular de la cristalería aseguró que aquí no existe un “consumo intensivo de gas”. Y detalló que mensualmente tienen una demanda de entre 20.000 y 30.000 metros cúbicos, gracias al parate en la producción que realizan. “Es importante ver también que no somos grandes consumidores”, acotó.

El jueves pasado los referentes de la cristalería volvieron a viajar hasta Buenos Aires para entrevistarse con funcionarios de Enargas y exponer nuevamente su delicada situación.

Es que en la fábrica que se resiste a cerrar se desempeñan siete empleados en este momento, porque se redujo el plantel ante este panorama, que por el momento, Luján asegura que sigue siendo incierto.

“Entre idas y vueltas el gas al final terminó viniendo con un 500% de aumento y para nosotros sigue siendo una tarifa injusta”,

aseguró Misael Luján, el propietario de la Cristalería Huincul.