Los “feedlots” y el impacto ambiental

La ley, que se aprobó en el 2014, se reglamentó recién en diciembre pasado. Ahora, se debaten cambios por reclamos de los ganaderos.

Río Negro no termina de regularizar los centros de engorde bovino (feedlots) aunque ya se cumplieron tres años de la sanción de su ley. Esas unidades sumarían unas 200 pero sólo una treintena lograron su habilitación provisoria.

Ahora, Agricultura y Ganadería evalúa cambios por reclamos de los ganaderos. Los funcionarios hablan de ampliación de la reglamentación, que se dará en las “próximas semanas”, y convoca a los dueños de feedlots a inscribirse durante octubre.

El primer decreto reglamentario llegó demorado y se formalizó en diciembre pasado, a más de dos años de la ley.

La presente aplicación enfrenta un horizonte complicado por las exigencias ambientales. Los ganaderos aducen trabas para ajustarse a la normativa. Sus dirigentes plantearon en Choele Choel que se “contemplen situaciones especiales” frente a una gran inversión que aducen haber realizado en estos años.

La principal discusión se concentra en las distancias mínimas entre los corrales y los cursos de aguas superficiales, que denote riesgo de contaminación.

Por caso, los ganaderos de Valle Medio plantearon las objeciones a la reglamentación de la Ley 4997. Los parámetros para ajustarse a la norma regulan las condiciones de habilitación y actividad de los establecimientos.

El actual marco exige que los predios podrán instalarse por sobre la línea de ribera establecida por el Departamento Provincial de Aguas (DPA), respetando distancias mínimas a un cuerpo o cauce de agua permanente, según la categoría del establecimiento. Se fija un mínimo de 250 metros para el nivel menor y hasta 2.000 metros para los predios más grandes.

También, en ordenamiento prevé que los feedlots deben estar a más de 5.000 metros de escuelas, centros de salud o de otros sitios de concentración de personas.

Aún así, se desconoce el motivo del atraso de la regularización de algunos predios.

El último relevamiento detectó 180 “feedlots” y se estima que ya sumarían unos 200, de los cuales sólo 30 cumplieron con los requisitos y se les otorgó una habilitación provisoria, considerando sus tres autoridades de aplicación: Ganadería, DPA y Ambiente.

Son 700.000 los vacunos en Río Negro, unos 30.000 estarían en engorde a corral.

De los 700.000 vacunos que se estima que hay en Río Negro, los cálculos indican que unos 30.000 estarían en centros de engorde a corral.

La historia de una

regulación trabada

El atraso de la regulación ya derivó el año pasado en especulaciones y una denuncia penal por la presunta participación societaria del exministro Marcelo Martín en un “feedlot” en Río Colorado, al que el exfuncionario afirmó ya no pertenecer.

En octubre de 2015, con ley aunque sin reglamentación, un centro del Valle Medio fue multado por el DPA. Se comprobó que se filtraban sustancias nocivas al río Negro a través de las napas. La sanción ascendió a 251.937 pesos y surgió una preocupación, todavía con la reglamentación pendiente, y orientada a profundizar los controles ante el crecimiento de esa actividad ganadera.

Ya en el 2013 se habían detectados altos niveles de nitratos (sales). No debían superar los 10 miligramos/litro pero uno de los freatímetros arrojó 831. En aquel entonces, se le dio un tiempo a los titulares del centro para adecuar los corrales y retirarlos más lejos del río.

Sin embargo, en las actuaciones posteriores se verificó que el trabajo encomendado no estaba cumplido.

Rangos

El ministerio que conduce Alberto Diomedi relativiza la reforma. “No habrá modificación sino que se reglamentarán dos artículos” pendientes, estimando su firma para las “próximas semanas”.

Explicó que se ampliarán alternativas que “permitan garantizar el resguardo ambiental y de los recursos hídricos en casos puntuales”.

Los cambios contemplarán aquellos predios muy cercanos a canales o meandros. Los interesados deberán presentar un plan de gestión ambiental que garantice la prevención y mitigación.

La cartera contó de un relevamiento de los feedloof “en funcionamiento”, con programas de “inspecciones y se recomienda la implementación de prácticas” para “minimizar el riesgo ambiental”, con “visitas de controles”. Los centros “tendrán su plazo de reacondicionamiento en función del plan de gestión ambiental”, fijando un cronograma de obras.

Las diferencias de categorías se relacionarán con el número de animales y con los efluentes que generen. Los centros más pequeños tendrán “menor riesgo de impacto ambiental” y menos requisitos mientras los “de mayor cantidad animales será mayor el resguardo a contemplar y a supervisión”. Además, aseguró que los titulares deberán inscribirse en el registro en octubre para “no tener problemas en el movimiento de hacienda”.

Datos

De los 700.000 vacunos que se estima que hay en Río Negro, los cálculos indican que unos 30.000 estarían en centros de engorde a corral.
250 a 2.000
metros de distancia de los cursos de agua deben estar los centros de engorde, según su tamaño.
5.000
metros debe ser la distancia con escuelas, centros de salud u otros sitios de concentración de personas.

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