Neuquén: se perdieron cinco puestos de empleo por día en la construcción

La caída de obras en el sector petrolero dejó sin trabajo a 1.000 trabajadores de Uocra. Según empresarios, se reactivan las tareas públicas.

Los brotes verdes no llegaron el sector de la construcción en Neuquén. En 2016, el sector perdió 5 puestos de empleo por día, en medio de un parate generalizado en la obra pública y privada y sobre todo en los trabajos civiles en los yacimientos.

Como síntoma de esa retracción, la provincia consumió 10.000 toneladas de cemento menos que en el 2015, lo que representó una fuerte caída del 12%, según estimó la cámara que nuclea a los fabricantes de portland.

El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), lleva una minuciosa cuenta de los puestos de empleo en todo el país. En el caso neuquino, en todo el 2016 se perdieron 1.818 trabajos registrados, lo que la ubica entre los ocho distritos más afectados de todo el país.

“La baja de actividad afectó a los tres principales sectores en la provincia, obra pública, obra privada y obra en yacimientos”, explicó Giulio Retamal, de RJ Ingeniería, presidente de la delegación local de la Cámara de la Construcción.

Sin embargo, el empresario sostuvo que en los primeros meses se comenzó a ver un repunte, apuntalado sobre todo por la obra pública. “Los primeros meses del año pasado el gobierno nacional los destinó a sanear la deuda con las constructoras. Se largaron los proyectos en el segundo semestre pero la inercia y la burocracia demoraron la puesta en marcha, que recién se empieza a sentir ahora”, graficó el empresario.

El secretario general adjunto de la Uocra Neuquén, Juan Carlos Levi, también aseguró que hubo un leve repunte en la actividad, sobre todo en el sector petrolero. Sin embargo, explicó que unos 1.000 trabajadores de la construcción fueron expulsados de los yacimientos, ya sea porque se interrumpieron los contratos o bien porque se terminaron y no se retomaron los trabajos.

“El impacto mayor lo tuvimos en el sector del petróleo: en un edificio trabajan 10 personas, pero un yacimiento pueden haber 200 o 300 en un sola obra. Cuando se caen esos contratos el impacto es mucho mayor”, sostuvo el gremialista.

Levi también mencionó como un factor relevante el trabajo en negro, que se ve sobre todo en obras de viviendas y edificios. “En el interior es muy difícil controlar eso”, remarcó, aunque la Uocra tiene un sistema aceitado de vigilancia.

Por fuera del petróleo, el sector más afectado, según Retamal, fue el de las grandes obras. El corredor de edificios que se proyectó en Doctor Ramón y Leloir en esta capital, por caso, viene con algunos retrasos.

“La obra privada de gran escala es más sensible al humor de los inversores”, remarcó. En épocas de tasas altas y dólar barato, aparecen otras opciones financieras más atractivas que el ladrillo, lo que puede demorar la inversión inmobiliaria.

Aunque con cautela, el empresario señaló que existe cierta expectativa de que el dinero declarado en el blanqueo que lanzó el gobierno nacional pueda retornar al país y apuntale al sector. Vaca Muerta será el otro gran imán para la obra civil, aunque la reactivación, por ahora, parece en cámara lenta.

“El impacto mayor lo tuvimos en el sector del petróleo: en un edificio trabajan diez personas, pero en un yacimiento pueden haber 200 o 300”,

detalló Juan Carlos Levi, secretario general adjunto de la Uocra.

“Se largaron los proyectos en el segundo semestre, pero la inercia y la burocracia demoraron su puesta en marcha”,

indicó el delegado local de la Cámara de la Construcción, Giulio Retamal.

Cuestión de escala

Cómo subirse al boom

Aunque existen muchas constructoras grandes en la región, la escala es todavía un factor clave para que las empresas locales puedan subirse a los contratos.

Según Retamal, con una inversión de capital importante, varias empresas neuquinas pudieron sumarse al primer boom de Vaca Muerta en 2014. Sin embargo, cuando el sector entró en crisis, muchas se vieron directamente afectadas.

“Uno de los problemas que surgen es el tamaño de los contratos. Si no se reparten y se unifican las obras, las empresas locales quedan afuera por falta de escala”, remarcó. Puso como ejemplo la reciente licitación de jardines públicos que hizo el gobierno nacional, que para el caso del bloque local quedó en manos de una sola compañía.

Pero depender de un solo contrato también puede ser peligroso. Algo así ocurrió con algunas firmas que quedaron atadas al proyecto de Vale, que luego se cerró y terminó afectando a decenas de pymes.

Los números

La reactivación de gasoductos y plantas

en los yacimientos será clave para que

el sector vuelva a retomar su ritmo de empleo normal.

Datos

“El impacto mayor lo tuvimos en el sector del petróleo: en un edificio trabajan diez personas, pero en un yacimiento pueden haber 200 o 300”,
“Se largaron los proyectos en el segundo semestre, pero la inercia y la burocracia demoraron su puesta en marcha”,
1.818
son los puestos de empleo que se perdieron a lo largo del 2016, según las estadísticas del Ieric.
12%
cayeron los despachos de cemento en la provincia de Neuquén.
8/9
meses de retraso llegó a tener el gobierno nacional con las constructoras. La situación empezó a normalizarse a mediados del año pasado.
La reactivación de gasoductos y plantas
en los yacimientos será clave para que
el sector vuelva a retomar su ritmo de empleo normal.

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