Opinión: El observador

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Adentro aplausos, gente vestida con elegancia y temperatura agradable. Afuera viento, llovizna y reclamos a viva voz de empleados que quieren aumento y desocupadas que piden por el trabajo perdido.
Un vallado de hierro y 250 policías puso distancia ayer a los problemas sociales de un discurso cargado de retórica.
Omar Gutiérrez inauguró el año político en la Legislatura con descripciones de problemas que padece la gente como si fuera un observador de la realidad y no como un agente central de cambio. Dijo que hay personas que no tienen ni trabajo ni vivienda y que “el orgullo de ser neuquino contagia esperanzas y expectativas”, como si los estados de ánimo pudieran remediar semejantes problemas.
El gobernador admitió que cometió errores, pero no mencionó a ninguno en particular. Esa ausencia le quitó credibilidad a la autocrítica.

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