“No quisieron cumplir su palabra”

Con dos bancas en juego, el PJ y sus aliados hacen equilibrio en medio del atomizado escenario nacional. Juntos y Cambiemos tienen sus propias necesidades.

Las PASO 2017 tendrán la más amplia oferta electoral de la historia reciente en Río Negro, pero la utilidad del proceso será prácticamente nula, igual que en las dos oportunidades anteriores.

En la semana previa al cierre de listas, el menú aparece con siete sectores trabajando para completar toda la documentación que exige la Justicia Electoral. Sin embargo, seis de ellos no tendrán mayores exigencias en las elecciones del 13 de agosto, porque participarán sin adversarios internos.

De esta manera, el escollo que deberán superar para llegar a las generales del 22 de octubre se limitará al piso del 1,5% de los votos válidos emitidos en el distrito.

El único espacio que tendría compulsa puertas adentro sería el Frente para la Victoria, a partir de las anunciadas precandidaturas de María Emilia Soria, Mario Sabbatella y Rubén Alí Yauhar.

En Río Negro el FpV defiende las dos bancas que se disputarán este año. Soria busca retener su espacio en el Congreso de la Nación, en tanto que el cipoleño Luis Bardeggia terminará su función legislativa.

En el 2013 el entonces oficialismo nacional y provincial se quedó con casi todo en las elecciones de medio término. El 50% de los votos obtenido le permitió acceder a las dos bancas en Diputados y a dos de las tres en el Senado. La tercera fue para Frente Progresista, que este año se quebró y encontrará a la CC-ARI y al Partido Socialista enfrentándose con listas independientes.

En este 2017 los desafíos son bien distintos para el PJ y sus aliados. Con un gobierno nacional ajeno y una división marcada a fuego en la provincia de Buenos Aires, el FpV rionegrino hace equilibrio para mantener el orden interno.

En esta provincia, cuatro de los cinco partidos que integraron el Frente Ciudadano de Cristina Fernández de Kirchner se mantienen dentro del Frente para la Victoria (Kolina, Nuevo Encuentro, Partido de la Victoria y Frente Grande).

Sin embargo, las diferencias ideológicas entre los hermanos Soria y el legislador Sabbatella –referente del kirchnerismo– son amplias y nadie puede garantizar por ahora una campaña sin roces.

Tampoco ayudaron a la imagen de cohesión las recientes divisiones en el bloque legislativo provincial, con el sector pichettista acompañando proyectos claves para el gobierno provincial, como el Plan Castello y la designación de autoridades en la Defensoría del Pueblo.

Juntos Somos Río Negro también tiene sus propias necesidades. Debutar en los comicios legislativos nacionales y no lograr ninguna banca complicaría varios planes del gobierno de Alberto Weretilneck, desde la reforma de la Constitución hasta el control del rumbo político provincial camino al 2019.

Por su parte, Cambiemos no llega a las PASO exento de jirones. La convivencia entre el Pro y la UCR apenas guarda las apariencias, en un distrito donde ninguna de las dos fuerzas tiene peso específico.

El Pro carece de estructura y de experiencia en gestión. La UCR todavía paga el costo de sus 28 años de gobierno y la declamada renovación choca contra la persistencia de algunos dirigentes, que no aparecen en las listas por su imagen negativa pero todavía conducen.

En consecuencia, será determinante la tracción de los candidatos y funcionarios nacionales, para instalar aquí que la disputa es entre Macri y CFK antes que entre la radical allense Matzen y sus rivales rionegrinos.

2013

2015

2017

Dos opciones para la izquierda,

que hace cuatro años superó el 8%

La novedad con respecto al 2013 serán las dos opciones de izquierda.

La Izquierda al Frente por el Socialismo –coalición formada por el Nuevo MAS y el MST– definirá esta semana el “1-2” entre los docentes Celeste Fierro y Aurelio Vázquez.

Por su parte, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, articulado alrededor del Partido Obrero, buscará repetir la buena performance lograda hace cuatro años, cuando alcanzó el 8,5% de los votos en las generales.

Sus candidaturas ya están definidas, con la obstetra reginense Norma Dardik en el primer lugar, acompañada por el barilochense Alejandro Britos y por la viedmense “Mali” Quintillán.

La CC-ARI y el Partido Socialista llegarán a las PASO por caminos separados.

Magdalena Odarda volverá a ser candidata, apostando a lograr un espacio en Diputados a pesar de tener todavía dos años más de mandato en el Senado.

El socialismo presentará a María Luz Riera y Diego Rodil.

Odarda habló con “Río Negro”.

“Nosotros queríamos utilizar el esquema de las PASO, que fue la propuesta de ellos, pero después no quisieron cumplir esa palabra y nosotros ya teníamos compromiso con los candidatos. Así que honramos la palabra con los candidatos”, indicó.

“No quiere decir que en el 2019 no podamos volver
a ser el Frente Progresista, porque la relación sigue siendo muy buena”.

Magdalena Odarda

Datos

475.000
electores en las PASO. Hubo ocho listas: tres de la UCR, dos del PPR, una del Frente para la Victoria, una del Frente Progresista y una del Partido Obrero.
511.235
electores en las PASO. Hubo siete listas para diputados: dos del Partido Socialista, y una del MAS, FpV, MST Nueva Izquierda, Cambiemos y FIT-Partido Obrero.
538.070
electores. Aparecen nueve listas: tres del FpV y una de Cambiemos, de JSRN, del ARI, del socialismo, de la Izquierda al Frente por el Socialismo y del FIT-Partido Obrero.
“No quiere decir que en el 2019 no podamos volver
a ser el Frente Progresista, porque la relación sigue siendo muy buena”.

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