Pomona, donde el verde resiste el invierno y el delito casi no existe

Es la localidad más pintoresca dentro de la isla de Choele Choel, en el Valle Medio del río Negro. Sus callecitas con sauces y las plazas repletas de rosales e históricos pinos invitan a visitarla. Nuevos emprendimientos productivos se instalaron en cercanías.

postal profunda

La puerta sur de ingreso al Valle Medio es un pueblo de 1.500 habitantes donde el verde resiste el invierno y se apodera de todo en primavera y verano.

“Me quiero ir a vivir a Pomona. Ya se que es un poco tranquilo, pero es ideal para criar pibes, para verlos crecer sin tener miedo” dice Jesús, de 26 años.

Si algo ha logrado mantener intacto el bello jardín que es Pomona hay que atribuirlo a la tranquilidad de sus calles y la casi nula tasa de delitos. De hecho, un funcionario municipal declaró días atrás que estaba muy preocupado por los mensajes cargados de sexo que escriben los pibes en la garita del colectivo.

Aquí no hay casas precarias, ni lujosas. Esa aparente igualdad se ve rodeada de un marco de belleza natural único, a orillas del brazo sur del río Negro, con gran variedad de plantas y pájaros.

Jorge Maldonado, juez de paz, pasó aquí gran parte de su vida y describe el lugar a grandes trazos. “El grueso de la gente es empleado público o peón rural, no hay mucha distinción. No hay ricos ni pobres. Demográficamente se encuentra estancada, creció la planta urbana, hay más casas, pero eso no significa que haya más gente. De hecho la población disminuyó de 2 mil habitantes a los 1500 que viven ahora. Es que si no encuentra trabajo, la gente se va, y los chicos crecen y también se van por el estudio” señaló.

Desde la curva larga de la ruta nacional 250 por la que se llega a Pomona se pueden observar las nuevas construcciones sobre una gran planicie verde. Pero si esa vista impacta, el ingreso por la calle Perito Moreno es de postal: sauces y rosales bordean el camino. Allí una senda peatonal invita al paseo costeando el pueblo. Igual de bella es la costanera, no muy extensa, pero lo suficiente para observar el paso manso de las aguas del río Negro.

Para “Aurorita” Santa Cruz, de 73 años y 52 trabajando en la comuna, este es “el nuevo Pomona”. Los pequeños barrios fueron naciendo de a 8 viviendas y tuvieron una metodología de construcción que fue pionera para la provincia. En las casas trabajaron en su mayoría mujeres, integrantes de cooperativas, que eran además las beneficiarias para su uso. Hicieron cursos de albañilería y recibían un sueldo. El modelo se replicó en otros municipios.

“Cuando comenzó a funcionar la usina Céspedes, allá por los 60, aquí había unas 20 casas, hoy son muchas más”, dice Aurora.

Dos enormes y frondosos árboles custodian el ingreso al parque San Martín, donde decenas de árboles, plantas ornamentales y florales lo convierten en uno de los pulmones verdes más bellos de la provincia.

En la vida social del pueblo perduran los encuentros –vino de por medio– en el bar del centro. Se repasan también las “novedades” en el viejo almacén de ramos generales. “Es que aquí todos somos como una gran familia”, concluye Roberto Moana, quien creció aquí y hoy conduce el noticiero del canal del Valle Medio.

Lugares

y características

Parque San Martín. Ubicado en la margen norte del puente de la ruta que lleva a Las Grutas, tiene más de 20 variedades de árboles traídos de Europa y América del Norte. Se destacan las coníferas.

Grandes empresas. Pomona es uno de los territorios más grandes de la provincia. Limita con: Valcheta, San Antonio, General Conesa y Ramos Mexía. En esta enorme extensión se asentaron empresas importantes que cambiaron la matriz productiva, pasando de la fruticultura a la producción de pasturas, con el desembarco del grupo Oses de España. Otras producen maíz y cebolla.

Los rosales

como símbolo

“La familia Rosauer fue clave para Pomona. No sólo diagramó el pueblo sino que hizo todo para su fundación” sostuvo Jorge Maldonado. Sus huellas están presentes. “Ellos tenían una casa a la derecha de la ruta pasando el puente. Y tierras a manos izquierda, mi bisabuelo trabajó con ellos” agregó.

La familia austriaca Rosauer, llegada a principios del siglo pasado, fundaría en 1920 una empresa que se convirtió en ícono, primero en Valle Medio y luego en el Alto Valle, más precisamente en Cipolletti.

El vivero Los Álamos no sólo se convertiría en referente en la venta de plantas frutales y aún hoy mantiene vigencia en las de rosales.

Es por ello, que la localidad de Pomona, explota de colores con sus diseños florales, que no sólo bordean las calles principales, sino que multiplican por decenas en el parque San Martín.

La casa de techo de paja. Postal del viaje a Las Grutas al pasar por el pequeño poblado. Allí vivió la familia de origen austríaco.

“Pomona conserva su aire de pueblo, porque mantiene hábitos y costumbres de antaño. Aquí todo es tranquilidad”,

sostuvo Jorge Maldonado, juez de Paz de

la localidad.

Dato

Datos

“Pomona conserva su aire de pueblo, porque mantiene hábitos y costumbres de antaño. Aquí todo es tranquilidad”,
2.500
Los visitantes que disfrutan del balneario de Pomona durante los fines de semana en
el verano.

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