Rionegrinos denunciados por contratación vial “ficticia”

Ex funcionarios de Vialidad Nacional, de Viarse y de la constructora viedmense Gancedo fueron llevados a la Justicia. Iguacel los acusa de “intermediación dirigida” y sobreprecios en obra de la Ruta 23.

Ex funcionarios y gerentes técnicos de Vialidad Nacional y de la rionegrina estatal Viarse, así como empresarios de Viedma, fueron denunciados por el actual administrador Javier Iguacel.

Son acusados de haber fingido la licitación pública de una obra en la Ruta 23, con el objeto de privilegiar a un solo contratista, que resultó “un caro intermediario” de trabajos “con elevados sobreprecios”.

“Río Negro” había investigado esta y otras irregularidades de obras viales en dos informes: “El lado oscuro de las rutas” y “Los cráteres abiertos de Vialidad”, en marzo y junio de 2016, respectivamente (ver aparte).

El fiscal Gerardo Pollicita y la jueza María Subrini de Cubría intervienen en el expediente, cuyos denunciados son los ex directivos nacionales Sandro Fergola y Nelson Periotti; los ex responsables y supervisores rionegrinos de Vialidad Nacional (DNV) Arturo Montero de Espinosa, Oscar Cueto y Rosa Bustos; los ex integrantes de Vial Rionegrina Miguel Pedranti, Jorge Gutiérrez y Marcelo Molini, y representantes de la constructora Gancedo: Adrián, Alejandro y Andrés Gancedo, así como María Cardone.

Tras un informe pericial, la actual gestión de la DNV concluyó que hay indicios de “una connivencia entre la firma Juan Felipe Gancedo y las entonces autoridades de Vialidad Nacional y de Vial Rionegrina SE -hoy denominada Vialidad Rionegrina-, que se plasmó en acciones dirigidas tanto a favorecer (a la firma) en la obtención de trabajos como así también en pagos en exceso con fondos públicos”.

La obra bajo la lupa es el tramo de 72 kilómetros de la Ruta 23 Los Menucos – Maquinchao.

El perjuicio calculado para el organismo es de 391.329.567,58 pesos.

“Una ficción”

“Estamos frente a una ficción, frente a una maniobra que enmarcó la obra como si se tratara de un proceso de licitación pública”, sostiene la denuncia (de la que este diario dio un anticipo en mayo pasado). Ahora se conocen las identidades de los acusados y los pormenores.

“En realidad, el adjudicatario ya había sido elegido de antemano y de manera arbitraria y discrecional”.

Precisa que todo comenzó con el convenio que la DNV suscribió con Viarse en setiembre de 2005 para trabajos de terraplenes, desmontes, obras de arte y enripiado, por 39 millones de pesos y 24 meses de ejecución.

“Sin embargo, el verdadero contratista y ejecutor de las obras fue Gancedo SA”, definido en una licitación que Iguacel considera irregular. De modo que, si bien el que debía hacer los trabajos era Viarse por contar con máquina y personal suficiente, fueron hechos y cobrados por Gancedo. Viarse “se limitó a seleccionar a la contratista y a facturar a Vialidad los trabajos con un sobrecosto, para luego pagarlos a la contratista verdadera”. En otras palabras, Viarse se convirtió en un intermediario “sin ninguna necesidad”.

Por si fuera poco, el contrato se amplió a otro tramo, porque los $ 39 millones sólo alcanzaban para la mitad de la obra, ante lo cual debió destinarse un 115% más de dinero, sin que se llamara a nueva licitación por ese segundo segmento.

Sostiene asimismo Iguacel que “no existió ningún cómputo métrico de las obras a ejecutar”. Es decir, Vialidad Nacional “avanzó a ciegas”.

La actual gestión está convencida de que “Viarse realizó una actividad de selección de contratista direccionada en claro beneficio de Gancedo”.

En ese contexto hace notar que hubo una “injustificada celeridad” en los trámites licitatorios, hechos “incluso antes de que estuviera perfeccionado el acuerdo entre Viarse y DNV”. El contrato con Gancedo había sido firmado “cuando todavía no estaban iniciadas las tareas de campo para el estudio ejecutivo”.

Gancedo presentó un presupuesto “con valores muy cercanos” al oficial, fue el único en adquirir los pliegos y las demás empresas “fueron invitadas con llamativa escasa anticipación”, a tal punto que no tuvieron tiempo de participar.

Además, asegura que Gancedo “no tenía los antecedentes necesarios en obras similares”. Y obtuvo el beneficio de flexibles condiciones. Es más, enfatiza que Gancedo “no hubiera calificado en ninguna obra licitada por Vialidad Nacional”.

Llamativa rapidez

Entre los denunciados, hay uno sobre el que se pone la lupa: el ingeniero Sandro Fergola, “quien, sin más, prestó conformidad” al contrato. Fue a tan solo un día de que Viarse presentara el análisis de precios, con lo cual deduce que éste pasó sin ningún estudio de las áreas competentes del organismo.

Asimismo, sostiene que el jefe del Distrito 20 (Montero de Espinosa) aprobó el Estudio y Proyecto de los primeros 10 km, “cuando la consultora contratada aún estaba realizando el relevamiento topográfico”.

Por último, la denuncia verifica “la existencia de considerables sobreprecios”, del orden del 43,71%, en parte por la presencia de “equipos en exceso, que no fueron usados en el trabajo posterior”.

Calcula así que el perjuicio para el Estado nacional fue de más de 391 millones de pesos.

Gancedo SA tuvo un explosivo crecimiento en la década K. Fue investigada por cuentas sin declarar en el HSBC y por facturas falsas.

La constructora fue un privilegiado destinatario de obras viales. Actuó en los accesos de San Antonio Oeste y en la 3 y 23.

Para entender el caso

Las investigaciones de “Río Negro” revelaron sobrecostos y sobrecertificaciones en tramos de la Ruta 23.

Se puso al desnudo enormes demoras en el avance de las obras y triangulaciones con Viarse.

Los privilegios con la constructora Gancedo también fueron investigados por este diario.

Asimismo se describió un llamativo nexo entre Vialidad, Gancedo y la ignota consultora porteña PI Emprendimientos.

“A Viarse se le permitió que elija de manera discrecional al contratista, en un trámite opaco, sospechoso y nada competitivo”

De la denuncia de Javier Iguacel, titular de Vialidad Nacional.

Datos

Gancedo SA tuvo un explosivo crecimiento en la década K. Fue investigada por cuentas sin declarar en el HSBC y por facturas falsas.
La constructora fue un privilegiado destinatario de obras viales. Actuó en los accesos de San Antonio Oeste y en la 3 y 23.
“A Viarse se le permitió que elija de manera discrecional al contratista, en un trámite opaco, sospechoso y nada competitivo”

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