Terapia intensiva: un servicio que sólo tienen 5 ciudades de la región

A simple vista, el mapa de las terapias intensivas (TI) de Río Negro y Neuquén parece desbalanceado. Los 45 kilómetros que hay entre Neuquén capital y Roca, con Cipolletti en el medio, concentran 286 de las 336 camas de TI que existen en todo el territorio de ambas provincias. Las 50 restantes están repartidas en partes iguales en Viedma y Bariloche.

En la mayoría de las ciudades el servicio ni siquiera existe, y en tres ciudades (Neuquén, Roca y Cipolletti) están el 85 % de las camas. Son, además, las que concentran la mayor densidad poblacional de la región.

En Neuquén, las 150 camas de TI se encuentran todas en la capital, mientras que, pese a los anuncios de julio de este año, aún no existe esta especialidad en Zapala, ni en el ámbito público ni en el privado; tampoco en el hospital de Cutral Co (sí hay en el sanatorio Huincul); ni en Centenario, ni en San Martín de los Andes. En todos esos lugares funcionan terapias intermedias, por lo que a los pacientes más complicados hay que trasladarlos a Neuquén capital.

En el caso de Río Negro, en el Alto Valle se concentran 136 camas para internaciones de alto riesgo. La cifra cae en picada en Bariloche, donde hay 25 (pese a ser la ciudad más habitada de la provincia y la que recibe más turistas al año), y Viedma, donde hay la misma cantidad.

Para los más de 600 mil habitantes de Río Negro hay cuatro hospitales con complejidad VI, que son los que tienen terapia: Cipolletti, Roca, Viedma y Bariloche.

Pero, aunque las camas de Viedma parezcan pocas para la zona que abarca, los datos surgidos de ese hospital parecen tranquilizadores: de las 8 camas para adultos del hospital público, sólo suelen estar ocupadas entre el 50 y 70 %. Algo que, según los expertos, es el ideal: que quede un margen siempre disponible.

Camas calientes

En cambio en el Alto Valle las camas no alcanzan. Trabajan, como lo llaman los especialistas, a “camas calientes”: en cuanto un paciente pasa a una sala de menor complejidad, su lugar es inmediatamente ocupado por otro.

En Roca, la ciudad que más camas de TI concentra de toda la provincia, tanto en el ámbito público como en el privado advierten que la cantidad no alcanza para cubrir la demanda que existe. Es que a la ciudad llegan derivaciones desde otras localidades –principalmente de la Región Sur y desde Río Colorado a Allen– y hasta de Neuquén.

Hay varias razones para esa ecuación, sostiene Carlos Pochat, cirujano y uno de los dueños del Sanatorio Juan XXIII. En primer lugar, Roca es el eje central de la provincia porque es el único lugar en el que se cruzan dos rutas importantes (la 22 y la 6). A raíz de eso, la ciudad abarca una amplia zona de derivaciones y es el lugar que más capacidad tiene para recibir patología de niños y neonatos (hay 36 camas de terapia de neonatología, y 21 de pediatría repartidos en tres lugares distintos). Es, además, el lugar en el que mayor complejidad –de instalaciones y de profesionales– existe. Salvo transplantes, se hacen cirugías cardiovasculares, hepáticas y neurocirugía.

En Bariloche, en cambio, no hay muchas camas: 25 entre las 9 del hospital público, y las 16 que suman los dos privados.

En esta ciudad, por ejemplo, no se realizan cirugías cardiovasculares, lo que explica que haya derivaciones permanentes hacia otros puntos de la provincia.

En el hospital Francisco López Lima, de Roca, hay siete camas y, según la directora Delia Duarte, el servicio se encuentra “dentro de los que tienen más complejidad en la provincia”. Si bien la estadía de los pacientes varía de acuerdo con la patología, el giro de cama promedio se da cada siete días. “Por un monitoreo de posoperatorio en uno o dos días pasa a una habitación común, pero también hay pacientes que han estado hasta tres meses por infecciones respiratorias. Es variable”, amplió la médica de Terapia Intensiva (TI) Roxana Hernández.

El Sanatorio Juan XXIII, uno de los centros privados , y el que más capacidad tiene (21 camas en el área de TI de adultos, 8 en la unidad coronaria, 11 de pediatría y 20 de neonatología), no da abasto. “Estamos siempre sin cama. Somos un centro de derivación de otras localidades. No siempre se puede satisfacer la necesidad. Viene gente hasta de Neuquén, más que nada en el área de pediatría”, detalló el director del sanatorio, Roberto Bernardini.

Desde el sector de TI pediátrica, la especialista Sara Regliner contó que “en invierno tuvimos que habilitar otras habitaciones para tener a los pacientes en una especie de terapia intermedia. No dábamos abasto con las camas”.

Para dar respuesta a la alta demanda, la clínica Roca, el otro privado de la ciudad, apostó a sumar capacidad. Las 13 camas de TI de adultos, más las 7 de neonatología y cuatro de pediatría suman 24, y en el corto plazo se alcanzarán 24 en adultos, 10 en neo y otras 10 en pediatría. “Tenemos muchísimas derivaciones de la Línea Sur, Valle Medio, Valle Inferior, Regina, Catriel y Allen”, comentó el ingeniero Bernardo Carabajal desde el directorio.

En relación al crecimiento de la demanda, consideró que desde la clínica “creemos que se va a incrementar a futuro la necesidad de terapia en desmedro de necesidad de internación en piso, porque cada vez hay más cirugías ambulatorias, lo que lleva a reconvertir el piso en terapias intensivas”.

En Cipolletti existen unas 45 camas de terapia intensiva, la mayoría de ellas en el sector privado. El hospital público, Pedro Moguillansky, cuenta con cinco para adultos pero no dispone de camas para terapia intensiva pediátrica. En las clínicas privadas el número se incrementa. Según informaron desde el Colegio Médico de Cipolletti, existen aproximadamente 40 camas distribuidas entre las tres clínicas privadas que cuentan con unidades de terapia intensiva. El sanatorio Río Negro además, dispone de ocho camas de TI para recién nacidos.

El resto del territorio de Río Negro y Neuquén depende de l estado de los caminos, para llegar a esa zona que concentra la atención de alto riesgo.

“Por lo general están completas. Se trabaja a cama caliente, se sacan pacientes para poner otros”.

Roxana Hernández, médica del hospital López Lima.

En números

“Neuquén tiene una cantidad
acorde a su población”

de las camas de TI del hospital Francisco López Lima, de Roca, tiene un tamaño especial y está destinada a las personas obesas.

1

1 cada 3.894

es la relación de camas por habitante, teniendo en cuenta que en Río Negro viven 688.873 personas y en Neuquén 619.745.