Weretilneck asocia el déficit a la caída de ingresos nacionales

El gobernador Weretilneck aseguró, en un escrito llegado a esta redacción luego de una nota publicada ayer, que el déficit registrado por la provincia de más de 3.200 millones de pesos se debe “a la caída de los ingresos nacionales”.

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“La reducción en el impuesto a las Ganancias, las modificaciones al IVA y la recesión económica, han sido los motivos”, remarca.

Los datos del Ministerio de Economía muestran que el cierre presupuestario de Río Negro en 2014 terminó con ingresos totales por 14.387 millones de pesos. Dos años después ese valor saltó a 24.129 millones de pesos, registrando un crecimiento del orden del 68% en el período bajo análisis.

El mandatario provincial asegura, con el respaldo de la estadística oficial, que la partida de ingresos totales creció el año pasado en forma interanual (2016/2015) solamente un 19% contra el 40% de inflación anual. Sobre este punto se pregunta en el escrito: “¿si los ingresos nacionales hubiesen crecido al ritmo de la inflación, cual habría sido el déficit?”.

Con este interrogante Weretilneck interpreta que el elevado índice de precios le ha jugado en contra en su ecuación presupuestaria de recursos.

En relación a los gastos de estos últimos años, Economía señala que durante el 2014 las erogaciones totales alcanzaron los 13.564 millones de pesos mientras que en 2016 tocaron hasta los 27.386 millones de pesos. Crecieron en algo más del 100%, en parte, producto de los fondos petroleros destinados a obra pública y compra de maquinarias.

Weretilneck en su escrito hace alusión sólo al último año de su gestión. “Con respecto al cuadro de gastos totales, se detalla que creció de 2015 a 2016 un 33%, un 7% por debajo de la inflación, ¿no hubiese sido lógico detallar ese esfuerzo económico?” que significó esto, destaca.

En otra parte del informe, el gobernador agrega que el año pasado “a excepción de la partida personal todas las partidas presupuestarias fueron subejecutadas respecto al presupuesto aprobado por la Legislatura”. Descarta asimismo, en otro de sus párrafos, que exista corrupción en su gobierno y que los fondos recibidos de las prórrogas de las áreas petroleras fueran destinados a gastos corrientes.

Pero independientemente de toda interpretación que se pueda dar sobre este tema técnico, la realidad muestra que la provincia de Río Negro terminó el año 2014 con un presupuesto superavitario (resultado financiero) de 803 millones de pesos y dos años después ese mismo indicador finaliza con un déficit de 3.257 millones de pesos. Dos cifras que resumen los resultados del gobierno. Para poder modificar este complejo escenario económico, que no sólo compete a Río Negro, es necesario comenzar a planificar sobre el mediano y largo plazo. En las últimas décadas primó en la política el cortoplacismo; las urgencias por sobre los problemas, que luego se volvieron estructurales en el tiempo. Desarticular esta lógica, ayudará a consolidar nuevos objetivos.

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