Con la declaración de un testigo, largó el juicio al cura

Finalmente ayer por la mañana, con la declaración de un testigo y sin presencia de medios de comunicación, comenzó el juicio por abuso sexual contra un sacerdote que estuvo radicado muchos años en Allen. El juicio continuará el próximo lunes.

Media horas antes del horario previsto para el inicio de la audiencia, el cura Juan José Urrutia, quien fue el párroco de la Iglesia Santa Catalina de Allen durante algunos años, ingresó a la sala de audiencias, y allí tuvo que aguardar más de tres horas hasta que el juez Fernando Sánchez Freytes terminó la audiencia por el desalojo de un terreno municipal, ubicado en Allen, que se estaba haciendo en el auditorio.

Finalmente pasadas las 11, se dio inicio al juicio con la lectura de los cargos contra el sacerdote y la declaración de un testigo.

El juicio, que no cuenta con parte querellante, se inició sin la presencia de la supuesta víctima, que junto a su familia ya no vive más en la zona.

La próxima audiencia se realizará el lunes.

Al religioso se le imputa el delito de abuso sexual con acceso carnal por aprovechamiento de la inmadurez sexual de la víctima que, por ese entonces y en el 2010, tenía 14 años.

Cuando se difundió la noticia del inicio del juicio, en un comunicado, el Obispo diocesano, Marcelo Alejandro Cuenca, junto con los Obispos eméritos, José Pedro Pozzi y Néstor Hugo Navarro, pidieron perdón y dijeron sentir vergüenza por el hecho.

Dijeron que “la Justicia repara el daño, pero no sana las heridas, deseamos expresar nuestro dolor y vergüenza por los hechos denunciados y a juzgar, nuestra solidaridad con el dolor de quien denunciara las acciones y su familia y nuestro humilde pedido de perdón a ellos, y a todos aquellos varones y mujeres que vuelven a escandalizarse…”.

La supuesta víctima no estuvo en el arranque del juicio, que continuará el próximo lunes. El cura llegó antes y debió esperar tres horas el inicio.