“El gas y la luz son cosas mínimas pero que se llevan a los hijos”

Afirmó que a los chicos “les pegué el grito para que reaccionaran pero no reaccionó ninguno. En este barrio siempre pasa algo y ahora me tocó a mí”.

“En diciembre Alfredo cumplía 4 años”, dijo Elías Panguilef (40) y se quebró. Es que el paso de las horas no le trajo paz a la familia de los dos nenes que fallecieron en un incendio en la mañana del miércoles en el barrio Fiske Menuco.

Ayer familiares, amigos, vecinos, docentes de la escuela 290 y otros allegados, acompañaron a la hermana y los padres de Alfredo (3) y Dylan (9) en el cementerio municipal.

“En este barrio siempre pasa algo, ahora me tocó a mi. Lo material va y viene, pero los hijos no regresan más”, sostuvo consternado el papá de los nenes. El hombre contó que se había ido de la casa cinco minutos antes de que comenzara el fuego. Dijo que sus hijos quedaron despiertos. “Estaban levantados los dos”, aseguró.

“Estaba trabajando en la esquina de mi casa pero no pude salvarlos. La puerta no tenía llave, la puerta estaba abierta. Se quemó todo, les pegué el grito a ver si reaccionaban, pero no reaccionó ninguno”, recordó.

La familia residía antes en Bariloche, y hace cinco años decidió venir a vivir a Roca “para cambiar de vida, porque nos cansó el clima”. Desde que llegaron vivían en ese lugar.

“Nos dio el municipio (esa vivienda), hace cuatro o cinco años. Pasó una desgracia también ahí, nos dieron eso. Ahora estaba gestionando mi señora para que le den los papeles”, indicó el hombre que es albañil, y dice que todos los días trabaja entre 8 y 12 horas.

Hace tiempo que querían conectarse a la red eléctrica, pero no podían hacerlo por falta de recursos y papeles del domicilio. “Hoy en día la plata no alcanza para nada, como nosotros teníamos tres pibes, uno la leche, otro el pañal, eso genera mucho gasto de plata. Si o si tenía que tener la comida todos los días”, explicó y entre lágrimas remarcó que “el gas y la luz son cosas mínimas pero que se llevan a los hijos”.

Palabra oficial

Desde el municipio se desmintió la entrega de esa unidad habitacional para la residencia de la familia, aunque también se informó que Elías y su mujer, Claudia Montecinos, hace tiempo firmaron una declaración jurada en la cual blanqueaban ante el municipio su permanencia en dicho lote.

Se remarcó que “desde que llegaron (de Bariloche) en el 2010” se realizaba asistencia económica a la familia y también se habría colaborado para la ampliación de esa pieza en la cual vivían los cinco. Incluso se destacó que el hijo menor (Alfredo) asistía al Ceci “Agua Clara”, el del medio (Dylan) concurría al Centro de Prevención de las Adicciones (Cepla) a participar de talleres y la mayor, Marisol, integra la orquesta municipal.

“Nos dio el municipio esa vivienda, hace cuatro o cinco años. Ahora estaba gestionando mi señora para que le den los papeles”,

Elías Panguilef,

padre de los pequeños Alfredo y Dylan.

Una campaña para

ayudar a la familia

Una casa y todo lo que había adentro destruido, fue el otro saldo de la tragedia ocurrida en la mañana del miércoles. El llamado solidario no se hizo esperar y horas después del incendio se convocó a colaborar.

La familia necesita ropa (de niña talle M y calzado número 38, y de hombre y mujer talle XL), alimentos, muebles, utensilios, materiales para reparar la vivienda.

Las donaciones se pueden acercar a la Escuelita de Educación Popular del Fiske Menuco, ubicada en la Calle Pública al 774 o al IUPA.

Datos

“Nos dio el municipio esa vivienda, hace cuatro o cinco años. Ahora estaba gestionando mi señora para que le den los papeles”,

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