Hepatitis: la epidemia silenciosa

En el Día Mundial contra la enfermedad que afecta a 71 millones de personas, los especialistas ponen el acento en la necesidad de detectarla temprano. Lo que hay que saber para evitar y tratar este mal.

Un estado de decaimiento, dolor muscular, pérdida del apetito, malestar, fiebre, pueden ser expresión de una gripe, o también de haber contraído una hepatitis C. Tras un par de días, el cuerpo se repone y ese episodio puede quedar en el olvido. Pero si era el virus de la hepatitis, éste puede quedar dormido en el hígado y despertarse 20 años después con una cirrosis aguda. Eso le ocurre a cantidad de pacientes que conviven con la llamada “epidemia silenciosa”, que puede terminar en un cáncer.

El desarrollo de la enfermedad tiene relación directa con la detección tardía. Es que la realización de un hepatograma no está en la agenda de los pacientes y tampoco en la de muchos médicos, pero es un chequeo clave para hacerle frente al virus y eliminarlo.

Se estima que 71 millones de personas están infectadas con hepatitis en el mundo, pero solo 14 millones saben que lo tienen.

“Las estadísticas indican que de los infectados en la edad adulta solo el 10% puede hacer una hepatitis crónica y el 90% queda con el virus sin que haga enfermedad. Pero en el caso del contagio perinatal es a la inversa, el 90% hace una hepatitis crónica y el 10% cura”, indicó Marcelo Peche, gastroenterólogo del hospital López Lima y centros privados, y delegado en Río Negro de la Asociación Argentina para el Estudio de las Enfermedades del Hígado.

El virus de las dos hepatitis, tanto la B como la C se contagian de las mismas maneras que el del HIV: a través de las relaciones sexuales sin protección de barrera, al compartir jeringas o de forma vertical, es decir, de madre a hijo.

Para la detección precoz es necesaria la realización de un hepatograma al año, o una extracción de sangre para la realización de un test una vez en la vida. Es clave el diagnóstico a tiempo para la curación, ya que se estima que el 70% elimina el virus con el tratamiento adecuado.

Portador no es enfermo

En caso de una hepatitis positiva no se restringe la comida, sino que se lleva a cabo una estrategia de control a través de estudios periódicos. Recién si se presenta una alteración, se pone en marcha un tratamiento. “Sino llevan una vida totalmente normal”, enfatizó.

En ese sentido, destacó que los nuevos fármacos que avaló la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) el año pasado, mejoraron la adhesión a los tratamientos en pacientes con el virus.

“Antes se tenían que colocar una inyección semanal que tenía reacciones adversas y tomar a diario 12 pastillas de una droga y 4 más de otra. Había un rechazo a la toma y eran tratamientos de entre seis meses a un año”, indicó el especialista. En la actualidad se mejoró la eficacia, el tiempo se acortó a la mitad y en menos comprimidos se cubre la posología indicada.

Tipos

Realidad

Mito

“Buscamos a los
que no tienen el diagnóstico. Para la hepatitis C no hay vacuna, la única forma de prevenir
su avance es detectarla”.

Marcelo Peche, gastroenterólogo del hospital López Lima.

Trasplante:

no hay órganos y la lista de espera es larga

El trasplante de hígado una solución para mejorar la calidad de vida de los pacientes, pero no hay órganos y la lista de espera es larga: en Río Negro hay 20 esperando uno.

En lo que va del corriente año se realizaron 211 trasplantes hepáticos en el país. “En la lista nacional hay 1255 esperando un órgano en el país”, indicó Peche y aclaró que “hay pacientes muy enfermos en los cuales la emergencia no se discute, pero hay casos en que clínicamente se encuentran en un nivel bajo de la lista de prioridad, pero su calidad de vida no es buena”, finalizó.

La vacuna previene, pero
se coloca un 20% menos

Una vacuna universal previene el contagio de la hepatitis B, pero los números no son alentadores en el vacunatorio del hospital López Lima.

A pesar de que la inmunización contra el virus está incluida en el programa nacional y se aplica hace años a los recién nacidos en cumplimiento del calendario, hay personas que no tienen la dosis. Hay adultos que son inyectados cuando llevan a sus hijos al vacunatorio, pero hay muchos que no son captados. “El desafío para la Asociación es concientizar para erradicar la enfermedad, como se logró con la viruela, y para ello la población tiene que estar vacunada”, remarcó Peche.

“El desafío es concientizar para erradicar la enfermedad, y para ello la población tiene que estar vacunada”.

Datos

Definición
Es una inflamación en el hígado causada por un virus.
C
Afecta a cualquier edad. Las vías de contagio son la sangre o las relaciones sexuales sin protección de barrera.
B
El virus puede vivir siete días en una mancha de sangre. Se puede prevenir con una vacuna.
20%
de los que se infectan padecen hepatitis crónica. Pueden llegar a cirrosis hepática y terminar con un cáncer de hígado.
30%
de los casos la persona no se pone amarilla. Es un mito que los infectados cambian de tono si tienen la enfermedad.
“Buscamos a los
que no tienen el diagnóstico. Para la hepatitis C no hay vacuna, la única forma de prevenir
su avance es detectarla”.
“El desafío es concientizar para erradicar la enfermedad, y para ello la población tiene que estar vacunada”.

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