La Ruta “Chica”, una ruleta rusa vial: 500 pozos en 11 km

“La Comuna” recorrió metro a metro desde el acceso a Roca hasta la Curva de Verani. Es una zona minada y con antecedentes fatales, pero el gobierno no la ubicó entre sus prioridades en el Plan Castello. Prometen otra vez una reparación después del invierno.

Cuando se pensó originalmente esta nota, el objetivo era contar cuántos pozos había en la Ruta “Chica”.

Cuando se salió al terreno, la conclusión apareció rápido: es imposible.

Marcha atrás entonces. Volvemos a empezar el recorrido. Desde el cruce con la calle Damas Patricias, hasta la Curva de Verani. Son 11 kilómetros. Y vamos a contar cuántos pozos fueron tapados hace poco, diferenciados claramente por el color del material entre los cientos de “cráteres” que se formaron durante los últimos años en el camino provincial y que tuvieron una solución a medias.

La cifra final asombrará a quienes no deben recorrer habitualmente el tramo Roca-Allen. Para nada sorprenderá a quienes viajan a diario por la Ruta 65, que desde hace mucho se parece más a una “ruleta rusa vial”, donde los peligros aparecen a cada instante.

Más de 500 pozos. Sí. Más de 45 pozos por kilómetro en promedio. Y estamos hablando sólo de los “arreglados” en los últimos días, luego de que las quejas de los usuarios llegaran a las páginas de los medios a través de cartas de lectores y comentarios.

¿Hasta cuándo? “La Comuna” consultó a funcionarios del gobierno provincial luego de recorrer el camino el jueves pasado.

La respuesta es incierta. Vialidad Provincial promete una reparación a fondo para después de la veda invernal. Pero hace un año prometió lo mismo y cuesta creer en las palabras (ver aparte).

También se preguntó sobre las prioridades del gobierno, que eligió pavimentar la Ruta “Chica” en el marco del Plan Castello, pero se orientó al tramo Stefenelli-Godoy, relegando la conexión entre Roca y Allen, que cuenta con un flujo de tránsito muy superior al registrado en la zona oeste.

Los tramos más peligrosos

Entre los 500 pozos “más nuevos” hay tamaños y profundidades de todo tipo. Incluso los últimos trabajos realizados ya quedaron en el olvido en varios sectores, evidenciando que la calidad de los materiales y el sistema aplicado para mejorar la traza no fue del todo eficiente.

En el tramo relevado hay dos zonas “minadas”. Las inmediaciones del acceso a J.J. Gómez por calle Félix Heredia y los metros finales antes de la Curva de Verani.

Circular por esos sectores a más de 60 kilómetros por hora representa un riesgo elevado por la irregularidad del terreno, los pozos y las banquinas erosionadas, que podrían desestabilizar a cualquier vehículo conducido sin recaudos extremos.

Después de la Curva de Verani -de 90 grados y escenario habitual de incidentes viales- llega un remanso para los amortiguadores y los neumáticos, pero a costa de nuevos peligros.

La mayoría de los conductores elige seguir su camino hacia Allen por la Calle Rural 4 (Haydé Coila), que se pavimentó hace pocos años y todavía presenta un aceptable estado. Ocurre que el ancho de esa traza es menor al recomendado para un camino provincial y las banquinas allí son incluso más chicas que en el tramo anterior.

De todas maneras, la alternativa entre asumir ese riesgo potencial o seguir por la traza original de la Ruta 65 -que desde la Curva de Verani hasta el acceso Martín Fierro de Allen está igual o peor que en los 11 km previos- inclina a casi todos a elegir la opción inicial.

¿Y cuánto cuesta arreglar la Ruta Chica? Desde Vialidad se informó que los valores rondarían los 5 millones de pesos por kilómetro si se contrata a una empresa privada, reduciéndose a la mitad si las obras se ejecutan por administración, es decir con el personal y las máquinas del Estado provincial.

Desde el organismo aseguran que el proyecto en carpeta dejaría al camino con la misma imagen que la Ruta 6, en el tramo que va desde La Pulpería hasta Las Tres Cruces.

Y ante esa nueva promesa habrá que apelar al famoso dicho: creer o reventar.

Lo que decía el gobierno hace un año

Una nota publicada en agosto pasado por el diario “Río Negro” indicaba que “repavimentar la Ruta 65 está en los planes del gobierno provincial que encabeza Alberto Weretilneck pero hay un factor que es esencial para llevar adelante la obra: conseguir el financiamiento”.

Raúl Grun, director de Vialidad Rionegrina, detalló que “se están evaluando diferentes vías financiamiento para poder hacer la obra de repavimentación de la Ruta 65 entre Allen y Roca”.

En esa oportunidad se dijo que el gobierno nacional y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) son las dos alternativas que se estudiaban para captar los fondos.

Los trágicos antecedentes

La Ruta 65 cuenta con varios antecedentes trágicos, en los que se conjugaron el mal estado del camino o la falta de señalización adecuada, con la falta de recaudos de los conductores ante un terreno que no ofrece garantías.

El 16 de febrero pasado un hombre perdió la vida en la Curva de Verani, luego de impactar su vehículo con un camión de reparto.

Pero el caso más conmocionante fue el ocurrido el 5 de febrero del 2007, cuando un colectivo de la empresa Ko Ko cayó al desagüe que se extiende en forma paralela a la ruta y cuatro personas murieron.

El conductor del micro perdió el control del rodado luego de que se reventara un neumático a dos kilómetros del acceso a J.J. Gómez.El expediente penal por ese caso aún está en el Juzgado 4.


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