En el NEA sí, en la Patagonia no

Aseguran que hay obras que podrían ponerse en marcha ahora, para evitar demoras mientras se debate un proyecto alternativo a la autopista.

Tres semanas después de la audiencia pública, hay preguntas que siguen sin respuestas sobre el futuro de la Ruta 22.

¿Por qué Vialidad Nacional nunca mostró en público el proyecto de autovía que se licitó originalmente y que luego descartó en forma unilateral para avanzar con una autopista?

¿Por qué el gobierno actual siguió adelante con el plan de la gestión kirchnerista? El paso de autovía a autopista con elevaciones siempre generó dudas por las posibles motivaciones originadas en los sobreprecios. ¿Qué razón pesó más que las sospechas de corrupción? ¿Cuánto costarán realmente las obras?

¿Por qué hay documentación oficial de la obra que presenta a la Ruta 22 como una “vía de acceso rápido a Neuquén”? ¿El organismo no considera prioritaria la vida cotidiana del resto de las ciudades de la zona?

¿A dónde queremos ir tan “rápido” si ni siquiera está resuelto cómo será el cruce entre Cipolletti y Neuquén? ¿Los camiones que van a Vaca Muerta elegirán un camino con sucesivas elevaciones en los accesos a las ciudades o utilizarán las vías proyectadas por el norte? Además, ¿no se iba a construir un tren para el transporte hacia el yacimiento?

Esos y otros interrogantes surgieron días atrás en una reunión de vecinos de distintas ciudades , que siguen preocupados por la ausencia de un debate profundo sobre el sistema de comunicación terrestre del Alto Valle.

Ese encuentro se realizó en Roca. Los anfitriones fueron los integrantes del grupo que insistió en la audiencia pública en la necesidad de desarrollar una autovía urbana, como opción intermedia entre los extremos planteados por Vialidad Nacional y por el municipio de Roca.

Entre los asistentes hubo referentes de Allen, como Arnaldo Brevi, el titular del Consorcio de Riego de Allen y Fernández Oro, Carlos Zanardi, el arquitecto cipoleño Bruno Bordignon y el presidente del Rotary Club de esa misma ciudad, Carlos Martínez.

Allí se decidió desplegar una serie de acciones de difusión de la postura, para lograr que Vialidad Nacional tome nota y revise sus decisiones.

Las supuestas demoras

“Estamos a tiempo de tener la mejor obra posible”, sostuvo la arquitecta roquense Graciela Glanz, asegurando también que “no es cierto que la apertura de un debate más profundo implica demorar las obras”.

“Una autopista y una autovía necesitan del mismo trabajo de preparación del terreno. Eso se podría estar ejecutando, mientras se busca compatibilizar el proyecto con las necesidades de desarrollo que tienen las comunidades del Alto Valle”, indicó la extitular de Planeamiento Físico del municipio.

Junto a ella, la arquitecta Viviana Arcos recordó que en la audiencia pública 34 de los 46 expositores se manifestaron en contra del proyecto de autopista de Vialidad, considerando que ese solo dato debería ser el que motive al gobierno nacional a escuchar ideas alternativas.

Arcos cuestionó la defensa de la autopista desde el punto de vista casi exclusivo de la seguridad. En este sentido, afirmó que los 31 accidentes “evitables” que mostró la representante de la Agencia Nacional de Seguridad Vial en Roca serían igual de “evitables” con una autovía.

“Lamentablemente los vecinos no pudieron ver nunca eso, porque Vialidad nunca mostró a la comunidad cómo era la autovía proyectada originalmente”, cuestionó la docente de la UNRN.

Glanz agregó que “la seguridad es un tema complejo como para reducir las soluciones a una obra de infraestructura”. Por eso propuso trabajar sobre las decisiones que toma cada usuario de la ruta al transitarla, articulando los proyectos civiles con una serie de programas de concientización sobre el respeto a las normas viales.

“Siempre estamos hablando a partir de una mirada muy sesgada, que es la de los ingenieros. Ellos son importantes, pero no los únicos. Hay muchas otras voces autorizadas. Es hora de que Vialidad escuche a todos los sectores para tener la mejor obra posible”, concluyeron las arquitectas.

“La seguridad es un tema complejo como para reducir las soluciones a una obra de infraestructura”.

Graciela Glanz,

arquitecta

“Vialidad nunca mostró a la comunidad cómo era la autovía proyectada originalmente”.

Viviana Arcos, arquitecta

Existen contradicciones entre la rigidez de Vialidad para defender el proyecto de autopista de la Ruta 22 y la flexibilidad que mostró el mismo organismo en otros puntos del país.

Un primer caso fue advertido en la audiencia pública, cuando el intendente Martín Soria mostró que en la provincia de Santa Fe se había aceptado mantener una autopista a nivel y elevar el cruce transversal.

Ayer las arquitectas Glanz y Arcos sumaron otro ejemplo, registrado en la región Noreste, donde se aceptó ejecutar una “travesía urbana” para el tramo Riachuelo-Santa Ana de la Ruta Nacional 12, en Corrientes.

Con información del diario “El Litoral”, las profesionales roquenses reflejaron que en esa zona hubo cambios en el proyecto original, adaptando el camino a cuatro carriles, separados con un guardarraíl y con cruces a nivel y sobre nivel.

Datos

“La seguridad es un tema complejo como para reducir las soluciones a una obra de infraestructura”.
“Vialidad nunca mostró a la comunidad cómo era la autovía proyectada originalmente”.

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